El Gobierno confirmó esta mañana que la semana que viene llegarán al país otras 3 millones de dosis de la vacuna Sinopharm fabricada en China. Será la segunda remesa que arribará desde Beijing tras el primer envío de 1 millón que ya se empezó a aplicar al personal docente.
Ese desarrollo por ahora sólo fue aprobado para ser aplicado en la población de entre 18 y 59 años, por eso no se emplea en adultos mayores.
El presidente Alberto Fernández había anticipado el lunes pasado en una entrevista televisiva que un nuevo acuerdo con Sinopharm era inminente. También informó en ese reportaje que se había logrado “con la Federación Rusa fijar un cronograma de entregas que todas las semanas nos permita contar con vacunas Sputnik V”. Todavía no hubo novedades respecto de este anuncio a nivel oficial.
El Presidente había agregado: “Hemos comprado tres millones de vacunas adicionales a Sinopharm. Se supone que en lo que queda de marzo tendrían que estar entrando otras 580 mil dosis de Astrazeneca”. De esta última variedad, la que se fabrica en conjunto con la Universidad de Oxford y cuyo nombre comercial es Covishield, nuestro país ya recibió un embarque desde la India el 17 de febrero, también con 580 mil dosis.
Por las vacunas de Sinopharm que llegarán la semana próxima el contrato con el laboratorio chino se terminó de cerrar ayer. Requieren para su traslado una refrigeración de entre 2 ºC y 8 °C. Para embalarlas se utilizan “envirotainers”, que son contenedores especiales con control activo de temperatura. La vez anterior, el 25 de febrero a última hora de la noche, la primera carga de un millón de dosis arribó en dos tandas. La primera en un avión de Aerolíneas Argentinas que cargó 904 mil y el resto en la bodega de una aeronave de KLM-Air France que decoló en Ezeiza tres días más tarde. Aún se desconoce la logística a emplear en esta ocasión.
Con las vacunas que se traerán de China seguirá el plan de vacunar a los docentes que faltan inocular. Si se suman estos 3 millones de dosis, la vacuna china pasaría a ser la mayoritaria en el país, superando en presencia a la rusa Sputnik, de la que hasta ahora se recibieron un total de 2.470.000 dosis.
Luego del escándalo desatado por el “Vacunatorio VIP” que funcionó en el Hospital Posadas y en el Ministerio de Salud, que le costó el despido al ministro Ginés González García, la nueva ministra Carla Vizzotti aprobó el uso de la Sinopharm en Argentina tras las sugerencias de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) pero solo para la población de entre 18 y 60 años.
El Presidente también expresó en ese reportaje televisivo que antes del invierno “mi deseo era llegar a las 13 millones de personas que son personas de riesgo vacunadas y yo aspiro a que esto se pueda cumplir lo antes posible”. Hasta el momento el plan de vacunación marcha más lento de lo previsto. Según el Monitor Público de Vacunación, ya fueron aplicadas 1.919.074 dosis, de las cuales 1.564.555 son primeras dosis y 354.519 recibieron la segunda. Esto implica que apenas el 0,8 de la población recibió ambas.
Sobre el incumplimiento en las entregas que complicó los planes originales del Gobierno, el primer mandatario sostuvo en esa oportunidad: “Yo anuncié lo que dice el contrato, lo que pasa es que alguien incumplió el contrato. Puedo entender ese incumplimiento, muchos creyeron poder escalar en la producción y no lo lograron. Y la Argentina está entre los países que siguen recibiendo vacunas. Para mí es una obsesión que se vacunen todos. Voy a seguir trabajando para eso. Si la Federación Rusa puede cumplir con lo último que hemos acordado, que semanalmente llegue un número importante de vacunas para seguir escalando en la vacunación, y llega lo de Astrazeneca vamos a estar muy tranquilos”.