Después de largos meses de silencio y de escasas declaraciones públicas, la ex gobernadora María Eugenia Vidal dio un extenso de discurso político ante la Fundación Mediterránea, en Córdoba, donde planteó una autocrítica hacia el interior de Juntos por el Cambio, resaltó los aspectos positivos de su gestión al frente del Ejecutivo bonaerense y planteó que en las elecciones de medio término de este año se juega más que cargos legislativos, “se juega frenar los abusos de autoridad y construir una alternativa de gobierno”.
“Con la grieta podemos volver a ganar pero no vamos a poder transformar el país”, fue una de las frases político-electorales más fuertes que pronunció la dirigente opositora ante un auditorio de empresarios y referentes locales, en el acto central de la visita que desde el fin de semana realizó a la provincia. Vidal contó que se trató de la primera estación de un periplo que la llevará por varios puntos del país y que tendrá, en las próximas semanas, como hito la presentación de su libro “Mi Camino”.
La voz de la ex gobernadora es una de las esperadas hacia adentro de la coalición opositora, ya que de su decisión dependerá mucho de lo armado nacional que tendrá Juntos por el Cambio para las próximas elecciones. “Lo que se pone en juego no sólo son diputados, senadores, bancas en la Legislatura, en Concejos Deliberantes y dos gobernadores. En realidad, es mucho más: es esta capacidad de ser un freno al abuso de autoridad y al no equilibrio de poderes, a la desvirtuación de la República, pero también es una oportunidad de construir una alternativa de gobierno”.
La gobernadora recordó que, como resultado de las últimas elecciones, 10 millones de argentinos votaron a Juntos por el Cambio, que es “la única fuerza de la oposición que puede ser alternativa de gobierno”, que cuenta con 115 diputados nacionales, 381 legisladores provinciales y 446 intendentes. “Esto significó que se pudiera frenar la reforma judicial, a la Procuración General, Vicentín, que se acordara no incluir un solo juez de la Corte Suprema como parte de una ampliación, sin importante que fuera de nuestro espacio político”.
En ese sentido, Vidal destacó que “es la primera vez que la oposición, ante un gobierno peronista, no se fractura y permanece en unidad” y, aunque evitó dar una definición sobre si será candidata resaltó que Juntos por el Cambio “no es un movimiento con vocación parlamentaria, queremos transformar la Argentina y volver a gobernar, ganar estas elecciones y las siguientes, para forjar un proyecto de largo plazo”.
“Que el frente opositor esté sólido, unido y que ocupe espacios, implica un freno a embestidas institucionales. En los dos años que vienen pretendemos seguir sosteniendo la unidad. Parece fácil, pero no lo es. Compartimos los mismos valores, pero la unidad no es uniformidad, porque representamos liderazgos distintos. No es lo mismo Mario Negri, que Alfredo Cornejo, Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Mauricio Macri o Graciela Ocaña. Más allá de eso tenemos en claro en qué cancha jugamos y cuáles son nuestros valores”, afirmó.
Autocrítica y desafíos electorales
En el inicio de la exposición, Vidal hizo una autocrítica sobre su tiempo al frente del gobierno de la provincia, como así también de la gestión que hizo Juntos por el Cambio, con Mauricio Macri al frente de la Presidencia. “Los logros de nuestro Gobierno no convencieron. Esos cuatro años no fueron suficientes para garantizar el bienestar que nos estaban pidiendo. No creo que la gente se equivoque cuando vota”, aseguró y agregó: “La sociedad ordena, frente a la mezquindad y el egoísmo. Cuando la gente te vota, algún crédito tenés y cuando no, algo que tenías que hacer y no hiciste tenés que corregir. Yo confío profundamente en la elección de la gente”.
En ese sentido, la ex gobernadora reconoció que hubo en estos meses “bastante autocrítica” hacia adentro de la coalición opositora, pero aclaró que “más importante es hablar de aprendizaje. Hemos sido un espacio que ha tenido bastante debate el último año y desde mi lugar yo lo he impulsado para que ese debate se dé, pero eso no va a resolver problemas, sino que le digamos a la sociedad que aprendimos y que empecemos de vuelta”.
