Facundo Moyano, diputado del Frente de Todos, aseguró este miércoles que no tiene previsto vacunarse contra el coronavirus porque se trata de una enfermedad ”muy psicosomática y muy rara”. Así, se diferenció de su padre y de los integrantes de su familia que ya se vacunaron en medio del escándalo por los allegados al poder que se adelantaron a los grupos de riesgo.
“No estoy vacunado y tampoco me voy a vacunar. Por más que me toque, no me voy a vacunar... es como que no le siento buen olor al virus; tengo una cuestión personal de credibilidad y un análisis profundo de la pandemia en general... visiones de poder, geopolítica... es largo, pero no me convence el coronavirus directamente”, aseguró en declaraciones a Radio FM Urbana.
En tal sentido, el legislador reveló que tuvo dos veces coronavirus sin ningún síntoma y consideró que el virus “es una cosas muy psicosomática y muy rara. Analizando la geopolítica tampoco llego a conclusiones acertadas o precisas, así que no me vacunaría, ni con la Sputnik ni con ninguna”.
Al ser consultado sobre la vacunación de su padre, Facundo Moyano afirmó: “Me parece que este tema se aclaró, voló un ministro, tampoco va a volar el Presidente por eso… fueron errores que se cometieron y ya está”, agregó sobre la polémica.
A fines de febrero se conoció que Hugo Moyano, su esposa Liliana Zulet y su hijo menor, Jerónimo, de 20 años, se vacunaron contra el COVID-19 como integrantes de la planta de empleados del Sanatorio Antártida.
“Estoy vacunado porque soy el presidente de dos obras sociales y por la edad que tengo. No formé parte para nada de ninguna nómina de vacunados VIP. Mi esposa y mi pibe trabajan en el sanatorio. Se corren muchos riesgos al frente del sanatorio. La provisión la hizo el Gobierno de la Ciudad para todos aquellos que tenemos relación con el Sanatorio Antártida”, se había justificado el dirigente que fue considerado “ejemplar” por Alberto Fernández.
Sin embargo, ninguno de los tres estaba incluido como miembro de ese establecimiento de salud en la planilla que recibió originariamente el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires antes de destinarle las dosis de la Sputnik V.
La Justicia ya está investigando las denuncias sobre irregularidades en la aplicación de vacunas a funcionarios, políticos, sindicalistas, militantes, familiares y amigos y podría intervenir si se comprueba que Moyano incumplió el protocolo de vacunación del Ministerio de Salud de la Nación.
Luego de sus dichos en la entrevista con María O´Donnell, el propio Facundo Moyano aclaró en redes sociales que su postura es absolutamente personal y que está “a favor de la medicina y de la política sanitaria que se está aplicando”.
Hace dos semanas, de las 1,8 millones de dosis que habían llegado al país, se habían aplicado menos de la mitad, el 46%. Hasta hoy, según los datos del Monitor Público de Vacunación, Argentina dispone de 4.050.540 dosis, de las cuales se aplicaron hasta ahora 1.864.536 dosis.
Para la segunda aplicación hay que esperar un determinado tiempo. En el caso de la rusa Sputnik V y la china Sinopharm ese plazo es de 21 días. En cuanto a la Covishield del laboratorio AstraZeneca/Oxford, el período entre dosis se amplía de 4 a 12 semanas.
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