Pese a los cortocircuitos que Alberto Fernández protagonizó con su par chileno Sebastián Piñera por quién manejó mejor la crisis sanitaria, Chile viene liderando por lejos el proceso de inmunización contra el coronavirus, en medio de las dificultades de los países de América Latina para acceder de forma masiva a las vacunas, al menos hasta el segundo semestre del 2021. No obstante, más allá del avance de su campaña de vacunación con la que espera inocular al 80% de su población para fines de junio, el gobierno trasandino dispuso la vuelta a la fase más estricta del aislamiento en varias comunas.
El país vecino alcanzó el jueves último el récord de 412.190 aplicaciones en una jornada de la vacuna contra el COVID-19, según precisó el ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, en diálogo con Marcelo Longobardi por radio Mitre. “Algo extraordinario para el sistema de salud primario. Porque aquí el Ministerio de Salud tiene 26 depósitos y esos depósitos les entregan las vacunas a los municipios. Basamos la atención primaria en la atención municipal. Por tanto los municipios piden al depósito, y estos al laboratorio. Pero para pedirlo tienen que tener a la persona registrada”, contó el funcionario.
Según aclararon posteriormente fuentes de la cartera de Salud chilena ante la consulta de Infobae, ese dato correspondió a un corte de las 11 de la mañana del viernes, respecto de las 24 horas previas. Por ese motivo, la cifra informada por el ministro era superior a la que figuraba ayer en el sitio oficial de Chile “Yo me vacuno”, antes de que se actualizara el número de aplicaciones diarias a las 18 horas del viernes.
En el último corte vespertino en el sitio chileno, las dosis aplicadas ayer habían sido un poco menos, 349.812, el triple de las inoculaciones que se concretaron en nuestro país, 116.968, según los datos del Monitor Público de Vacunación actualizados al viernes a las 18 hs.
Esta última cifra, no obstante, fue ligeramente superior al ritmo diario de vacunación para los últimos siete días de 106.095 dosis aplicadas. El récord diario en Argentina se dio también el jueves 11, cuando se aplicaron 179.131 dosis, un dato que fue promocionado ayer por la cartera a cargo de Carla Vizzotti en un comunicado matutino. La aceleración esta semana con relación a las anteriores, se vincula en parte con la distribución de casi medio millón de vacunas Sputnik V, de las 1.075.130 que tenía aún en stock el miércoles, tal como publicó Infobae el miércoles pasado. Esa cantidad fue enviada por el Ministerio de Salud de la Nación entre el domingo y el miércoles a las 24 jurisdicciones, con un criterio de densidad poblacional.
En el Gobierno nacional no ocultan la preocupación por el creciente aumento de contagios, sobre todo en Brasil y Paraguay. La marcha del plan de inoculación, que no avanza al ritmo deseado por la falta de vacunas, fue el motivo por el que Alberto Fernández encabezó ayer una reunión del Comando Nacional de Vacunación con la presencia de varios de sus ministros, para supervisar el operativo para la distribución y aplicación de las dosis en todo el país. Poco después dispuso a la noche la prórroga del distanciamiento social (DISPO).
¿Qué dicen los números de la campaña de vacunación de Piñera que el Gobierno argentino mira de reojo? Antes que nada, conviene recordar que cualquier comparación requiere mirar el tamaño de la población. De acuerdo con los datos publicados en el sitio de estadísticas Our World in Data (OWID), Chile viene aplicando 13.728 inyecciones diarias por millón de habitantes, con una población que es menos de la mitad que la de Argentina, mientras que nuestro país aplica 2.107 dosis por días por cada millón de residentes en el territorio nacional. El ritmo de Chile, más allá de toda ideología, es casi seis veces más.
De hecho, según este sitio de la Universidad de Oxford, Chile es actualmente el país que más rápido está administrando la vacuna en el mundo, con un promedio de 1,37 dosis diarias por cada 100 habitantes inoculados en los últimos siete días. Algo que le envidian todos los mandatarios de la región a Piñera, quien ayer se aplicó su segunda dosis de la vacuna china Sinovac.
