El canciller Felipe Solá confirmó que habrá nuevos requisitos para los argentinos que ingresen al país, entre ellos, asumir el costo de los testeos y una eventual aislamiento obligatorio en hoteles o lugares que disponga el Estado, si se confirma un contagio de coronavirus.
Según el ministro de Relaciones Exteriores, los argentinos que necesiten salir del país tienen que “traer análisis o PCR autorizados por el Estado de cada país original”, a fin de evitar la utilización de certificados “truchos” de carácter privado como ocurrió con el caso de Cancún, y tendrán que “pagarse el hisopado” en el Aeropuerto de Ezeiza.
Además, corroboró lo que el Gobierno estaba analizando como parte de las medidas para desalentar los viajes al exterior. “Si llegan con COVID-19, además de pagarse el hisopado, van a tener que ser recluidos por el Estado, en un hotel o dónde sea. Lo van a tener que pagar ellos”, advirtió en diálogo con El Destape Radio.
Para Felipe Solá, el sentido de estos nuevos requisitos “implica una mayor responsabilidad para a quien quiera viajar y el que quiera volver”. Y si bien recordó que las fronteras están cerradas para los extranjeros -solo ingresan quienes comprueben “intereses concretos” en el país, como una invitación formal o contar con empresas o propiedades-, en el caso de los argentinos “el problema no va a ser salir, sino volver, porque se van a reducir los vuelos”.
“Los vuelos se van a empezar a levantar cuando haya poca gente, las aerolíneas son independientes para decidirlo”, expuso el canciller, al ejemplificar esa circunstancia con la situación de los “varados” en el exterior durante el período de cuarentena en 2020.
“¿Tienen derecho a salir? Sí. Nosotros tenemos derecho de decirles que para volver hay requisitos y que habrá menos vuelos”, concluyó Felipe Solá.
En estas horas, se espera una decisión oficial del Gobierno para limitar el tránsito internacional, en línea con el encarecimiento de los requisitos para volver desde el exterior. La intención es reforzar los controles fronterizos con los países limítrofes, en especial con Brasil, donde puso en alerta a la región la propagación de la mutación de coronavirus de Manaos.
Las medidas restrictivas apuntan a poner un freno a la transmisión y evitar cualquier tipo de controles que afecten las actividades económicas domésticas ante el año electoral, y después de una caída de casi el 10% en el producto bruto interno por la cuarentena de 2020.
El mensaje de Felipe Solá es la primera comunicación oficial, con medidas concretas, sobre cuál será el plan del Gobierno para enfrentar la segunda ola de contagios de coronavirus. Hasta el momento, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, había deslizado la posibilidad de eventuales restricciones adelantándose al fuerte incremento de contagios que se proyecta para mayo y junio por la disminución de las temperaturas. La multiplicación de casos ya está presente en los países vecinos, como Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil, donde ya se enfrentan situaciones de colapso sanitario.
Según pudo consultar Infobae de fuentes oficiales, el Gobierno está definiendo los alcances de un nuevo decreto presidencial o decisión administrativa con las medidas sanitarias, que se publicarán entre hoy y el sábado.
De acuerdo a la Dirección Nacional de Migraciones, en la actualidad hay alrededor de 27 mil argentinos en el exterior y hasta la fecha no hay “varados”, sino que están regresando con normalidad. En algunos casos puntuales, hay reprogramaciones de vuelos para la misma jornada o en días posteriores, a raíz de la disminución gradual de vuelos, en el marco de las medidas adoptadas la semana pasada.
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