Hoy se cumple una semana de la sorpresiva cadena nacional donde el presidente Alberto Fernández alertó sobre la gravedad del impacto de la segunda ola en el marco de la falta de vacunas y la amenaza de nuevas cepas de coronavirus que circulan en países limítrofes, y el Gobierno aún evalúa los detalles del decreto o decisión administrativa que, según informaron fuentes nacionales, se publicará entre hoy y el sábado.
Los temas de salud son extremadamente delicados para el Gobierno, después de un año donde las principales críticas de la oposición y sectores empresariales y sindicales giraron en torno a la extensión de la cuarentena obligatoria que puso en jaque a la economía. Las políticas sanitarias se deciden con tiempo, en diálogo con los gobernadores y ministros de salud provinciales, y se aplican a cuentagotas. Para mañana está prevista una nueva reunión de la Junta de Inmunizaciones, que se suma a los encuentros interministeriales e interjurisdiccionales de los últimos días, protagonizados por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, los ministros del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; Seguridad, Sabina Frederic; y Transporte, Claudio Meoni; la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra y los gobernadores. Según pudo saber Infobae, las reuniones para definir los detalles de las políticas continuarán hasta el fin de semana.
El nuevo paquete de medidas para prevenir la suba de contagios y el ingreso de nuevas cepas de coronavirus que el Gobierno adelanta hace diez días se oficializaría antes del sábado. Ante la fuerte expectativa e incertidumbre de la población, la administración de Alberto Fernández aclaró que no habrá restricciones a la circulación, sino refuerzo de los controles sanitarios fronterizos y disminución de vuelos. En el marco de la crisis económica y en el año electoral, se mantiene vigente la decisión de interferir lo menos posible en actividades comerciales y sociales.
En la Casa Rosada creen que hay margen para evitar mayores restricciones mientras no se registre un aumento de los casos de coronavirus, ni circulación comunitaria de las nuevas cepas (aunque ya se detectó un caso de la variante de Manaos, en Córdoba).
Las nuevas medidas no contemplan “restricciones” sino que apuntan a “reforzar controles”. Se disminuirá aún más la cantidad de vuelos provenientes de naciones consideradas “de riesgo”, se aumentarán los monitoreos en las fronteras terrestres para transportistas, y se obligará a los turistas argentinos -los extranjeros tienen prohibido el ingreso desde diciembre- a que paguen sus propios tests. Además, se acentuarán los controles del cumplimiento de aislamientos preventivos al regresar al país.
En el marco de la crisis económica y cuando faltan meses para las elecciones legislativas donde el Frente de Todos busca lograr una muestra de apoyo de la población a su gestión, el presidente Alberto Fernández fue enfático con su Gabinete acerca de la necesidad de mantener vigentes la mayor cantidad de tiempo posible las actividades sociales y económicas. Las cuestiones de índole sanitaria y económica, evalúa el primer mandatario, ostentan el mayor peso en la lista de prioridades para la opinión pública.
La señal más reciente sobre la negativa a implementar medidas de “control” en lugar de “restricciones” se manifestó ayer, en pleno feriado por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, después de que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, adelantara que consideraba “importante” aplicar “restricciones a la circulación” en caso de que haya aumento de casos.
Según pudo saber Infobae, las palabras de la funcionaria generaron malestar en la Casa Rosada, porque dieron lugar a especulaciones sobre la posibilidad de que se restrinja el movimiento de manera similar a los primeros días de enero, cuando el Gobierno recomendó a las provincias acotar la circulación tras la suba de contagios por las reuniones de las Fiestas y el inicio del período vacacional. Ayer, tras las declaraciones de la ministra, la Casa Rosada salió a aclarar que por ahora se mantiene la línea oficial de evitar restringir para mantener las actividades económicas y sociales.
Vizzotti había deslizado la posibilidad de eventuales restricciones adelantándose al fuerte incremento de contagios que se proyecta para mayo y junio por la disminución de las temperaturas. El Gobierno se basa en las experiencias de los países del hemisferio norte, donde la llegada del frío tuvo como correlato la emergencia de nuevos picos de casos, que obligaron a varias autoridades nacionales a implementar medidas de aislamiento. Como a esta altura del año pasado, Europa se transformó en una visión del futuro que podría esperar a la Argentina si no se toman medidas preventivas a tiempo. Lo cual, frente a un virus aún desconocido y ante la escasez de vacunas a nivel mundial, tampoco es garantía de éxito.
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