A la fecha, Chile lleva aplicadas un total de 6.516.249 vacunas, incluidas primeras y segundas dosis, según el último parte vespertino emitido por el Ministerio de Salud de Chile. Argentina, en tanto, colocó hasta ahora 2.215.173, de acuerdo a los últimos datos del Monitor Público de Vacunación actualizados a las 18 horas de ayer.
Esto implica que Chile triplicó al nuestro en términos absolutos de inoculaciones, con una población de 18 millones contra los 45 millones de Argentina.
Si se considera solo la primera aplicación, mientras que en nuestro país 1.809.078 personas recibieron la primera dosis, en Chile suman 4.774.004. Es más del doble.
Pero si se analizan los números en función de distintas poblaciones, la diferencia es aún mayor: en el territorio nacional sólo el 4% de la población recibió la primera dosis, porcentaje que el país vecino alcanza al 26%. Esto acerca a Chile a una vuelta a “la normalidad” que el resto de la región mira aún de lejos.
La eficiencia de Chile también quedó demostrada en la aplicación de las segundas dosis: en Argentina son 406.095 personas las que tienen el esquema vacunatorio completo, un 1% de la población, mientras que en Chile suman 1.742.245, el 9%.
El país trasandino lidera no sólo el ranking sudamericano sino también los primeros puestos del listado mundial en cuanto al ritmo de su vacunación. A la cabeza se ubica Israel, con el 59% de su población inoculada con al menos una dosis; le sigue Reino Unido con 34% y luego Chile con el 26%. En cuarto lugar se posiciona Estados Unidos, con 19%. En una lista de 50 países, Argentina se ubica recién en la posición 44, con el 4% que recibió la primera aplicación.
Las dosis disponibles en cada país
La diferencia con Chile no radica solo en la velocidad de aplicación en las vacunas, sino también en la cantidad de dosis que llegó a cada país. Mientras que a la nación trasandina, ya arribaron 10.915.276 vacunas, a nuestro país desembarcaron en Ezeiza seis cargamentos con poco más de 4 millones, con más del doble de habitantes. La cifra es muy inferior a las 51.431.000 dosis prometidas por el Gobierno nacional en distintos anuncios.
De las 4.050.540 dosis que llegaron a Ezeiza, 631.575 (el 16%) todavía no fueron distribuidas a las jurisdicciones y 1.203.792 (35%) de las que llegaron a las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, aún no fueron aplicadas. “Problemas de logística” es la explicación de las distintas autoridades nacionales y locales. A eso se suma la incertidumbre sobre cuándo vendrá el próximo cargamento.
En lo que va de marzo no entraron nuevas vacunas a nuestro país. Y a pesar de que el Gobierno nacional había dejado trascender un acuerdo para recibir 600.000 dosis de Sputnik V por semana, no está programado ningún operativo para buscarlas. En total, de Moscú arribaron 2.470.540 dosis de la Sputnik V a Ezeiza, de las cuales 1.660.540 corresponden al primer componente y 810.000 al segundo. Son distintos y deben aplicarse con 21 días de diferencia para superar el 90% de efectividad.
Recién el jueves se conoció que el Ejecutivo avanzó con un acuerdo para recibir 3 millones de dosis de la china Sinopharm, que comenzarán a llegar a la Argentina a partir de la semana próxima. Se sumarían al millón que ya está usando nuestro país. Sin embargo, no hay precisiones hasta ahora de cuántas serían ni una fecha concreta de arribo. Esta vacuna, no fue aprobada por la ANMAT hasta el momento para mayores de 60 años.Además de estos dos tipos de vacunas - la rusa y la china-, Argentina recibió 580.000 dosis de la británica Covishield de AstraZéneca/Oxford, producida en India.
Chile, en tanto, está usando la Pfizer/BioNtech - adquirió 943.800 dosis - y la Sinovac, desarrollada en China, de la que recibió 9.971.476 dosis. Su uso en mayores de 60 ya fue aprobado por el Instituto de Salud Pública (ISIP) del país transandino.
