Gloria Edith del Corazón de Jesús Vilchez es la madre de las tres hijas del ex secretario de Transporte del kirchnerismo. Tiene 65 años y en 1978 se casó con Ricardo Jaime a quien conoció cuando trabajaban en el mismo edificio de la administración pública cordobesa. Estuvo casada durante unos 20 años con Jaime, trabajó como periodista y como empleada pública, tanto en Santa Cruz como en Córdoba, provincias en las que vivió junto a su ex esposo y sus hijas.
Fue testigo en el caso de enriquecimiento ilícito que está en juicio, en el que son imputados su ex esposo y también Julieta, una de sus tres hijas. Todas las semanas a través de la plataforma Zoom, el Tribunal Oral Federal 6 realiza audiencias del juicio en el que Jaime está acusado por cuatro casos de corrupción. Los jueces son Julio Panelo, Fernando Canero, José Martínez Sobrino y Ricardo Basílico. La fiscal a cargo de la acusación es Gabriela Baigún.
El testimonio de Vilchez -presenciado por Infobae a tráves de Zoom- era interesante para la fiscal Baigún porque la mujer sabe cómo vivía Jaime antes de llegar al gobierno nacional, cuando modificó sus gustos y acrecentó su patrimonio mediante la utilización de múltiples testaferros. Uno de esos testaferros es su hija Julieta.
Vilchez contó cómo fue el inicio de la pareja a fines de los ´70 y por qué se mudaron de Córdoba a Caleta Olivia, Santa Cruz, el lugar en el que Jaime conocería a quien fue su amigo y jefe político: Néstor Kirchner. Jaime -ingeniero agrimensor- llegó a Caleta Olivia, después de la guerra de Malvinas, para trabajar como empleado público en el Instituto de la Vivienda y para hacer algunas mensuras de modo privado.
Compraron una casa con un crédito. Se hicieron de abajo. Ambos consiguieron empleos estatales. Vilchez recordó que Jaime había sido concejal y presidente del Concejo Deliberante de Caleta Olivia. Y rememoró que cuando se fueron de Córdoba a Santa Cruz, lo planearon “para hacer diferencia”. “Obviamente, como todos, queríamos superarnos”, dijo. Aseguró que con ambos empleos podían “ahorrar”. Vilchez dijo que mientras vivían en el sur fueron construyendo la casa en la que ella aún vive en Córdoba.
De Caleta Olivia se mudaron a Río Gallegos. Primero alquilaban y luego compraron vivienda con un crédito. En la capital santacruceña se acrecentó no solo la entrañable amistad con Kirchner sino también su volumen como funcionario público. En 1991 fue nombrado ministro secretario general de la Gobernación y luego ocupó el cargo equivalente al de ministro de Educación de la provincia.
Vilchez explicó que se separó de hecho de Jaime alrededor de 1998. Y que se mudó de Santa Cruz a Córdoba. En 1999 Jaime dejó a Kirchner y se sumó al gobierno de José Manuel de la Sota. Fue el segundo del actual juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Juan Carlos Maqueda, en el ministerio de Educación de Córdoba. Por entonces Jaime vivía en un modesto departamento en Córdoba capital.
Separados en 1998 formalizaron el divorcio recién en 2007 cuando Jaime llevaba cuatro años como secretario de Transporte. Estuvo en su cargo en el gobierno nacional –con Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner- hasta después de las elecciones de 2009. En mayo de aquel año se había revelado que Jaime era dueño de un avión de cuatro millones de dólares. Se lo enjuicia por enriquecimiento ilícito porque además de un avión tuvo un barco de un millón de dólares y varios bienes que no pudo justificar en los tribunales.
La fiscal Baigún quiso saber qué bienes se dividieron en el divorcio. Vilchez no recordaba que hubiera nada más que la casa donde ella vive y un departamento en Córdoba. La fiscal le preguntó quién la había representado en el divorcio. Y Vilchez nombró a Mariela Baldi, abogada de estrecha relación con los Jaime.
Baldi dijo en el expediente sobre el enriquecimiento ilícito de Jaime que ella empleó a Julieta Jaime para que justificara sus ingresos. También aseguró que su padre le había prestado dinero a la hija de Jaime para la compra de una casa en Carlos Paz. A la justicia no le alcanzaron esos argumentos y la hija de Jaime también está enjuiciada porque sus bienes se compraron con dinero de la corrupción de su padre.
Finalmente Baldi trabajó para medios de comunicación que compraron testaferros de Jaime en la provincia de Córdoba. Baigún le preguntó a Vilchez si Baldi le había informado de otros bienes para repartir en el divorcio. Dijo que “no”. También le preguntó si sabía que su abogada en el divorcio había trabajado para Jaime. Dijo que “no sabía”.
