El ex senador nacional Federico Pinedo ventiló una percepción sobre la interna del PRO, cuando crece la disputa entre los distintos sectores de Juntos por el Cambio para renovar el liderazgo de la coalición. El abogado, quien -asegura-“habla con todo el mundo” en el partido amarillo, abonó a la idea de que la ex gobernadora María Eugenia Vidal está distanciada del ruedo político y los álgidos debates internos cotidianos.
“Hablo más con Macri, Larreta y Bullrich que con Vidal”, aseguró hoy el ex presidente provisional del Senado. Para el dirigente, la antecesora de Axel Kicillof “está como retirada de la cosa práctica, del día a día”. “Por lo menos, así la siento yo”, remarcó, al ser consultado en una entrevista por el el programa “Ahora Dicen”, en FM FutuRock.
Desde la derrota electoral de 2019, la ex mandataria mantuvo un bajo perfil con algunas actividades partidarias y públicas ocasionales. Y si bien suele participar de los Zoom entre los dirigentes de Juntos por el Cambio, su silencio desorienta a propios y extraños.
La ex gobernadora bonaerense tiene previsto finalizar sus 16 meses de inactividad política a principios de abril, en coincidencia con el lanzamiento de su libro “Mi camino”. Se trata de una serie de memorias sobre los cuatro años de gestión en la Provincia de Buenos Aires. A partir de entonces comenzará a hablar con los medios y a realizar recorridas en el país.
Mauricio Macri comentó su preocupación por la estrategia de la ex gobernadora, como lo confesó la semana pasada en un encuentro con dos referentes del PRO. Sus allegados insisten que reaparecerá en abril, pero no está claro cuál será los objetivos de la ex gobernadora.
Desde el plano electoral, la ex diputada Elisa Carrió le aconsejó a no presentarse como candidata a diputada en la provincia de Buenos Aires para las próximas elecciones, ya que una nueva derrota contra el Frente de Todos sería un golpe político fuerte para su proyecto presidencial. Mientras tanto, desde su entorno tratan de dilucidar el problema de cómo sostener un nivel alto de exposición desde el llano que le prepare el camino hacia la máxima candidatura en 2023.
En una de sus últimas apariciones públicas, Vidal ensayó una autocrítica sobre sus años de gestión y la elección perdida en el 2019. “Nos habíamos empezado a alejar de la gente, a tomar distancia. Hay una parte de nosotros que dejó de escuchar. Fue en los últimos dos años. Sobre todo después de las elecciones de 2017″, aseguró, haciendo principal hincapié en el triunfo electoral en los comicios de medio término que, en ese entonces, fortalecieron el poder de Cambiemos en territorio bonaerense.
En aquella actividad, del ciclo “Política en vivo: conversaciones para pensar el hoy” del diputado nacional Fabio Quetglas, bajó un mensaje hacia el interior de Juntos por el Cambio. “La pregunta no es solo si podemos volver a ganar, sino si podemos hacer un buen gobierno”, consideró, y completó entonces: “Para un buen gobierno se necesita el 50% de los votos. Es verdad. Pero se necesita más que eso. Hay que gobernar con otros”.
Mientras Vidal aún define sus pasos a seguir, el jefe de Gobierno porteño y la presidenta del PRO son dos de los principales adversarios en la interna del PRO. Ambos sostienen un diálogo cordial, pero mantienen diferencias políticas sobre la orientación de la coalición. Mientras Rodríguez Larreta defiende una línea “anti grieta” que convoque a sectores moderados del peronismo y de la UCR, en el caso de Bullrich quieren representar al ala más confrontativa de la oposición social, que incluye a los jóvenes liberales que “defienden la libertad” y se sienten identificados en figuras como José Luis Espert o Javier Milei.
En esa puja de facciones está en juego los futuros cargos para las elecciones. Todos quieren decidir no solo quién encabezará la lista de diputados sino también mantener una mayor injerencia en el armado de la nómina.
Vidal tuvo su último acto institucional recientemente, el domingo 28 de febrero. Fue designada como veedora y jefa de la misión electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para las elecciones legislativas que se realizaron en El Salvador. Aquel nombramiento generó un contrapunto entre el kirchnerismo y el titular de la OEA, Luis Almagro.
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