En la entrevista con radio Mitre, el ministro de Salud chileno relató que fue el propio presidente quien dio el puntapié inicial para asegurarse las dosis necesarias. “Piñera hizo contacto con los empresarios y hasta con el presidente chino (Xi Jinping) para conseguirlo. E hizo su doctorado en los Estados Unidos con algunos de los gerentes de las empresas de vacunas”, aseguró.
Según la última encuesta publicada de la consultora IPSOS, cerca de un 70% de los chilenos expresaron su disposición de ser vacunados. Lejos de la resistencia inicial que hubo a aplicarse la vacuna rusa en Argentina. Y del 30% restante, un 14% de los chilenos consultados se manifestó indeciso.
El 80% de la población vacunada
Ya se vacunaron del otro lado de la Cordillera a 2.731.963 personas mayores de 60 años. En Argentina, son solo 594.588 los inoculados de más de esa edad.
El ministro Paris también adelantó que prevén vacunar a toda a los adultos mayores y a las personas con co-morbilidades o enfermedades preexistentes para fines de marzo. Así lo anunció al arribar al Liceo Carmela Carvajal de Prat, en Santiago, para recibir la segunda dosis de la vacuna Sinovac. “Esperamos que la meta que nos fijamos de vacunar 5 millones de personas al 31 de marzo, se cumpla. Si es así, vamos a adelantar otros grupos de personas y esperamos que el 30 de junio tengamos vacunados al 80% de la población susceptible”, según se informó en el parte informativo oficial de la cartera sanitaria chilena.
Esa afirmación la repitió luego en radio Mitre, y generó cierta confusión por el término “susceptible”. Ante una posterior consulta de Infobae, desde el Ministerio de Salud de Chile aclararon que el ministro se refirió al 80% de la población total, que es de alrededor de 18 millones. Para lograr este objetivo, el funcionario explicó que el gobierno de Piñera se aseguró 35 millones de dosis, ya que para lograr la inmunización de la población se requieren dos inyecciones de cada vacuna.
En Argentina, al ritmo diario de 106.095 dosis aplicadas en promedio de la última semana (se toma el promedio porque varía la cantidad de aplicaciones cada día y los fines de semana baja mucho la cifra) el objetivo de vacunar a la población mayor de 18 años se lograría recién en julio. Siempre y cuando lleguen vacunas.
Los criterios de prioridad
En nuestro país, para obtener un turno como grupo de riesgo, las personas que tienen entre 18 y 59 años deben tener diabetes, obesidad, una enfermedad oncológica, o cardiovascular, o una enfermedad renal crónica o respiratoria. Esto implica que quedan afuera de los grupos prioritarios personas que padecen un amplio rango de enfermedades, que podrían poner en riesgo su vida en caso de contagiarse COVID-19.
En Chile ese grupo es mucho más abarcativo. Según lo informado en el portal de vacunación oficial, se incluye como grupo de riesgo a personas de entre 18 y 59 años que además de las patologías contempladas en Argentina padecen otras, como enfermedades neurológicas, hepatitis crónica, enfermedades metabólicas, hipertensión en tratamiento farmacológico, enfermedades autoinmunes (como el Lupus, la enfermedad de Crohn o la artritis reumatoidea), así como inmunodeficiencias (congénitas o adquiridas) y enfermedades mentales graves.
El manejo de la crisis sanitaria
¿Qué pasó con el avance de la enfermedad en el vecino país en este año de pandemia? Mientras que Argentina acumula 2.185.747 casos positivos, Chile suma 879.485. Sin embargo, por las diferencias poblacionales, en términos de incidencia (casos por cada 100.000 habitantes), el indicador es muy similar: 4.905 para Argentina y 4.696 para Chile.