Vilchez señaló que fue “directora de comunicación social de la Provincia de Santa Cruz” y que ganó un Martín Fierro del interior como animadora y conductora por un programa que tenía en LU14, Radio Provincia de Santa Cruz. Trabajó en la municipalidad de Córdoba y se jubiló.
Se definió como periodista retirada y criticó el modo en el que los medios han cubierto los múltiples casos de corrupción en los que está imputado su ex marido.
La fiscal le preguntó si sabía de qué se lo acusaba a Jaime: “Me entero por los diarios. No doy fe de lo que dicen los medios sobre la fortuna de Jaime. No estoy conforme con los que dicen los colegas. Muchos medios no son objetivos. No es el periodismo que yo estudié. Yo estudié objetivo y la verdad. Lamentablemente la prensa en este país no es así. No conozco cuáles son los bienes de Jaime. Ricardo Jaime siempre fue un laburante, siempre se vistió de manera impecable. Cuando trabajó con Néstor Kirchner en el sur trabajaba 24 horas todos los días.”
La fiscal preguntó si se había enterado de que Jaime tenía un avión y un barco. “Solo por los medios. No creo lo que dicen los diarios”, contestó. Tras aclarar que lo hacía con sumo respeto, la fiscal le preguntó si le creía más a los medios o a Jaime quien le había sido infiel, tal como ella misma había admitido minutos antes en su declaración: “Son cosas diferentes, totalmente diferentes”, respondió Vilchez.
En su testimonio Vilchez explicó que no tuvo ninguna relación con Jaime desde que el cordobés llegó a la Capital para ser secretario de Transporte de los Kirchner. Solo mantuvo contacto por cuestiones familiares.
La fiscal Baigún le exhibió entonces facturas de la agencia de turismo Rotamund emitidos a su nombre y pagados por Jaime -no se sabe si a título personal o como funcionario-. Rotamund era la compañía que le vendía los pasajes al ministerio de Planificación del que dependía la secretaría de Jaime. La fiscal le explicó que en el expediente había ocho o nueve de esas facturas que indicaban que Jaime le había abonado pasajes en avión a Córdoba. Vilchez no supo qué contestar. Aseguró no recordar nada sobre esos pasajes y que cada vez que viajaba ella pagaba los tickets.
El juez Canero le preguntó si cuando se divorció de Jaime la pareja tenía ahorros en común. Solo recordó que ella había cobrado su “retiro voluntario” al irse de Santa Cruz. El juez también quiso saber si a partir de que Jaime fue secretario de Transporte sus hijas habían hecho viajes al exterior. “No. No. Que yo sepa no. Me encantaría tener respuestas para dar”, dijo Vilchez. Tal vez Vilchez no recuerde que entre los pasajeros que viajaron en el avión de cuatro millones de dólares de Jaime, estaban sus hijas Julieta y Romina y la hija de ella.
El de Jaime es uno de los tantos casos de corrupción que no puede adaptarse al argumento político que esgrime el kirchnerismo en la actualidad: el lawfare. Fue procesado por primera vez en abril de 2010, por el fallecido juez Claudio Bonadio, cuando aún Néstor Kirchner estaba vivo y la presidente era Fernández de Kirchner. En octubre de 2015, cuando aún gobernaba Fernández de Kirchner y no se sabía quién iba a ser el próximo presidente, Jaime fue condenado ya que admitió que había cobrado coimas de empresarios a los que debió haber controlado mientras fue funcionario público. La confesión se dio en la instancia de juicio del caso por el que había sido procesado en abril de 2010.
Tiene dos condenas firmes por casos de corrupción. Y debe ser revisada la condena que le dictaron por su responsabilidad en la Tragedia de Once. Está en juicio por otros cuatro casos de corrupción, uno de ellos es el de enriquecimiento ilícito. Está detenido desde 2016 cuando le dictaron prisión preventiva, decisión que los jueces del Tribunal Oral donde lo enjuician han revalidado. Se presume que el juicio tendrá un veredicto antes de fin de año.
Vilchez señaló que, desde que Jaime está detenido, no lo vio más y que no recuerda haber acompañado a sus hijas en alguna de las visitas a la cárcel de Ezeiza. En el último minuto de exposición, Vilchez pidió por la libertad de Jaime: “Está preso sin condena desde hace cinco años y mis hijas han sufrido mucho y padecen esa situación”, dijo antes de que terminara su participación en el Zoom.
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