Vidal advirtió que “los desafíos que vemos hacia adelante es ampliar la base electoral que dejó las elecciones últimas. El 41% es muy importante, pero no alcanza para gobernar y sin gobernar no se puede transformar. Hay que construir ese 50 por ciento para transformar. Se requiere consenso, diálogo, largo plazo, con la humildad de saberse parte del proceso y no del resultado. Esto nos va a llevar décadas, el camino es difícil, pero no imposible, la provincia me convenció de eso. Eso es lo que voy a defender en los próximos años, es el lugar que quiero ocupar, puede traer votos o no, pero estoy convencida”.
“Hay que ampliar el gobierno si logramos la elección de 2023. Así como con el 40 no alcanza y necesitamos más del 50 por ciento, para gobernar se necesita a dos tercios de los argentinos convencidos, por lo menos, de las transformaciones que hacen falta. Ningún espacio político va a poder hacer estas transformaciones, sino es sumando a la otra fuerza, o a una parte de esa fuerza”, continuó.
Agregó que “las agendas de consensos, son muy disímiles. Deben ser austeras pero sostenibles y, para mí, se resumen en dejar de discutir (Juan Baustista) Alberdi por un tiempo. Por 10 o 20 años no discutir ni la Constitución, la Corte o el Poder Judicial. No creo que tengamos el mejor Poder Judicial, es un sistema imperfecto, como otros sistemas, pero dejemos de discutir por un tiempo el mapa institucional de la Argentina”.
Recuerdos de Provincia
La ex gobernadora relató ante el auditorio que el objetivo de su presencia era contar su experiencia al frente de la provincia de Buenos Aires, a la que recordó que era considerada por analistas y dirigentes políticos como “la inviable, un lugar de los imposibles”.
En ese racconto mencionó las reformas que se aplicaron durante su gestión “que se sostienen hoy, con un cambio de signo político, sin que se puedan dar marcha atrás”. Habló de los fuertes cambios aplicados en la Policía Bonaerense, con el fin de la autorregulación policial, la profesionalización y capacitación de la fuerza y el ataque al narcotráfico y las bandas delictivas.
También, recordó que aún continúa la obligatoriedad de entregar las declaraciones juradas de los altos mandos de la Policía, como así también la posibilidad de los vecinos de denunciar por medio de dispositivos digitales o celulares, sin pasar por la comisaría. “Esas reformas continúan en el gobierno actual, no había manera de volver atrás, porque es un derecho adquirido, se estableció una vara más alta, un estándar que no se volvió atrás”, afirmó.
Sobre los cambios en materia sanitaria, Vidal tuvo una fuerte respuesta a las críticas que plantea el kirchnerismo por no haber construido hospitales nuevos durante su mandato: “Cuando llegamos, el 96% de los edificios de Salud estaban en mal estado. Construir un hospital público cuesta lo mismo que mantenerlo durante un año, por eso la política construye tantos hospitales. Es fácil construirlo, lo difícil es ponerle equipamiento, recursos recurso humano, insumos, todo lo que no corta cinta”.
Y destacó que puso en marcha el SAME en 119 de los 135 municipios de la provincia, “que todavía hoy sigue funcionando y fue clave para el tratamiento de la pandemia”, como así también “la red de salud de 160 centros que estaban destruidos y que también fue parte importante para responder durante la pandemia”.
Además, replicó al presidente Alberto Fernández cuando, el año pasado, cuestionó por supuestamente no haber avanzado con obras públicas. “Dijo que que había una candidata con botas que caminaba entre los charcos y que nada se había hecho. Más allá de la chicana, él estaba firmando un convenio que nosotros habíamos empezado”, afirmó Vidal.
En materia política, la ex gobernadora resaltó que continúa vigente la ley que declaró el fin de las reelecciones indefinidas para cargos electivos provinciales y municipales. “A partir del 2023 ya no va a haber más barones del Conurbano. Hoy no hay un solo legislador que se anime a levantar la mano para votar la derogación, porque está la gente y los políticos no quieren bancar el costo de decir a la gente que van a volver atrás con esa derogación de la ley de reelección indefinida” y tampoco hay jubilaciones de privilegio.
Finalmente, advirtió que durante su gestión se avanzó con la recuperación del Fondo del Conurbano, que pasó de recibir el 18 al 23 por ciento del total de la masa presupuestaria que envía el gobierno nacional hacia las provincias y que, recién en 2019, se ejecutó de manera total la devolución de ese porcentaje. “Ese fue como un legado, que lo dejamos al nuevo gobernador, son todas reformas que se sostuvieron”.
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