Con la sensación del “déjà vu”, jueces y fiscales escucharon el discurso que el presidente Alberto Fernández dio ayer ante la Asamblea Legislativa para inaugurar las sesiones ordinarias. Nada de lo que dijo pareció llamarles la atención. Es más: ya sabían que se venían las críticas. Lo único que faltaba era saber en qué dimensión serían. Por eso, lo que más los indignó, esta vez, no fue que insistiera en reclamar reformas o aludir a los manejos oscuros con servicios de inteligencia, como hace un año, sino que asegurara que los jueces o fiscales no pagan ganancias. Indignó sobre todo, a los que sí las pagan. Las asociaciones que representan a magistrados, que ya vienen trabajando en la demanda judicial por las intimaciones de la ANSeS para emplazar jubilaciones, preparaban un comunicado para responder las palabras del jefe de Estado.
Que le “pegara” al fiscal Carlos Stornelli o al juez Martín Irurzun se convirtió en una historia repetida para los observadores de tribunales, pero lo que sí sorprendió fue la embestida contra la Corte Suprema de Justicia. No porque el jefe de Estado no la hubiera criticado antes, sobre todo después del fallo de los jueces trasladados y la sentencia contra e. el ex vicepresidente Amado Boudou, sino porque hizo foco, en particular, sobre la jueza Elena Highton de Nolasco, la más cercana al presidente, amiga de la ministra de Justicia Marcela Losardo y la única que estuvo presente en la Casa Rosada en la presentación de la reforma judicial, proyecto que el titular del Ejecutivo volvió a pedir aprobar -con las modificaciones que se le quiera hacer-.
En esos carriles versó la interpretación que hicieron en el Palacio de Tribunales y en la sede de Comodoro Py de las palabras del presidente. Y también las dudas que dejó al pedirle al Congreso que hiciera un “control cruzado” sobre el funcionamiento de la Justicia. Se especulaba así con más investigaciones de la comisión bicameral de inteligencia, que apuntalaron este año las causas del espionaje macrista; o de la comisión de control del Ministerio Público Fiscal, desde donde se buscó desplazar por ahora sin éxito al procurador interino Eduardo Casal. Fue también uno de los diputados kirchneristas, Martín Soria, el que reveló la información sobre las visitas del camarista Gustavo Hornos -hoy presidente de la Cámara Federal de Casación- a la Casa Rosada en tiempos macristas.
Por eso, fueron varios los que repitieron el mismo comentario: “Alberto no nos habló a nosotros. Habló para Cristina”, resumió ante Infobae un camarista del edificio de Retiro.
Es que mientras criticaba la politización de la justicia, el presidente Alberto Fernández anunció, por primera vez, que su gobierno buscaba perseguir penalmente a la gestión de Mauricio Macri por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Causa que, no obstante, ya existe. “Los mismos que se quejan de la causa dólar futuro porque se judicializó la política económica abren causas por el FMI”, dijo al pasar un secretario judicial.
No fueron pocos de los consultados los que recordaron cuando a principios de su gobierno el presidente criticaba que “esta justicia que Macri usó para perseguir a Cristina seguramente lo va a perseguir a Macri ahora”. Y cuando la Vicepresidenta, que enfrenta casi las mismas causas judiciales que tenía el 10 de diciembre de 2019, aseguró: “No hay argentino más impune que Mauricio Macri”.
“Quisiera que en mis críticas al sistema judicial nadie vea rencor ni voluntad de favorecer a alguien -dijo ayer el Presidente-. Hablo como lo que soy. Un hombre que se ha criado en el mundo del derecho, que enseña a respetar la institucionalidad de la República y la vigencia de los valores democráticos”.
A lo largo de su alocución, el jefe de Estado volvió a pedir al Congreso la aprobación de la reforma judicial y del Ministerio Público y anunció la iniciativa para avanzar con la creación de un tribunal previo a la Corte Suprema que trate las cuestiones de arbitrariedad que llegan al máximo tribunal. Ese tipo de cuestiones son más del 80 por ciento de los planteos que llegan a la Corte. “Si lo crean, ese tribunal va a ser inconstitucional”, advirtió un magistrado con tranquilidad en diálogo con este medio.
“No puede ser que tengamos que trabajar sólo para responder ataque. Deberíamos ser mas serios y debatir ideas en busca de una verdadera reforma judicial -se quejó un magistrado del Palacio de Tribunales-.Lo más grave de todo es que abiertamente, desde el Poder Ejecutivo se le encomendó al Poder Legislativo controlar al Poder Judicial. Y fue dicho con tanta ligereza que lo hace más grave aún. Es una clara violación de los Poderes”.
De los anuncios en sí, “nada nuevo; todo lo que dijo ya lo escuchamos el año pasado”, resumió un fiscal. Otro juez afirmó: “acá no se necesita ni más tribunales, ni más juzgados, ni tribunales intermedios”. Y un tercero, al que el oficialismo mira con simpatía, opinó. “¿En vez de anunciar tantas reformas porque no le piden al Congreso que ponga en marcha el sistema acusatorio que es el verdadero cambio que la Justicia necesita?”
“La mayoría de las críticas sobre el Poder Judicial no le corresponden al Poder Judicial cambiarlas. ¿Quién dijo que el Poder Judicial vea mal cambiar el recurso 280 o las cuestiones de arbitrariedad? Pero el tema es para qué se quieren hacer”, reflexionó otra voz de tribunales. “Un problema tiene solución, un dilema no. Y Alberto Fernández con esto entró a un dilema. Plantea la reforma judicial pero no tiene los votos. Y después de tantos cascotes, no se sabe a dónde va a conseguir los votos”.
Lo que sí provocó malestar fue los “errores” que, dicen, transmitió el jefe de Estado en su discurso, cuando insistió en ver a los jueces como un sector privilegiado de la sociedad. “Ha dicho disparates. El presidente ha perdido el foco”, se enojó ante Infobae un camarista un rato después del discurso presidencial. “¿Cómo puede decir que los jueces no pagan ganancias? Hay más de 250 jueces de 900 a nivel nacional y federal que pagan ese impuesto porque hay una ley votada hace cuatro años que así lo dispuso. Que los nuevos que entran al Poder Judicial lo paguen. El presidente está por firmar el pliego de un juez para la Cámara Federal que fue abogado de Cristina Kirchner (Roberto Boico). ¿Acá no sabe que va a pagar ganancias? “.
Dos magistrados más coincidieron al sostener: “Se quejó de los fueros de Stornelli cuando tenía sentada al lado a Cristina Kirchner, que no fue detenida precisamente por sus fueros... Es claro que habló para congraciarse con el Instituto Patria... Este fue un mensaje para adentro, no para nosotros”.
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