La dirigencia opositora criticó en duros términos la designación de Martín Soria como ministro de Justicia en reemplazo de Marcelo Losardo: opinó que representa un nuevo avance del kirchnerismo duro en el Gobierno y que se trata de una decisión que confirma que Alberto Fernández profundizará el plan contra el Poder Judicial.
El presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, afirmó que “las opiniones de Martín Soria son infinitamente de mayor consenso con la postura más rígida de Cristina Kirchner que con las de Marcela Losardo”.
“Por las cosas que dice Soria es evidente que no tiene relación con el Poder Judicial, y un ministro de Justicia sin relación con el Poder Judicial es un ministro para el combate nada más”, agregó.
En la mirada de Federico Angelini, vicepresidente del PRO y diputado nacional de Juntos por el Cambio por Santa Fe, “el nombramiento de Martin Soria evidencia una vez más el avance del kirchnerismo duro en cada una de las áreas de gobierno” y sostuvo que “en este caso, en particular, implica la intervención directa sobre uno de los poderes del Estado, la Justicia, que constituye una obsesión para la vicepresidenta, quien actúa bajo un objetivo que no tiene que ver con dotar transparencia y mejorar su funcionamiento, sino claramente con beneficiar a los propios”.
Para el legislador, “esta situación endurece y radicaliza la posición del Gobierno, haciendo cada vez más difícil la posibilidad de un diálogo que permita buscar soluciones conjuntas para los argentinos”.
El diputado nacional de la UCR Jorge Enríquez, por su parte, señaló que “con la designación de Soria, el Presidente ha abdicado de hecho” y destacó que “el papelón de la salida de Losardo se profundiza por la designación de un kirchnerista que viene siendo vocero de las posturas más recalcitrantes del Instituto Patria contra la independencia judicial”.
Una opinión parecida brindó Pablo Tonelli, diputado nacional del PRO: “La designación de Martín Soria como ministro implica que el Presidente va a profundizar el plan contra la justicia para controlarla y amedrentar a los jueces independientes”, dijo.
“Nada bueno espero de esta designación -agregó-. Soria se ha caracterizado por múltiples denuncias y acusaciones contra jueces y dirigentes políticos. No me parece que tenga la mesura, la prudencia y el equilibrio que uno desearía que tenga un ministro de Justicia”.
Desde su cuenta de Twitter, Tonelli concluyó: “Avizoro que habrá nuevas embestidas contra la justicia. Y está claro que el Ministerio de Justicia en pleno va a conducir y comandar esas embestidas”.
En la misma red social, la diputada nacional de la Coalición Cívica Mariana Zuvic eligió la ironía para referirse a la designación de Soria. Junto con un video del Presidente mientras anunciaba el nombre del sucesor de Losardo en un programa de TV, publicó el siguiente mensaje: “Mientras anuncia el reemplazo para el Ministerio de Impunidad, suena de fondo Titanic. No tiene remate”.
El senador nacional de la UCR Luis Naidenoff, titular del Interbloque de Juntos por el Cambio de la Cámara alta, consideró que “la designación de Martín Soria como ministro de Justicia es la demostración cabal de la imposición del pensamiento puro y duro del kirchnerismo en esta idea de ir por todo y redoblar la apuesta contra la justicia independiente en la Argentina”.
Como integrante de la misma bancada radical, el diputado nacional Luis Petri dijo que “la agenda judicial sigue manejándola CFK desde el Instituto Patria” y que “ la única diferencia ahora es que ya se designó a su vocero consustanciado con la defensa del lawfare al frente del Ministerio de Justicia”.
Más moderado, el diputado nacional de la Coalición Cívica Juan Manuel López opinó que “la situación mostró muchas internas y operaciones dentro del Gobierno, pero con este ministro no se puede analizar linealmente quien ganó o perdió porque tiene una historia difícil de encasillar”.
Para su colega de la UCR Jimena Latorre, “es lamentable, pero no es la primera demostración en lo que lleva este Gobierno de que la Vicepresidenta le socava el poder al Presidente”. “Marcando algo nunca antes visto en la Argentina, ya no tenemos un sistema presidencialista, sino vicepresidencialista”, dijo.
La legisladora mendocina consideró que “era de esperarse que siendo la principal preocupación de la vicepresidenta combatir el lawfare, quisiera un vocero funcional a su agenda en un lugar en donde la anterior titular razonablemente había intentado poner un límite a los avasallamientos inconstitucionales contra la independencia del Poder Judicial”.
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