Al igual que Horacio Rodríguez Larreta y Alberto Fernández, Axel Kicillof inauguró las sesiones ordinarias de la Legislatura bonaerense este primero de marzo y enfocó su discurso en realizar un balance positivo de su gestión de la pandemia del coronavirus. También hizo varios anuncios y expresó varias críticas a lo hecho por María Eugenia Vidal durante los cuatro años de su gobierno.
“Si bien es un año electoral, la campaña con la que estamos obsesionados es la de vacunación”, señaló el Gobernador e insistió con que hay que generar consciencia: “No me voy a olvidar de que algunos trataron de boicotear la vacunación. Muchos de los que nos exigen más velocidad para aplicarlas nos acusaban antes de envenenamiento”.
Luego, sin mencionarlo, hizo referencia al Vacunatorio VIP que se instaló en el Ministerio de Salud y en el Hospital Posadas: “Tenemos que tener bien claro quien se vacunó para aplicar una segunda dosis. Esto nunca se ha hecho. Por lo que ocurrió hemos agregado un botón en la página para denunciar a aquellos que consigan la vacuna cuando no corresponda o que mientan. Va a ser muy difícil, advierto, ver si alguno de ellos no tiene un certificado genuino pero no pienso contratar a la Interpol para que esté al lado de cada jeringa. Habrá una declaración jurada, lo miraremos con detalle, pero tenemos que vacunar a la provincia de Buenos Aires”.
“Hoy hay medio millón de bonaerenses que van a poder recuperar o empezar a recuperar lo perdido, la vacuna no es el final pero es el principio del fin”, resaltó.
“Tenemos que estar orgullosos de haber llevado adelante una situación tan importante. La provincia que algunos insisten en llamar inviable desde la comodidad de las redacciones, sus sillones y computadoras, va a cumplir un año con el sistema sanitario en pie sin dejar a ningún bonaerense sin cama, sin atención, sin respirador”, manifestó el Gobernador al inició de su discurso, que se extendió por más de dos horas.
Además, afirmó que el año afectado por el coronavirus “no mató los objetivos” de su gobierno y que junto a su equipo están “poniendo los cimientos para construir la provincia de la pospandemia”. También aprovechó para enviar un mensaje de agradecimiento a los médicos y enfermeros bonaerenses: “No me va alcanzar la vida para agradecer a los trabajadores y las trabajadoras de la salud, su trabajo heroico evitó una tragedia mayor”.
En sintonía con esto, añadió: “Un pueblo solidario, un gobierno protector y un Estado presente fueron las claves para amortiguar el golpe. Nuestra provincia está lista para empezar una etapa de reactivación y recuperación”.
También ratificó la importancia de la intervención estatal para reforzar el sistema de salud y asistir a los sectores más vulnerables: “La mano visible protectora y solidaria del Estado. Sin duda hubiera sido mucho peor mirar para otro lado. Si no tomamos decisiones rápidas no hubiera venido esa mano visible a aumentar los respiradores, a pagar los IFE, los ATP. Pese a todo lo que faltó, pese a lo que sufrimos y los errores que se pueden haber cometido tenemos que estar orgullosos de que dimos esta pelea”.
Aquí aprovechó para lanzar fuertes críticas a los cuatro años de gestión de María Eugenia Vidal: “Hubo un ‘industricidio’. Los trabajadores y las pymes fueron los que más sufrieron. La inflación acumulada fue de 280% y el último año tuvo la inflación más grande desde 1991. Entre 2016 y 2019 el gasto público se redujo 10 puntos”.
“La salud sufrió un ajuste del 16%, la educación del 22%, la ciencia y la tecnología del 22%, la seguridad del 28% y los servicios sociales del 14 por ciento. Lo único que creció fueron los pagos de de deuda. La economía de nuestra provincia y nuestra provincia eran tierra arrasada”, completó.
