El presidente Alberto Fernández retomó este viernes la polémica por los vacunados vip al encabezar un acto junto a Axel Kicillof y otros funcionarios en la provincia de Buenos Aires.
El jefe de Estado recordó que algunos sectores de la oposición habían planteado reparos sobre la calidad de la vacuna rusa Sputnik V. Por ese motivo, pretendía ser uno de los primeros en inocularse para generar confianza en la ciudadanía pero no podía hacerlo porque la fórmula aún no había sido recomendada para mayores de 60 años.
“Entonces le pedí a Axel (Kicillof) que se la diera él para empezar a inspirar confianza. Después, cuando fue autorizada, me vacuné yo, Ginés, Cristina, Daniel (por Gollán) para inspirar confianza. Y no me pregunten cómo, pero terminamos en un listado de vacunados vip como si lo hubiéramos hecho a escondidas y lo único que hicimos es mostrarle al público que nos estábamos vacunando para terminar con la objetiva difamación que decía que no era confiable la vacuna”, aseguró.
La frase marca el discurso zigzagueante que ha mantenido el Presidente sobre el tema. Luego de haber echado a su ministro de Salud Ginés González García por el escándalo, este viernes intentó reivindicar su gestión de la pandemia en contraposición a la actitud que tuvieron algunos referentes de Juntos por el Cambio.
“Lo que más me duele es que todos los que dijeron esas cosas no fueron capaces de traerme una idea para conseguir vacunas. Sólo proponían era que los argentinos salieran a la calle en defensa de la libertad como si uno se las estuviera restringiendo. Y así lo que provocaron es que los contagios perduraran en el tiempo”, continuó.
El discurso, pronunciado este mediodía en Ituzaingó, estuvo plagado de dardos a los principales referentes de Juntos por el Cambio.
A Horacio Rodríguez Larreta, el mandatario le recriminó haber entregado vacunas “a instituciones privadas” para beneficiar “a sus afiliados”. Y a la ex gobernadora María Eugenia Vidal, que emerge como posible candidata para las elecciones legislativas de este año, no haber inaugurado los hospitales cuya construcción había concluido durante el segundo mandato de Cristina Kirchner.
“Nadie quiere más que yo la unidad de los argentinos y que la grieta se cierre, pero no me pidan que sea cómplice de la crueldad de lo que han hecho. Porque callarme lo que han hecho con los hospitales no lo voy a hacer. Callarme sobre cómo han derruido la salud pública no lo voy a hacer. Callarme sobre cómo han derruido la educación pública no lo voy a hacer. ¿Saben por qué? Porque ahí hay una cola de gente que quiere vacunarse y si no estaría este hospital no sabrían dónde vacunarse”, continuó.
Y avanzó: “Yo lo que les pido es que cuando todo este pase, acuérdense que hubo un tiempo en que alguien decía que hacer hospitales estaba de más; otros decían que hay gente que tiene mala suerte en caer en la escuela pública; y había otros que decían que acá lo importante es parar con las universidades”.
“Y acuérdense que hubo un virus imperceptible a la vida humana que fue capaz de dar la vuelta al mundo y ese mundo lo podemos hacer mejor. Si lo queremos hacer mejor, tengamos memoria. Hay otros que quisieron prevalecer la rentabilidad y sólo les llenaron la cabeza para que no se vacunen y elegían la muerte antes que la vida”, completó.
El mandatario habló en el marco de una visita al Hospital del Bicentenario de la localidad bonaerense de Ituzaingó donde se celebró que Argentina haya pasado el primer millón de vacunados contra el coronavirus.
Según el Monitor Público de Vacunación, al día de hoy se realizaron 1.357.596 aplicaciones de vacunas, de un total de 2.231.310 dosis distribuidas en forma equitativa en todo el país. Del total de vacunados, 1.030.504 fueron inoculados con la primera dosis y 327.092 con las dos dosis.
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