La ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, afina detalles de su regreso a la escena pública en la antesala de las elecciones legislativas. Se parará sobre su libro Mi camino, una experiencia en primera persona en la que retrata el recorrido que tuvo hasta el momento en la política, con fuerte énfasis en su experiencia al frente de la gobernación bonaerense. La definición sobre si será candidata o no de Juntos por el Cambios, será más cercana al cierre de listas. El libro, cuentan en su entorno, es un poco la excusa para volver a dar entrevistas luego de un largo período de silencio.
Saldrá en abril. Será publicado por la editorial Penguin Random House, la misma que en 2019 publicó Sinceramente de Cristina Kirchner. Las presentaciones itinerantes se convirtieron en actos de campaña. Vidal, por su parte, hará medios y algunas recorridas por el interior del país. Además de una autocrítica, en el libro habría expresiones sobre su intención de llevar adelante un plan nacional.
Fuera de la agenda mediática, la ex mandataria sostiene reuniones constantes -combinadas entre virtuales y presenciales- con dirigentes opositores. El armado que todavía sostiene la ex gobernadora no resigna la opción presidencial 2023. Actualmente, para esa instancia, en el PRO asoman tres caminos: Vidal, el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y la presidenta del partido, Patricia Bullrich.
Personalmente, en el corto plazo Vidal tiene sobre la mesa tres opciones: ser candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, misma opción por la Ciudad o directamente no ser de la partida electoral de medio término. “A ella le interesa la cuestión ejecutiva más que legislativa, pero si al espacio le sirve para tener caudal electoral se evaluará”, explican cerca de su entorno.
La pandemia le estiró los tiempos para el regreso a la escena pública. Políticamente, cuentan cerca de la ex gobernadora, siempre estuvo activa. “En todo este tiempo tuvo más reuniones de rosca que cuando era gobernadora”, advierten.
Cada tanto cruza algunos mensajes con el gobernador Axel Kicillof. El mandatario le deseó una pronta recuperación cuando se contagió de coronavirus, mientras que Vidal dio el aval de acompañar algunas leyes estructurales como el Presupuesto y la ley fiscal 2021. Por fuera de las declaraciones estridentes, el diálogo es discontinuo pero formal.
Durante la cuarentena colaboró con algunas ONG, junto a sus hijos cocina una vez por semana para algún comedor y se mantiene activa. Pero, avisan, quiere salir a hablar.
La publicación reciente del libro Primer tiempo, del ex presidente Mauricio Macri -que esta semana ya se empezó a vender por Mercado Libre- también le alteró los planes para su regreso público.
A su vez, por estos días mira lo que sucederá con la interna de la UCR bonaerense que el próximo 21 de marzo elegirá autoridades. La conducción se la disputan el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, (que cuenta con el aval de Martín Lousteau) y el diputado provincial y presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados bonaerense, Maxi Abad (que tiene el respaldo del presidente de la UCR nivel nacional, Alfredo Cornejo). Para los planes de la ex mandataria sería más amable que la compulsa en el partido centenario quede en manos de Abad.
También retomó el diálogo con el ex presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, quien fuera durante su campaña electoral 2015 uno de los principales armadores que tuvo en el interior bonaerense. Luego del cierre de listas, donde prácticamente no hubo lugar para el espacio de Monzó dentro de la provincia de Buenos Aires, el vínculo estaba astillado. Ahora esa relación mutó. Monzó también busca construir su espacio dentro de una oposición peronista no kirchnerista y ya trabaja para ello. Son las palomas dentro de Juntos por el Cambio.
Mientras los intendentes bonaerenses del PRO avanzan también con darle volumen a un armado bautizado como el Grupo Dorrego, Vidal sostuvo el contacto con los alcaldes. Los intendentes no la desechan y esperan que sea candidata en 2021.
El riesgo a una performance electoral no deseada para estas elecciones y frente a un peronismo unido siembran un manto de incertidumbre sobre las decisiones de Vidal. Bullrich dijo semanas atrás en declaraciones televisivas que la ex mandataria era “una interrogante”. La ex vice jefa de Gobierno porteña esperará a la salida de su libro para ver cómo aclara el horizonte.
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