Otro punto clave del discurso fue cuando se refirió a las tarifas. Primero destacó que pasó un año desde que no aumentan y luego anunció, al igual que Alberto Fernández, que serán desdolarizadas: “No se puede vivir poniendo tarifas a la gente que la gente no puede pagar. Vamos a desdolarizar las tarifas de los servicios públicos, no puede ser que sean pagadas en dólares”.
A la hora de hablar de inseguridad, dijo que el Ministerio que conduce Sergio Berni “tuvo un papel central en una pandemia que hizo modificar el mapa del delito” y lo argumentó con estadísticas elaborados por el ministerio y la Procuración bonaerense: “Los delitos prevenibles bajaron de 22 mil a 14 mil entre el último semestre del 2019 y el último del 2020, algo más de un tercio. Pero los prevenibles como situaciones de violencia familiar, de género, vecinal, crecieron de 20 mil a 32 mil mensual. Cambió el delito, mutó, como era inevitable durante la pandemia”.
También se refirió a la protesta de las fuerzas de seguridad que afectó gravemente al gobierno el año pasado y en la que debió intervenir Alberto Fernández: “Lo primero que hicimos fue hacer realidad un reclamo histórico y justo que fue equiparar salarialmente con los que están abajo en la pirámide y lentamente en toda la pirámide salarial, con nuestras fuerzas federales. Quintuplicamos el monto para la compra de uniformes, duplicamos los viáticos, pero también lanzamos uno de los planes de fortalecimiento de la seguridad en la provincia más grandes de los que se tenga memoria”.
Y remarcó la “adquisición de 2200 de móviles por un valor de 10 mil millones de pesos, la refacción de 96 comisarías y la puesta en marcha del instituto universitario Vucetich para avanzar en la profesionalización de la fuerza policial”.
Sobre la violencia de género, admitió que “continúa siendo un asunto crítico y pendiente” y dijo que se firmaron “convenios en 120 distritos para poner en marcha una inversión de un fondo especial de emergencia”. “Sabemos que lo actuado no es suficiente ni mucho menos, como lo demuestra el reciente y doloroso femicidio de Úrsula en Rojas”, sentenció.
Con respecto a la vuelta a clases, que se demoró debido a la pandemia, Kicillof comenzó diciendo que “cuando las cosas son riesgosas o pueden traer un escándalo o salen mal y están todo el día en la prensa y la tele porteña, pero cuando se hacen bien desaparecen y nunca más se habla de ellas” y luego sostuvo que “del 2009 al 2019 solamente iniciaron las clases en tres años en tiempo y forma, es decir, que la regularidad era que las clases no empezarán por conflictos gremiales”.
“Por segundo año consecutivo se llegó a un acuerdo con las maestras y maestros y tenemos al día de hoy inicio de la presencialidad en toda la provincia de Buenos Aires. No son enemigos, no están del otro lado. Nuestra provincia tiene 4 millones 150 mil alumnos y alumnas. La ciudad de Buenos Aires tiene 1 millón y medio nada más. Es mucho más complejo. Por eso es un trabajo que tiene que ver con transformaciones de fondo, no solo laborales e infraestructura”, cerró.
La reacción de la oposición
El discurso del gobernador fue recibido con fuertes críticas desde el arco opositor. El diputado provincial Alex Campbell advirtió que se trató de “palabras, relato, números sueltos que no dicen nada. Deja mucho que desear en un contexto crítico como el actual donde tanto el presidente como el gobernador dedican una gran parte de su discurso a echar culpas al gobierno anterior y a los medios, pero ni un autocrítica, ni un plan de mediano y largo plazo, ni hablar una convocatoria a la oposición para que juntos trabajemos para salir adelante”.
El legislador, que cuestionó que “no dio una sola explicación sobre la vacunación VIP”, no fue el único que cargó contra Kicillof. También desde Juntos por el Cambio, Susana Lazzari, “esperábamos una autocrítica, una explicación de lo que paso con las vacunas y de cómo va a seguir el plan. El gobernador debe ponerse a gobernar y dejar de dividir, de criticar la gestión de Cambiemos y asumir su responsabilidad en el pésimo manejo de la pandemia”.
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