Mónica Frade fue declarada “huésped de honor” por un grupo de vecinos de Clorinda, provincia de Formosa, la noche del viernes 26 de febrero. Había asistido a participar de un acto para protestar por las condiciones restrictivas de circulación en la localidad formoseña de ochenta mil habitantes, limítrofe con Paraguay. Aquel viernes se cumplían 180 días de aislamiento arbitrario, vigente desde el 31 de agosto de 2020. Los concurrentes vestían uniformes y sombreros a rayas negras y blancas horizontales para ilustrar el sentimiento de encierro.
La oriunda de Quilmes y diputada nacional por la provincia de Buenos Aires asistió a la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso vestida de presa, con una leyenda elocuente: “31-08-20, Clorinda”. En su butaca, también había una careta del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y un gorro de presidiario. Frade hizo público su vestuario a través de sus redes sociales: “Esperando al Presidente de la Nación y a la vicepresidente señora Kirchner, prontos a comenzar el inicio del nuevo año legislativo”.
La dirigente de la Coalición Cívica reforzó su causa por la situación sanitaria en Formosa con esta aparición pública teñida de ironía y sarcasmo. Había liderado una convocatoria con el diputado Waldo Wolff que contó con la presencia de casi 1.500 personas. La presencia de los funcionarios de Juntos por el Cambio convulsionó la provincia. Llegaron al aeropuerto de Resistencia, Chaco, a las 13:11 del viernes en el vuelo AR 1780 de Aerolíneas Argentinas. Arribaron a la capital formoseña cinco horas después. Denunciaron que vivieron una odisea, con rutas cortadas por manifestantes, con caminos bloqueados por movimientos sociales, con un operativo hostil, habiendo sido declarados “personas no gratas” en varios municipios. Una vez dentro de Clorinda fueron escoltados por vecinos y llegaron al acto tres horas después de lo previsto.
En el acto, realizado en la Plaza de la Madre del centro de la ciudad formoseña, se blandieron las pancartas de “Clorinda libre” y “Las promesas se cumplen. Ellos vuelven. No estamos solos”. Los vecinos exteriorizaron sus experiencias y sus vivencias en el marco de las restricciones de circulación del gobierno local y se las transmitieron en persona a los diputados de la oposición.
La idea del traje de preso lo impulsó Myriam Filipini, una mujer que quedó detenida luego de intentar colocar una bandera en la camioneta de Aníbal Gómez, ministro de Desarrollo Humano de Formosa. La bandera era argentina e incluía la frase “Clorinda libre”. La mujer participaba de una convocatoria en el frente del Hospital de Clorinda, donde se encontraba el ministro. Rápidamente un cordón de efectivos policiales custodió la zona y avanzó contra los manifestantes. Tras la detención, los vecinos decidieron trasladarse hasta la comisaría donde alojaron y dejaron incomunicada a la manifestante de 47 años.
Por su parte, Frade y Wolff estuvieron 48 horas en Formosa, donde denunciaron “180 días de sitio y violación de los derechos humanos”. A través de un comunicado informaron que habían asistido a un acto “en el que la ciudadanía reclamó por un absurdo sitio medieval que ya lleva 180 días”. El mismo viernes, la diputada publicó una imagen del encuentro con vecinos acompañada por una frase contundente: “Insfrán dictador. El pueblo será libre, a pesar de tus deseos”.
Al día siguiente, desde el Aeropuerto de Resistencia, anunciaron que no iban a faltar a las manifestaciones en contra del gobierno nacional que se celebraron el sábado 27 de febrero en varias ciudades del país. Hoy, en el inicio de las sesiones legislativas, relanzaron y expusieron el conflicto y la controversia que se vive en Clorinda, donde solo pueden salir o ingresar con hisopado negativo y por doce horas. Wolff lució un barbijo rojo que decía “Clorinda libre” y Frade se vistió de presa con el número de interno que emula a la fecha en que la ciudad formoseña quedó bloqueada por disposición del Ejecutivo provincial.
Los diputados de la oposición también criticaron el discurso del presidente Alberto Fernández desde sus cuentas de Twitter. Wolff, entre otras cosas, dijo: “Definitivamente el presidente vino al Congreso a darnos clase de moral con la bragueta abierta”. Mientras que Frade disparó: “El presidente en pleno ‘delirium tremens’... un médico urgente”.
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