Después del encendido discurso que pronunció el lunes último al inaugurar las sesiones legislativas de 2021, donde en reiteradas ocasiones se enojó con el rol de la oposición durante su gestión de gobierno e hizo hincapié en la necesidad de una profunda reforma judicial, el presidente Alberto Fernández visitó una de las provincias que no es de las consideradas “amigas”, aunque tampoco de las enemigas a ultranza. Este sábado viajó a Mendoza por primera vez en su mandato, donde fue recibido por el gobernador radical Rodolfo Suárez en el aeropuerto de El Plumerillo, junto a la IV Brigada Aérea de la Fuerza Aérea y la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti.
Se trata de un gesto más de distensión luego de un distanciamiento marcado entre ambos y antes de la fugaz recorrida que hizo el primer mandatario por la tierra cuyana. El Presidente viajó acompañado por el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; y de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi. En el local del INTA ya estaba el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.
En la recepción y en el desayuno que compartió con dirigentes de otras corrientes políticas en la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y a la que estuvieron invitados empresarios de las bodegas y productores locales en el marco del Día de la Vendimia, intentó continuar en una senda de cierta neutralidad. Cada año se le envía una invitación al Presidente de la Nación, pero en 2020 Alberto Fernández no estuvo presente ya que la fecha de la celebración local, antes de que estallara la pandemia de coronavirus, coincidió con su gira por Europa. En representación suya había ido el ministro del Interior.
La última vez que se produjo un encuentro entre el Presidente y el gobernador fue en octubre de 2020 en la Casa Rosada. En aquella oportunidad, el mandatario provincial firmó un préstamo para obtener 3 millones de pesos. Ahora Suárez le transmitirá su intención de reforzar un plan de obras públicas en su provincia, algo que ya se empezó a cristalizar con Gabriel Katopodis, el ministro de Obras Públicas de la Nación, cuando a fines de febrero se reunieron en Mendoza y firmaron una serie de acuerdos que incluyeron el mejoramiento de rutas y otras obras de infraestructura.
El jueves de esta semana Suárez visitó, fuera de agenda, al ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro y a Silvina Batakis, secretaria de Provincias, en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada, y se llevó algunas buenas noticias. Después de ese diálogo al que calificaron como “muy fructífero”, el mendocino obtuvo el compromiso de que se hará una planta para residuos cloacales en la localidad de Tunuyán mediante un fondo fiduciario y se acordó que harán “una prueba piloto” que permita el ingreso de turistas chilenos que ya hayan recibido su vacuna contra el Covid-19 al territorio cuyano.
Además allí se habló de la posibilidad de que Suárez pueda viajar a Israel junto a otros jefes provinciales con el objetivo de conocer sistemas de riego desarrollados en aquel país. En ese sentido, De Pedro dijo que están trabajando con la embajadora de Israel en nuestro país, Galit Ronen, porque “ellos tienen una tecnología para la administración, el manejo y la utilización del agua que queremos aplicar en provincias como Mendoza para incrementar su capacidad productiva”.
La provisión de agua para el riego que permitiría grandes beneficios principalmente para incrementar la producción de vinos es uno de los temas que Suárez prioriza.
Con la concurrencia del Presidente al desayuno en Coviar se sentirán “despechados” en el otro grupo de productores congregados en Bodegas de Argentina AC, donde figuran la mayoría de los establecimientos más importantes de la zona. Coviar es un desprendimiento de este grupo. Allí también está presente la famosa “grieta”.
En ese encuentro también confluirán otros dirigentes. Está la senadora Fernández Sagasti, presidenta del Partido Justicialista y una de las más cercanas a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien hace rato que no comparte un acto oficial con el Gobernador. La última vez que se vieron fue en septiembre en un acto de entrega de viviendas en la localidad de Maipú. En las huestes de Suárez están molestos con el peronismo por su negativa a sentarse a discutir sobre una posible reforma a la Constitución local.
Respecto de la “prueba piloto” que se realizará con turistas provenientes de Chile (también hay intenciones del Gobierno Nacional de hacerlo con Bolivia y las provincias del Norte argentino) Fernández, en las últimas horas antes de confirmar su viaje, se reunió con el embajador chileno en Buenos Aires, Nicolás Monckeberg, y le cursó una invitación al presidente trasandino Sebastián Piñera para que visite nuestro país próximamente.
Otro actor importante de la política mendocina que compartirá espacio, café y facturas en ese desayuno será el ahora diputado nacional Alfredo Cornejo (el antecesor en el cargo de Suárez) quien habitualmente critica con dureza cada acción de Fernández.
Alberto Fernández había dejado afuera al gobernador Suárez de la comitiva oficial cuando estuvo en Chile. En cambio viajó Sergio Uñac, gobernador de San Juan. También subsiste una relación tensa entre el oficialismo y la oposición mendocina. En los últimos días hubo cruces por la lista de vacunados, lo que potenció las diferencias.
El Presidente pretende retomar su agenda en el interior, donde construye vínculos con los gobernadores de cara a las elecciones primarias, que todavía no tienen fecha confirmada. La visita a esta provincia de Cuyo estaba pendiente en la agenda del jefe de Estado.
La campaña no empezó, pero Alberto Fernández prioriza las visitas al interior. Hace dos semanas había adelantado su regreso desde México para participar de un encuentro de gobernadores del Norte Grande en Corrientes -otro distrito opositor, conducido por el radical Gustavo Valdés- por el natalicio de San Martín. Y el jueves estuvo en Santiago del Estero con el oficialista Gerardo Zamora para inaugurar el estadio Madre de Ciudades y también firmó convenios y anunció distintas obras.
Por la pandemia en esta ocasión no habrá Fiesta de la Vendimia de manera presencial. El acto central consistirá en la proyección a las 22 de una película de una hora de duración con la participación de 1.000 artistas mendocinos, que fue dirigida por los directores históricos de esta celebración icónica. Alberto Fernández no se quedará junto a su comitiva hasta esa hora en Mendoza, se volverá antes.
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