Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich mantuvieron un encuentro para intentar limar asperezas políticas y ordenar la interna en Juntos por el Cambio. No hubo un cara a cara como hubieran preferido ambos dirigentes: la reunión debió hacerse en forma virtual porque el jefe de Gobierno de la Ciudad continuará aislado en su domicilio hasta el domingo luego de las vacaciones que compartió con su familia en Brasil.
Tampoco estuvieron solos. Rodríguez Larreta convocó a su vicejefe de Gobierno, Diego Santilli. La ex ministra de Seguridad extendió la invitación a Gerardo Milman y a Maximiliano Ferraro.
El diálogo, realizado el lunes por la tarde, transcurrió en un clima cordial, pero una vez más quedaron expuestas diferentes miradas políticas de cómo se debe construir una alternativa de poder para las elecciones legislativas de este año y, en una segunda instancia, para las presidenciales de 2023.
En el entorno de Bullrich lo explican así: “Nosotros creemos que tenemos que representar a los movimientos sociales y juveniles que defienden la libertad porque si no lo hacemos podemos tener una fuga de ciudadanos que nos apoyan hacia otros espacios políticos”.
Y reflexionan: “Luego el tema de ser moderados o duros no depende de nosotros, sino del kirchnerismo. Si ellos quieren hacer una comisión para echar a los jueces, nosotros tenemos que ser duros, no queda otra”.
El mensaje alude a la decisión del senador Oscar Parrilli de activar una comisión bicameral para investigar e interrogar jueces, iniciativa que fue avalada por la Casa Rosada.
Rodíguez Larreta llevó a la reunión el mismo mensaje “anti-grieta” que expresó en el final de su discurso remoto en la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Está convencido de que el país necesita dirigentes capaces de unir a la oposición y al oficialismo y no alimentar sus diferencias. No le molesta que dentro de Juntos por el Cambio convivan distintas miradas que -en caso de ser necesario- luego diriman sus diferencias en elecciones primarias.
“Yo siempre voy a estar para terminar con la grieta. Creo que este año busqué más que nunca dialogar y hacer acuerdos, porque la gente lo que menos quiere es vernos pelear”, dijo ante los legisladores.
En su equipo hacen un balance positivo de su exposición de ayer. “Sin saber qué iba a decir Alberto Fernández ante el Congreso Nacional, Horacio apostó una vez más por la unión de los argentinos y el Presidente hizo todo lo contrario por lo que la contraposición de discursos fue muy elocuente”, dicen.
También minimizan las diferencias con Bullrich. “Horacio y Patricia se llevan mucho mejor que lo que ustedes escriben y se reúnen mucho más seguido de lo que ustedes se enteran”, repiten.
Bullrich tiene una mirada más cruda y la expresó en el zoom de ayer: “Las mayorías se construyen representando causas y creemos que la mirada de la socialdemocracia es antigua y nunca sirvió en la Argentina”.
El viaje a Brasil
En el equipo de Rodríguez Larreta siguen discutiendo la polémica generada por el viaje del jefe de Gobierno a Brasil con su familia en un vuelo privado. El yerro quedó expuesto con la ausencia del mandatario ayer en la Legislatura en uno de los actos institucionales más importantes del año.
El dirigente responsabilizó a su equipo. Jura que le prometieron que no había impedimentos legales y que no tendría problemas para cumplir con su agenda habitual al regresar a Buenos Aires. Es más, le dijo a su entorno que si hubiese sabido que no podría estar presencialmente en la Legislatura, las vacaciones se hubieran postergado o suspendido.
Rodríguez Larreta se pasó la tarde del domingo hablando con abogados y analizando distintas alternativas. Finalmente decidió no exponerse a una denuncia penal y prefirió aislarse. Le explicaron que Alberto Fernández pudo continuar con su agenda pública luego de la visita a México porque había regresado de un viaje oficial de Estado. En su caso, al tratarse de una cuestión personal, se abría una ventana para que le recriminaran que no había cumplido con una cuarentena que últimamente cayó en desuso porque el gobierno porteño testea a todas las personas que ingresan a la Capital Federal por el aeropuerto internacional de Ezeiza. En esos operativos ya se hicieron más de 700 mil pruebas PCR.
Mientras tanto, Rodríguez Larreta trabajará desde su casa. Fiel a su estilo, intercala los zoom de gestión con las reuniones políticas. Piensa, analiza y evalúa con su equipo diferentes estrategias y escenarios. Hoy arrancó temprano, cerca de las 8.
Recientemente tomó una decisión. Tras la promoción de Juan Maquieyra, no habrá más cambios en el gabinete hasta que se confirmen quiénes serán candidatos en las legislativas de este año. Tiene en claro que su ministro de Salud, Fernán Quirós, emerge como una carta ganadora para cualquier lista, pero por ahora no lo ve en el barro electoral. Para que eso sucediera, la pandemia tendría que estar totalmente superada, algo que por ahora parece lejano. Quirós no solo es la cara visible de la lucha contra el coronavirus en la Capital Federal. En la coqueta sede de Uspallata lo consideran además uno de los mejores voceros de la gestión y por ahora quieren preservar ese capital.