El Gobierno Nacional oficializó este viernes la designación de Sabino Vaca Narvaja como nuevo embajador en China. Lo eligió Alberto Fernández en reemplazo de Luis Kreckler, quien fue desplazado a fines de diciembre por la demora en la negociación para adquirir las vacunas contra el COVID-19 fabricadas por el laboratorio chino Sinopharm.
Vaca Narvaja tiene 45 años, es uno de los tres hijos de Fernando, uno de los líderes de la ex organización Montoneros durante la década del ’70 y hermano de Camilo, ex pareja de Florencia Kirchner. Pasó su infancia exiliado en La Habana. Licenciado en Ciencia Política, se convirtió en un experto del gigante asiático. De hecho había sido designado como representante especial para la Promoción Comercial e Inversiones en China, cargo del cual dejó de estar en funciones oficialmente con la publicación del Decreto 137/2021 que a la vez lo nombra como nuevo embajador.
A mediados de enero el gobierno de Xi Jinping aprobó rápidamente el plácet diplomático para que Vaca Narvaja reemplace a Kreclker. Pese a su experiencia como embajador en Brasil, Alemania y Suiza, Kreckler dejó China en medio de las negociaciones con Beijing para obtener 15 millones de dosis de la vacuna producida en ese país y a pocos meses del viaje que Alberto Fernández tiene en agenda para principios de mayo.
Cuando Fernández se inclinó por Vaca Narvaja justificó su decisión en declaraciones a la TV Pública: “Traté de simplificar las cosas, tengo un vínculo muy directo con Sabino Vaca Narvaja, que me ha demostrado en estos meses ser un extraordinario ejecutor de las cosas que necesita Argentina en China. No es alguien de carrera diplomática, pero ha estudiado a China durante años, conoce su funcionamiento como pocas personas en la Argentina”.
El funcionario, que está instalado en Beijing, publicó dos libros sobre el gigante asiático: ¿Por qué China? Miradas sobre la Asociación Estratégica Integral y China, América Latina y la geopolítica de la nueva ruta de la seda. Desde hace años se ocupa de estudiar las relaciones políticas con ese país. Trabajó varios años en el Senado y luego en la Cancillería argentina junto a Rafael Bielsa y con Jorge Taiana.
Luego de ser elegido por el Presidente argentino, y a la espera de que el Senado aprobase su pliego, Vaca Narvaja se encargó de agilizar las negociaciones para la provisión de vacunas contra el COVID-19. El acuerdo se cerró en la primera semana de febrero: por cada vacuna china el Estado argentino paga 40 dólares y Sinopharm proveerá a la medida de los pedidos ordenados por el Ministerio de Salud. Las primeras 904.000 dosis llegaron la semana pasada de Beijing en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, lo que significó hasta el momento el mayor cargamento de vacunas adquiridas.
Según la cartera sanitaria nacional, la primera etapa de distribución contempla el envío a todas las jurisdicciones del país de un total de 492.400 dosis asignadas en base a la población de cada distrito. Por el momento su aplicación será a personas menores de 60 años, ya que aún no cuenta con aprobación para adultos mayores.
De este modo, se asignó a la provincia de Buenos Aires un total de 186.400 dosis (38,66% de población total); a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 33.300 (6,78%); Catamarca, 4.500 (0,92%); Chaco, 13.500 (2,65%); Chubut, 7.200 (1,36%); Córdoba, 40.500 (8,29%); Corrientes, 12.600 (2,47%); Entre Ríos, 15.300 (3,05%); Formosa, 7.200 (1,33%); Jujuy, 9.000 (1,7%); La Pampa, 4.500 (0,79%); La Rioja, 4.500 (0,87%); Mendoza, 21.600 (4,39%); Misiones, 13.500 (2,78%); Neuquén, 7.200 (1,46%); Río Negro, 8.100 (1,65%); Salta, 15.300 (3,14%); San Juan, 9.000 (1,72%); San Luis, 5.400 (1,12%); Santa Cruz, 4.500 (0,81%); Santa Fe, 37.800 (7,79%); Santiago del Estero, 10.800 (2,16%); Tierra del Fuego, 2.700 (0,38%); y Tucumán, 18.000 (3,73%).
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