En un acto por el Día de la Memoria que se llevó a cabo en la localidad bonaerense de Las Flores, Cristina Kirchner aseguró que “no podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata”. Asimismo, llamó a la oposición a lograr un acuerdo para negociar con el Fondo Monetario Internacional y para afrontar la economía bimonetaria.
“Si desde los partidos políticos no somos capaces de articular un acuerdo mínimo frente a cuestiones estructurales como es el endeudamiento externo y la economía bimonetaria, va a ser muy difícil gobernar la Argentina, sino imposible tal vez”, afirmó la vicepresidenta, que tuvo a su lado al gobernador Axel Kicillof, al diputado Máximo Kirchner, al intendente de Las Flores, Alberto Gelené, y a Gladys D’Alessandro, referente de la Comisión de Familiares y Amigos de los Desaparecidos y Víctimas del Terrorismo de Estado de la ciudad bonaerense.
“Con los plazos y con las tasas que se pretenden no solamente es inaceptable, es un problema de que no podemos pagar porque no tenemos la plata”, afirmó en el evento con el que se conmemoró un nuevo aniversario del Golpe de Estado de 1976.
“No estamos diciendo de no pagar la deuda. Nuestro espacio político fue el único que pagó las deudas de todos los otros gobiernos. Deberíamos hacer un esfuerzo, sobre todo aquellos que tienen responsabilidades institucionales, sean del oficialismo o de la oposición, para que nos den mayor plazo y otra tasa de interés de una deuda que otros contrajeron”, agregó Cristina Kirchner, sobre la renegociación con el Fondo Monetario Internacional que lleva adelante el ministro Martín Guzmán.
En ese momento y tras reclamar un acuerdo con la oposición, la vicepresidenta volvió a embestir contra el ex mandatario nacional, Mauricio Macri: “Es una paradoja que los que están en contra del Estado y de las intervenciones, son los mismos que durante la dictadura estatizaron sus deudas. Los argentinos que se quejan del endeudamiento no saben que tuvieron un Presidente que tuvo la suerte de que su familia terminó estatizando la deuda multimillonaria que habían tenido durante la dictadura”.
“Ellos tan en contra del Estado, sin embargo se hicieron bien los otarios cuando la deuda de ellos la tuvimos que pagar todos los argentinos. Y después esa deuda monumental fue la más grande de todos los períodos políticos, salvo que la que se contrajo ahora, en los últimos cuatro años”, continuó criticando la gestión de Macri.
“Entonces, creo que este 24 de marzo debe ayudarnos a reflexionar sobre la necesidad imperiosa de volver a retomar un modelo de producción y de empleo”, concluyó sobre el aspecto económico.
Por otra parte, Cristina Kirchner se refirió a la crisis sanitaria originada por el coronavirus, al que definió como “una pandemia atroz que conmueve a la humanidad y que nos ha roto todos los esquemas y modelos que podíamos tener para gestionar”. En ese contexto, preguntó desafiante: “¿Quién diría que las únicas vacunas con las que contamos hoy son rusas y chinas? Toda la vida dijeron que nosotros, del 2003 al 2015, estábamos cerrados al mundo y no teníamos ninguna conexión, pero a nadie se le escapa que fue la articulación de una Argentina con una visión multilateralista que pudimos contar con las vacunas que nos suministró la Federación rusa y la República Popular de China”.
“Néstor (Kirchner) y yo de vacaciones a Moscú y a Beijing no nos fuimos nunca. Nosotros nos íbamos a Nueva York y a Orlando. A Néstor le encantaba, como un niño. No tenemos problemas con Estados Unidos, no tenemos anteojeras ideológicas. Lo que pasa es que nunca confundimos los gustos personales con los intereses nacionales. Aunque me guste Nueva York, yo sé como tengo que defender los intereses de la Argentina”, insistió.
El acto se llevó a cabo en la calle Avellaneda 705, donde se inauguró un Espacio para la Memoria. Allí estaba ubicada la Brigada de Cuatrerismo, una dependencia de la policía bonaerense utilizada entre 1976 y 1978 como Centro Clandestino de Detención. Por ese lugar pasaron varios de los ciudadanos de la vecina ciudad de Olavarría, quienes fueron secuestrados en septiembre de 1977, y formó parte del circuito represivo del área 123 y 124, a cargo del Primer Cuerpo del Ejército perteneciente al área 1/12/123.
Uno de los casos más reconocidos de desapariciones forzadas en esa dependencia fue el de Carlos Alberto Labolita, un compañero de militancia del ex presidente Néstor Kirchner, quien a los 23 años estudiaba la carrera de sociología en la Universidad Nacional de La Plata. El 24 de marzo de 1976, el mismo día del Golpe Militar, su padre, Carlos Orlando, fue detenido por el Ejército en un operativo en su domicilio en búsqueda de su hijo, que militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Al enterarse de la detención, Carlos Alberto viajó a Las Flores e inmediatamente también fue secuestrado, llevado a la Brigada de Investigaciones y posteriormente trasladado a Azul, según un artículo de la agencia Comunica. En ambos lugares fue interrogado y torturado. Labolita integra la lista de 30.000 desaparecidos.
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