Algo parecido ocurre con los fallecidos. Argentina tuvo su primer fallecido el 7 de marzo del año pasado - un hombre de 64 años que había regresado de Francia-, y acumula 53.578 víctimas fatales por la enfermedad. En tanto, Chile registra a la fecha 21.451 muertos, desde el 21 de marzo cuando se produjo el primer deceso de una mujer de 81 años, contagiada por un familiar que había llegado de afuera. Sin embargo, si se analiza la letalidad, este indicador es de 2 muertos por cada 100 contagiados, tanto en Argentina como en Chile.
En mortalidad, Argentina registra 1.202 decesos por cada millón de habitantes, y Chile, 1.145. En cuanto a los recuperados, Argentina ya tiene al 90 % de los pacientes con el alta médica, mientras que Chile tiene al 94%. De estos indicadores surge que el impacto de la pandemia fue similar en ambos países.
Sin embargo, difieren en la cantidad de pacientes activos. En Argentina hay 3.530 pacientes cursando activamente la enfermedad por cada millón de habitantes, mientras que en Chile hay poco más de la mitad: 1.958. Este indicador revela una mejor gestión de la pandemia del otro lado de la Cordillera, ya que permite administrar mejor los recursos y evitar el colapso sanitario.
No obstante, el ministro Paris advirtió ayer “que es importante equilibrar” el proceso de la vacunación con el avance de la pandemia, y es por eso que ratificó la decisión de restringir algunas medidas durante el mes de marzo, por lo cual, pidió un último esfuerzo a las personas. “Espero que este último esfuerzo sea tomado con mucha responsabilidad por la población, que respete la cuarentena del fin de semana, que respete el toque de queda, los aforos, para evitar que el virus siga diseminándose. Tenemos una cantidad importante de pacientes en cuidados intensivos y la edad de los pacientes está cambiando bruscamente, es decir, tenemos muchos más pacientes entre 49 y 59 de edad, que entre los adultos mayores que se han portado mucho mejor y que además están avanzando en la vacunación”, señaló.
En Argentina, el gobierno de Alberto Fernández evaluó ayer junto a sus ministros las medidas restrictivas que se adoptarán sobre el ingreso y el egreso de personas al territorio argentino, con la disminución porcentual de vuelos al exterior y mayores controles en las fronteras. Horas más tarde decidió extender hasta el 9 de abril el distanciamiento social por el COVID, pero evitó aplicar nuevas restricciones.
En el Gobierno apuestan a que no lleguen las nuevas cepas del coronavirus al país y que arriben más vacunas. “Queremos ganar tiempo para avanzar con la vacunación y enfocarnos en la campaña de comunicación sobre la segunda ola, tanto a nivel regional como local”, le dijo una fuente oficial a Infobae, que también destacó que “el objetivo principal es acelerar la cantidad de dosis que llegan desde el exterior y el ritmo de vacunación”. Vizzotti, como nueva ministra de Salud que está tratando de hacer pie después del escándalo del “vacunatorio vip”, sabe que en ese proceso se juega mucho más que un tema sanitario de la población. Las elecciones son en apenas unos meses. Y sobre el final del invierno.
Cómo se procesó la información
Para el desarrollo de este informe se consultó la base de datos abiertos del Gobierno Nacional, con el reporte acumulado de vacunas, por día, por tipo de dosis y por provincia.
También se consultó la progresión diaria del programa nacional de vacunación, por jurisdicción del sitio CovidStats, que actualiza diariamente Mauro Infantino. Para el caso de Chile, se consultó el monitor oficial de ese país y los partes oficiales con proporcionados ayer a las 18 por el Ministerio de Salud de ese país.
Los datos a nivel mundial se tomaron de la base de datos del portal “Our World in Data” (Nuestro mundo en datos) , que actualizan diariamente investigadores de la Universidad de Oxford, en conjunto con la organización Global Change Data Lab.
Para visualizar y descargar la hoja de cálculo, con sus pestañas a nivel mundial y nacional, siga este enlace.
Con la colaboración de Cristián Torres, desde Chile.
Visualizaciones intercativas: Daniela Czibener
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