El oficialismo mostró en las últimas 48 horas fallas de comunicación que dejaron expuestos a tres ministros: dos del gabinete nacional y uno del gobierno de Axel Kicillof. En los tres casos, la Casa Rosada tuvo que salir a desmentir anuncios que se realizaron en declaraciones públicas y generó incertidumbre sobre qué sucederá realmente en las próximas semanas con respecto a nuevas medidas para frenar el avance del coronavirus.
La protagonista del primer traspié fue la ministra de Salud, Carla Vizzotti. Reconoció en declaraciones radiales que están discutiendo en el Gabinete restricciones por franja horaria para limitar la circulación en la vía pública ante el arribo de la segunda ola de contagios de COVID-19. Fue rápidamente desmentida: voceros del presidente Alberto Fernández hicieron circular una aclaración que indica que por ahora no se adoptará ninguna política restrictiva en ese sentido.
“Una medida de restricción de circulación nocturna ya fue aplicada con éxito luego del pico de casos a fin de año por las fiestas y demostró ser efectiva ya que después los casos se estabilizaron y bajaron. En un escenario sanitario similar, no se descarta la aplicación de una medida de estas características, pero hoy no se está estudiando ninguna restricción para una franja horaria ni ningún tipo de confinamiento”, aclararon.
El chat de voceros del Frente de Todos se encendió nuevamente el miércoles por la noche. Fue luego de que el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, anunciara que en las próximas horas llegaría un cargamento nuevo con 306 mil dosis de la vacuna Sputnik V. Fue un error. El funcionario del gabinete de Axel Kicillof confundió un lote que llegó el fin de semana y comenzó a ser distribuido este jueves con otro que arribará mañana viernes y sobre cuyo contenido todavía no hay precisiones.
Para no generar falsas expectativas, el Gobierno cambió su estrategia e informa la cantidad de componentes que viene en cada vuelo una vez que es verificada por el personal de Aerolíneas Argentinas que transporta las vacunas.
El tercer yerro al hilo fue del ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá. El canciller anunció en El Destape radio que los argentinos que regresen del exterior deberán pagar su hisopado y la estadía en un hotel en caso de contagio. La novedad duró poco: luego de ser publicada por Infobae, voceros de la Casa Rosada aclararon que hubo un error.
“Respecto a la posibilidad de que los argentinos que lleguen al país con coronavirus tengan que pagarse el hotel para su aislamiento, desde Casa Rosada informaron que todavía es una medida que está bajo análisis y no hay una definición sobre el tema”, precisaron.
No es la primera vez que se presentan estas falencias en la comunicación oficial. El propio Solá debió ser desautorizado por el presidente Alberto Fernández por un tuit de la Cancillería vinculado a la asunción de Joe Biden en los Estados Unidos. Antes, también había sido criticado por filtrar un diálogo que –presuntamente– nunca sucedió.
Vizzotti había pasado por una situación similar cuando en su rol de secretaria de Acceso a la Salud de la gestión de Ginés González García reconoció en una entrevista que estaban discutiendo la posibilidad de diferir la aplicación de la segunda dosis de la vacuna para poder alcanzar a más personas en la campaña de inmunización. Pese a las desmentidas de aquel entonces, la posibilidad de que finalmente se difiera la segunda inyección continúa vigente y próxima a ser implementada.
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