El gobierno bonaerense reconoció que hubo un contacto con la ensayista Beatriz Sarlo para que forme parte de la campaña de concientización para la vacuna que Axel Kicillof, gobernador provincial, y su equipo habían anunciado el 26 de enero en conferencia de prensa desde Villa Gesell “dada la enorme campaña antivacuna”.
La ministra de Comunicación Pública bonaerense, Jesica Rey, explicó ante Infobae: “Nosotros empezamos a trabajar en una campaña de concientización. Buscamos que diferentes personalidades del mundo de la cultura, del espectáculo y del deporte se sacaran una foto cuando se vacunaran y subieran en sus redes sociales o en las distintas notas que hicieran que confiaban en la vacuna”.
La funcionaria continuó: “En ese marco se le preguntó a Sarlo si quería sumarse a la campaña. No implicaba salirse de ningún marco del protocolo establecido”.
Este miércoles, Sarlo declaró ante la Justicia luego de deslizar en TN que le habían “ofrecido la vacuna por debajo de la mesa”. Del testimonio de la ensayista de este miércoles se desprendió que la invitación a vacunarse se la había ofrecido la esposa de Kicillof, la doctora en Letras Soledad Quereilhac.
Si bien a Sarlo se le ofreció ser parte del programa de concientización para darse la vacuna contra el coronavirus, “ese plan quedó freezado cuando la inscripción a través del portal Vacunate PBA fue tomando ritmo”, explican en La Plata.
En el gobierno bonaerense también explican que “ante la continua campaña de desinformación que promovía dudas respecto a la eficacia de la vacuna y provocaba un lento proceso de inscripción, desde la Provincia se empezó a diseñar una campaña de concientización para llegar a diferentes grupos poblacionales”.
El 26 de enero, el propio Kicillof anunció que se iban a destinar 100 vacunas para la campaña de concientización. Para eso se convocaría a referentes de cultura, deporte e intelectuales para que se vacunaran públicamente con el objetivo de generar confianza.
Cuatro días antes, el 22 de enero, desde el gobierno se había iniciado el diálogo, por distintos medios, con referentes de distintas áreas para convocarlos a participar de la campaña de difusión masiva.
Uno de los nombres que surgieron en los distintos intercambios fue el de Beatriz Sarlo. La escritora cumplía con el requisito de pertenecer a uno de los grupos privilegiados establecidos por la campaña de vacunación por tener más de 60 años. Se pensó en ella por ser una personalidad destacada en el ámbito de la cultura y la academia con una amplia trayectoria y reconocimiento y, además, una orientación política no cercana a la del gobierno de la provincia de Buenos Aires.
Efectivamente, fue Quereilhac la persona que aportó el nombre de Sarlo. La esposa del gobernador. Ese 22 de enero, Quereilhac se contactó con Carlos Díaz, el director editorial de Siglo XXI (la editorial que publica los trabajos tanto de Kicillof y Quereilhac como de Sarlo), para consultarlo sobre la oportunidad de hacerle llegar a Sarlo la posibilidad de sumarse a la mencionada campaña de concientización. El contacto entre Díaz y Sarlo fue, como reveló Infobae, por mail.
El mismo día, a las 12:16, Díaz envía el primer mail a Sarlo para comentarle de la iniciativa. “Es una campaña bien pensada (o sea, no le van a dar un uso político berreta, pero claramente es la campaña a favor de la vacunación de la Provincia de BA)”. “Es todo ‘por derecha’, nada trucho. Mucha gente conocida se va a vacunar y la idea es que después comenten que ya lo hicieron, que se saquen una foto o que su nombre circule en listas de personalidades que dieron el paso. Sabés que a mí no se me juega nada en esto así si decís que sí o que no todo me parecerá muy bien. Decime qué te parece y contá conmigo para gestionar los detalles en caso de que aceptes”, le detalla Díaz a Sarlo.
La declaración de la escritora llega a la investigación que se lleva adelante en la Justicia federal por la vacunación vip en el Ministerio de Salud de la Nación y Sarlo es llamada como testigo. Este miércoles activó una bomba que el gobierno bonaerense intentó desactivar de inmediato al aclarar que efectivamente el contacto existió como parte de la campaña de concientización.
En el Ejecutivo también aclaran que como el 2 de febrero la revista científica The Lancet publicó los estudios que avalan la eficacia de la vacuna Sputnik V “se desmoronaron los argumentos antivacunas” y la inscripción al programa provincial, optativo, público y gratuito aumentó considerablemente, lo que echó por tierra la idea de avanzar con la campaña de concientización.
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