Luego de las criticas a la iniciativa por parte de organizaciones ambientalistas y científicas, y de las manifestaciones que lograron frenar momentáneamente su tratamiento en la Legislatura, en las últimas horas la Iglesia Católica también rechazó el proyecto que busca habilitar la megaminería en Chubut.
A través de un comunicado de su Comisión Ejecutiva, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) defendió la postura del obispado de esa provincia, que reclama “que se escuche a todos los actores sociales” en el marco de este debate.
El texto está firmado por las principales autoridades del organismo: su presidente, Oscar Ojea, obispo de San Isidro; sus vicepresidentes, Mario Poli y Marcelo Colombo, arzobispos de Buenos Aires y de Mendoza, respectivamente, y su secretario general, Carlos Malfa, obispo de Chascomús.
Los líderes religiosos comenzaron su argumento citando un fragmento de la encíclica Laudato si’ del papa Francisco que señala la importancia de “crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecno económico terminen arrasando no sólo con la política sino también con la libertad y la justicia”.
“Expresamos nuestro total apoyo a los obispos de las Diócesis de la provincia de Chubut, que con firmeza y compromiso han pedido en reiteradas ocasiones que se escuche a todos los actores sociales, y al pueblo chubutense en su conjunto, que en su mayoría se manifiestan contrarios al proyecto de megaminería, de inminente tratamiento en la legislatura provincial. Cabe destacar que también el CONICET se ha expresado negativamente”, remarcó el comunicado.
En este sentido, la CEA aseguró que el organismo valora “el camino recorrido en estos años por las diócesis de la región Patagonia-Comahue y especialmente de Chubut en su reflexión sobre la explotación minera”.
En este punto, la cúpula de la Iglesia Católica recordó el mensaje de Navidad que dieron los obispos de estas regiones del país en el año 2009, cuando cuestionaron a las empresas multinacionales “que hacen aquí lo que no se les permite en países desarrollados o del llamado primer mundo”.
“Generalmente, al cesar sus actividades y al retirarse, dejan grandes pasivos humanos y ambientales, como la desocupación, pueblos sin vida, agotamiento de algunas reservas naturales, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres, cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se pueden sostener”, criticaron en aquella oportunidad.
Ante esta situación, la Conferencia Episcopal respaldó el pedido de los obispos de Chubut, que en noviembre del año pasado reclamaron “que se busquen otros caminos, que incluyan tiempos prolongados de información y formación ecuánime en los respectivos protocolos, y la necesidad de la consulta popular”.
“Los pobladores de la meseta tienen que tener un lugar especial en esta búsqueda de soluciones. De esta manera, podrán aportar su opinión, y ser verdaderos protagonistas de su destino. Invocamos a la Virgen, nuestra Madre, para que ilumine las mentes y los corazones de nuestros dirigentes, cuando se presentan situaciones de extrema delicadeza en el cuidado ambiental y social”, cerró el comunicado.
La iniciativa oficial busca permitir la minería metalífera química, de plata, cobre y plomo, en algunas zonas de la provincia, como Telsen y Gastre, pero es activamente resistida por buena parte de los movimientos sociales chubutenses. Se trata de la reglamentación de la Ley 5.001 que prohíbe la megaminería con uso de cianuro en la jurisdicción, pero que en uno de sus artículos habilita que se determinen áreas en las que podría permitirse.
Este jueves, la Legislatura local suspendió la sesión durante la cual se pretendía habilitar estos cambios normativos, debido a las manifestaciones que se registraron durante toda la madrugada por parte de grupos ambientalistas que se oponen al proyecto.
Anteriormente ya había fracasado una sesión extraordinaria prevista para inicios de febrero, en ese caso porque el oficialismo no contaba con los votos necesarios y seguía la discusión sobre la conveniencia de abordarlo en un año electoral, tal como lo contó Infobae.
Por su parte, la Mesa Técnica conformada por investigadores del Centro Nacional Patagónico (Cenpat) y del Conicet elaboraron un informe que alerta sobre las posibles consecuencias del desarrollo de la megaminería en la cuenca del río Chubut y señala la falta de agua en varias zonas de la provincia, como así también el rol de los acuíferos subterráneos, que potencialmente podrían contaminarse.
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