Tras la salida de Marcela Losardo del Ministerio de Justicia ya hay fecha para la jura de su reemplazo. Martín Soria, dirigente rionegrino cercano al kirchnerismo, quien asumirá el lunes al frente de la sensible cartera. Con esa ceremonia, el gobierno de Alberto Fernández buscará cerrar la crisis iniciada a partir de su polémico discurso de endurecimiento ante el Poder Judicial, durante la Asamblea Legislativa. Mientras tanto, hay señales sobre la agenda que llevará a cabo Soria para legitimarse en su nuevo rol. Sus prioridades serán impulsar en el Congreso la modificación del Ministerio Público Fiscal, ocupar los cargos vacantes en juzgados y fiscalías, y aprobar la reforma judicial.
El Gobierno fijó para el lunes la esperada asunción de Soria –Alberto Fernández la anunció hace dos semanas–, ya que espera que el sábado se apruebe, antes de la sesión especial para tratar el proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias en la Cámara de Diputados, su renuncia a la banca por Río Negro. Su lugar será ocupado por el ex intendente de la localidad provincial de Campo Grande, Pedro Dantas, hasta ahora presidente de la sede de Anses en Cipolletti.
En la hoja de ruta de Soria uno de los aspectos básicos está vinculado directamente con el Congreso. Su principal desafío será lograr los votos necesarios para aprobar la ley de modificación de la Procuración, con el fin de nombrar un nuevo titular en lugar de Eduardo Casal, quien ocupa ese puesto de manera interina. Según los cálculos del futuro ministro, al oficialismo le faltan entre seis y siete votos para sacar la ley.
En ese sentido su plan es acercar una oferta a la oposición de Consenso Federal, más cercana al oficialismo. El ofrecimiento será la posibilidad de quitar el discutido artículo del proyecto del Senado que modifica la mayoría para los jury de enjuiciamiento. En el actual contexto político judicial, la reforma de ese mecanismo, a través del cual se revisan las conductas de los fiscales y se define si se los expulsa o se los multa, pondría en jaque al procurador interino, Casal, y a los fiscales Eduardo Taiano y Carlos Stornelli.
Soria se sumará al pivot de poder kirchnerista junto al viceministro Mena, el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, y su medio hermano, Gerónimo Ustarroz, representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, órgano clave para la Justicia sobre el que hay una especial expectativa por la tarea de analizar el desempeño de los jueces federales, aquellos que investigaron y juzgan a la vicepresidente Cristina Kirchner por las causas de corrupción, y de hacer los concursos de jueces y fiscales en el Poder Judicial. Una de sus prioridades será empujar a máxima velocidad la ocupación de las vacantes.
Según pudo saber Infobae, una vez en el Ministerio de Justicia, Soria también buscará aprobar la reforma judicial. Mientras tanto, mantendrá en sus cargos al viceministro camporista Juan Martín Mena, a quien desde el entorno de Losardo apuntaban como encargado de limar su poder; y al polémico secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, también cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Los destinos de la interventora del Servicio Penitenciario Nacional, María Laura Garrigós de Rébori –abogada y una de las fundadoras de Justicia Legítima– y de la titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Magdalena Odarda, aún son desconocidos. El resto de la estructura de funcionarios dispuestos por Losardo se modificaría.
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