Ni la finalización de las elecciones internas en la UCR de Córdoba lograron amortiguar el duro enfrentamiento entre el diputado Mario Negri y el senador Martín Lousteau, los principales contendientes que estaban detrás de las dos listas que compitieron este domingo.
El triunfo fue para Marcos Carasso, el candidato del oficialismo de la UCR que representan Negri y Ramón Mestre, por el 58% de los votos, según los resultados provisionales, pero el sector de Lousteau celebró que su postulante, Rodrigo de Loredo, haya quedado a sólo un 3% de los sufragios de aquel.
Ese panorama surge de los números proporcionados anoche por el sector oficialista del radicalismo de Córdoba, pero Lousteu denunció esta tarde que sus adversarios “hoy reconocen que (el comicio) está muy parejo, pero no hay un solo dato oficial a 18 horas del cierre de las urnas”.
“En Cordoba quedó muy claro que hay otro radicalismo en marcha, que es el que quiere salir del encierro y la comodidad para debatir de cara a la gente cómo cambiar la realidad, el radicalismo que quiere hacerse cargo”, afirmó Lousteau, tras lo cual recordó que “hasta hace una semana habían bajado la lista de Rodrigo De Loredo porque se suponía que ni siquiera cumplía con los requisitos mínimos, pero ayer fue apoyada por la mitad de los radicales que participaron de la elección”.
“Votó un 60% más de lo que se esperaba, por eso estamos muy contentos y felicitamos a Rodrigo, Marcos (Ferrer) y todo Sumar: en Cordoba empezó el camino de un radicalismo mejor y más grande para un Juntos por el Cambio mejor y más grande”, destacó el senador.
Por su parte, Negri señaló que sentía que su “obligación era cerrar las heridas del partido” y que “por eso buscaba la unidad”. “Preferí en todo momento no responder los agravios, algunos de ellos dichos desde afuera de la provincia -agregó-. En esta oportunidad no fui candidato a ningún cargo. Desde mi experiencia de tener muchas internas en el lomo, le diría a los que perdieron ayer que hay que ser buen perdedor y que lo principal es estar juntos cuanto antes en Córdoba. Me alegra que hayamos ganado desde la lista Convergencia también la Juventud Radical”.
“El nuevo presidente del partido, Marcos Carasso y la vice Liliana Ruestch son exitosos intendentes y tienen diálogo con todos los sectores. La UCR necesita un proyecto colectivo que aglutine y no proyectos personalistas. Confío en Marcos y en Liliana, tuvieron todo mi apoyo”, aseguró el titular del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio.
En los comicios, en donde estaba en juego la conducción provincial del radicalismo, pero también tenían una proyección nacional, se enfrentaron la lista encabezada por Carasso, intendente de General Cabrera, que fue fruto de la reconciliación entre dos viejos enemigos como Negri y Mestre. Su adversario fue la nómina liderada por De Loredo, concejal de la capital cordobesa y ex funcionario de Cambiemos, a quien apoyó Lousteau incluso con una visita que hizo a la provincia.
Curiosamente, el día después de los comicios cada sector hizo una interpretación favorable de los votos que obtuvo este domingo e incluso difundió resultados provisorios que eran distintos.
De acuerdo con los números del sector de Negri y Mestre, la lista ganadora logró 18.767 votos contra 15.886 de su rival, mientras que los partidarios de Lousteau hicieron circular una planilla en la que Carasso tiene 17.001 sufragios (51,73%) mientras que De Loredo alcanza 15.866 (48,27%), con diferencias incluso en las cifras de algunos de los municipios.
Según dejaron trascender los allegados a Lousteau, “Negri operó que había ganado por 20 puntos y fue otra mentira porque el resultado que fue mucho más ajustado, una diferencia de apenas 1100 votos sobre 33 mil votantes, lo que marca que fue prácticamente un empate entre la superestructura partidaria y el armado de Lousteau que encabezó Rodrigo De Loredo y que implica que la representación nacional es 50 y 50 (delegados al Comité Nacional, son dos para el espacio de Lousteau y dos para Mestre) y se reparten casi por mitades el congreso provincial”.
En esta interpretación del entorno del senador de Juntos por el Cambio, se trató de “un enorme triunfo de Lousteau, que arrancó pisando muy fuerte y muestra un camino de renovación para el futuro con los jóvenes, la Franja Morada y dirigentes que están gestionando, como el intendente de Río Tercero, que hizo una gran elección y fue elegido delegado al Comité Nacional”.
Consideraron, además, que el resultado de Córdoba “es un gran empujón” para el domingo próximo en la provincia de Buenos Aires, donde habrá comicios para presidir la conducción partidaria en los que el marplatense Maximiliano Abad, presidente del bloque de diputados provinciales y candidato de Negri y la dirigencia tradicional de la UCR, se enfrentará el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, el postulante apoyado por Lousteau, Emiliano Yacobitti y Enrique “Coti” Nosiglia.
Para los colaboradores de Negri, sus rivales “no pueden alegrarse por la derrota porque sólo hicieron una fuerte diferencia en dos comunas, mientras que nosotros ganamos la interna por la conducción del partido en Villa Carlos Paz, La Cumbre, Belle Ville y Marcos Juárez, entre otras”.
Incluso advirtieron que la gente de Lousteau estaba distribuyendo “una planilla trucha” y “está haciendo una lectura errónea” de las elecciones porque “nadie en Córdoba cree que el senador porteño sea un referente porque lo que pasó con los votos tiene más que ver con la interna provincial y con liderazgos de dirigentes locales que se alinearon de una u otra forma”.
“No tiene nada que ver con Lousteau alguien como Javier Bee Sellares, que hizo excelente elección en la capital y aportó la mayor cantidad de votos a su lista -añadieron-, o Luis Picat, intendente de Jesús María, que le aportó votos fundamentales, pero era presidente de la Sociedad Rural e hizo tractorazos contra la resolución 125 que hizo Lousteau cuando fue ministro de Cristina Kirchner”.
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