Una vez más, referentes de la oposición reclamaron que se tomen medidas inmediatas contra el gobierno de Gildo Insfrán, ya que consideraron que “la violación a los derechos humanos en Formosa está probada, aunque el Gobierno nacional niegue una realidad que avergüenza a los argentinos y enluta a la democracia”.
Así, a través de un comunicado que titularon “condenar la violación de los derechos humanos es una obligación de todos”, el bloque de diputados del PRO volvió a condenar el polémico manejo de la pandemia que lleva adelante el gobernador formoseño.
“Las investigaciones y denuncias realizadas por diputados y diputadas de Juntos por el Cambio y por el periodismo independiente ponen de manifiesto la existencia de graves violaciones a los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables de Formosa. Las mujeres embarazadas de la etnia wichí que se esconden en el monte del oeste provincial, por miedo a ser sometidas a aislamientos obligatorios y a que las separen de sus hijos recién nacidos, o el temor a sufrir cesáreas compulsivas deberían provocar el repudio unánime de la sociedad argentina”, ejemplificaron los legisladores para graficar la situación que se vive en la provincia gobernada por Insfrán, a la vez que recalcaron que “estas acciones lesionan de gravedad el sistema de derechos y garantías de nuestra Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos”.
“Los aislamientos compulsivos, las restricciones a la circulación, la represión de la protesta generan un clima de discordia que en nada ayuda a superar los efectos nocivos de la cuarentena y ahora se suma la situación de desprotección absoluta entre las mujeres más vulnerables”, insistió el bloque de diputados del PRO.
Asimismo, recordaron que el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, visitó Formosa, siendo informado puntualmente de los hechos citados, pero redujo todo a una “operación mediática”. “Así, el gobierno nacional protege al gobernador y condena a los formoseños al descarte”, agregaron, remarcando que, en consecuencia, el diputado Waldo Wolff formalizó una denuncia en la Justicia contra Pietragalla por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento”. Wolf fue acompañado por sus pares Fernando Iglesias, Enrique Sahad, Adriana Ruarte, Omar De Marchi, Álvaro de Lamadrid, Pablo Torello, Jorge Enríquez, María Carla Picolomini y Héctor Antonio Stefani.
“Instamos a los funcionarios públicos nacionales y provinciales, como así también a los integrantes del Congreso de la Nación, a exigir una solución inmediata para Formosa porque el descarado atropello a la dignidad humana no espera”, concluyó el comunicado que emitió el bloque de diputados y diputadas nacionales del PRO.
El viernes pasado el bloque de legisladores de Juntos Por el Cambio de la Cámara Baja le advirtió al Frente de Todos que si no llamaban a una reunión de la Comisión de Derechos Humanos para analizar las denuncias contra el gobierno de Gildo Insfrán se autoconvocarían para “ejercer las responsabilidades de sus cargos”.
En efecto, los legisladores de la oposición recordaron que desde hace más de 45 días reclaman al kirchnerista Hugo Yasky que, en su carácter de presidente de la comisión, convoque al cuerpo para pronunciarse sobre las denuncias de violaciones a los derechos humanos en Formosa.
“Hemos denunciado y solicitado el pronunciamiento de la comisión sobre las reiteradas violaciones a los derechos humanos que sufre el pueblo formoseño”, aseguraron desde Juntos por el Cambio.
Las advertencias de la oposición surgieron luego de una ola de protestas de formoseños en contra del regreso a la Fase 1. Una importante porción de la población de la capital de Formosa dejó de cumplir las disposiciones sanitarias dispuestas por el Gobierno provincial y parece decidida a emplear la desobediencia civil para que la mayor cantidad de actividades comerciales se puedan volver a desarrollar.
En medio de la represión que propició la policía provincial a los manifestantes, Insfrán viajó el lunes pasado a la Casa Rosada buscando el respaldo explícito del Gobierno Nacional. Pero se fue con las manos vacías, Alberto Fernández no le concedió una reunión privada en su despacho.
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