“En Formosa el hotel donde paramos es de cinco estrellas. Es como que yo ponga un hotel de cinco estrellas en Fuerte Apache. La pobreza que hay en Formosa es muy grande, muy grande”, dijo en aquella ocasión Carlos Tévez. Era agosto de 2015 y el capitán de Boca estaba siendo entrevistado por Alejandro Fantino en el programa Animales Sueltos.
“Me había impresionado muchísimo”, dijo Tévez, aludiendo al contraste entre el lujo del lugar donde se alojaron y la pobreza que vio en la provincia de Gildo Insfrán.
Para colmo, el hotel en cuestión estaba aislado por “un paredón grande”, dijo. “Pasamos el paredón y de repente entramos al hotel... y era Las Vegas, con casino y todo”, recordó Tévez.
“Salías de ahí y la gente se estaba cagando de hambre”, contó.
La reacción no se hizo esperar. Desde el oficialismo provincial le llovieron insultos.
“Villerito europeizado”, “HDP” o “podrido de mierda” fueron algunos de los agravios -con discriminación incluida- que le dedicó desde su cuenta de Facebook Jorge Manuel Santander, asesor en la Jefatura de Gabinete de Ministros de Formosa, al delantero de Boca y de la Selección.
“LAVATE LA BOCA PARA HABLAR DE NOSOTROS HDP”, empezaba el posteo del funcionario provincial. Seguía una serie de reproches hacia quien, según Santander, había traicionado sus orígenes humildes y a los formoseños que lo habían recibido con cariño, para prestarse al discurso de “los enemigos del pueblo”.
La Argentina estaba en pleno proceso electoral de cara a las presidenciales de octubre en las que triunfó Mauricio Macri.
“Formosa pueblo generoso; pueblo que demuestra su amor y a veces calladamente recibe los golpes que devuelven los amados sin razón ni porqués valederos”, agregó furioso el funcionario de Insfrán.
“Lo recibieron en el Aeropuerto con flores y besos, banderas y multitudes, pasión y calidez y él; villerito europeizado, le devolvió ese afecto a nuestro pueblo rebajándonos a mierda”, siguió. Y luego vino la usual insinuación de que el comentario de Tévez no era inocente sino que respondía a una intencionalidad política partidaria: “¿Cuánto te pagó Macri podrido de mierda?”, lanzó.
Jorge Manuel Santander se mostraba en su cuenta como ferviente defensor del “modelo” kirchnerista y de quien entonces era su candidato presidencial, Daniel Scioli, y obviamente también de Gildo Insfrán, que iba por su enésima reelección como gobernador.
Desde su exaltado oficialismo le resultó intolerable que Carlitos Tévez no ensalzara el modelo. En cambio, acusó, se había dejado cegar por “las luces del imperio.
“Es increíble que un hijo de la humildad del pueblo argentino haya perdido la mirada y se preste al discurso de los enemigos del pueblo, especialmente cuando ese pueblo humilde lo puso en el pedestal de sus elegidos elevándolo por su origen y por amor. La verdad es que las luces del imperio vuelven ciego a los que no están preparados”, escribió, aludiendo, una vez más, a los orígenes socialmente humildes de Carlos Tévez.
Finalmente, por si todo lo anterior no bastaba, lo declaró persona non grata, al menos para el gobierno provincial: “Deseo fervientemente que jamás vuelva a nuestra tierra y no recuerde más a Formosa”.
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