Es como una suerte de examen de ingreso a una carrera universitaria. Lo rinden muchos, pero a la etapa final llegan pocos. Pero quienes estarán hoy frente a la hoja -en rigor una computadora- no serán juveniles estudiantes, sino mujeres y hombres con trayectoria y cargos con poder dentro de la justicia. Rendirán para llegar a uno de los lugares que más mira la política: la Cámara Federal de Comodoro Py.
El examen es el primer paso de todo concurso para cubrir una vacante de juez. Hoy a las 8:30 horas se debían presentar en un salón de Tecnópolis -buscado especialmente por la situación sanitaria por el coronavirus- los 110 postulantes que habían confirmado su presencia. Pero solo lo hicieron 55 de ellos, informaron a Infobae fuentes oficiales. Los que faltaron quedaron afuera del concurso.
Algunos de los que no fueron son los jueces federales de primera instancia de Comodoro Py Marcelo Martínez de Giorgi, Sebastián Ramos y Julián Ercolini y el magistrado federal de Lomas de Zamora Federico Villena, quien tuvo la causa del espionaje macrista hasta que fue apartado, entre los más conocidos del mundo judicial.
El concurso es para cubrir dos vacantes en la Sala I de la Cámara Federal. Son los lugares de Pablo Bertuzzi y Lepoldo Bruglia, los jueces trasladados a ese tribunal clave por el gobierno de Mauricio Macri, que fueron impugnados en el primer año de la administración de Alberto Fernández y cuya situación fue judicializada. La Corte Suprema de Justicia de la Nación dijo que los traslados no son definitivos y que esos lugares se deben cubrir con un concurso público, tal como establece la Constitución Nacional y por el que los magistrados no pasaron. La Corte le permitió a Bruglia y Bertuzzi presentarse al concurso y seguir en la Cámara Federal hasta que sus vacantes se cubran.
Bertuzzi se inscribió y se presentó esta mañana en Tecnópolisis, aunque sin chances de seguir en la Cámara aunque salga primero en el concurso porque es el propio gobierno que lo objetó el que debería elegirlo. Pero Bruglia no lo hizo. Algunos integrantes del oficialismo en el Consejo de la Magistratura de la Nación, el organismo a cargo de los concurso y donde fueron impugnados los traslados, se preguntaron si la no inscripción de Bruglia los habilita a plantear que el juez debía dejar el cargo en la Cámara ahora y no cuando finalice el concurso. Hubo charlas informales y alguna idea de cómo eso se podría plasmar eso en una decisión jurídica. “Pero no se va a hacer nada porque nos parece que no hay plafón. Bruglia estará en la Cámara hasta que termine el concurso”, le dijo a Infobae una fuente del Consejo.
Por fuera del concurso, Bertuzzi y Bruglia apuestan a seguir en la Cámara con una demanda internacional. Se presentaron en la Comisión Interamerciana de Derechos Humanos (CIDH) y demandaron al estado argentino y pidieron la suspensión del concurso.
Al concurso se inscribieron 138 personas pero 28 no confirmaron que iban a ir al examen, entre ellas Gabriela López Iñíguez, una de las jueces que el miércoles condenó al empresario Lázaro Báez por lavado de dinero. Por eso se esperaba esta mañana a 110, aunque habitualmente ocurre que el día del examen algunos que confirmaron finalmente no van. Eso pasó con más de la mitad.
“Siempre hay una baja importante. Muchos se inscriben y después no van por cuestiones laborales o porque desisten. Pero pasa especialmente en cargos donde sin aval político no llegas, como es este caso para la Cámara Federal”, le dijo a Infobae un hombre del Consejo de la Magistratura de la Nación, el órgano encargado de la selección de jueces.
Entre los que se presentaron a rendir hay muchos conocidos en el mundo judicial y de Comodoro Py, con cargos de peso. Entre ellos el juez federal de primera instancia de Comodoro Py Sebastián Casanello; los jueces de Penal Económico -un fuero que el gobierno busca unificar con Comodoro Py en la reforma a la justicia federal que tiene medio sanción del Senado- Diego Amarante, Pablo Yadarola y Javier López Biscayart; la fiscal federal de Lomas de Zamor que tiene la causa del espionaje durante el gobierno de Macri; Cecilia Incardona; el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak; el de Tucumán Fernando Poviña; y la jueza de instrucción Alejandra Provítola, que fue secretaria judicial del fiscal federal Carlos Stornelli. También gente que actualmente trabaja en la Cámara como las secretarias Susana Echeverría e Ivana Quinteros.
La Comisión de Selección del Consejo, presidida por la diputada peronista Graciela Camaño, eligió Tecnópolis, el centro de ciencia y tecnología ubicado en Villa Martelli e inaugurado en 2011 por Cristina Kirchner, para hacer el examen porque cuanta con salones amplios para mantener la distancia entre tanta gente y cumplir los protocolos que exige la pandemia del coronavirus. Se hará en un salón de 2.400 metros cuadrados. De hecho ahí se realizarán los exámenes de todos los concursos que convocó el Consejo. El año pasado por la pandemia no se hicieron exámenes. El primero será el de la Cámara Federal.
La prueba es un caso judicial que los jurados le presentan a los postulantes y que deben resolver en una sentencia. Tienen ocho horas para hacerlo. El jurado de este concurso está integrado por los docentes universitarios Javier de Luca (fiscal de la Cámara Federal de Casación Penal), Adolfo Ziulu (el juez federal de La Plata), Mirta Sotelo de Andreau y Laura Aguzin, que deben corregir los exámenes y entregar las notas.
El examen es el primer paso de varios de un concurso. También se analizan los antecedentes de los candidatos y se les pone un puntaje y tienen una entrevista personal con los integrantes del Consejo. También los resultados de las pruebas pueden ser impugnadas para su revisión. Con todo eso el Consejo elabora un orden de mérito de los mejores y lo envía al Poder Ejecutivo, donde continua el trámite de la selección. El gobierno opta por dos candidatos y manda sus nombres al Senado para su aprobación final.
La duración de todo el proceso es difícil establecerla y depende de varios factores, principalmente políticos. Hubo concursos que duraron 10 años como fue el caso de uno para la Cámara Federal de Comodoro Py. Pero la intención del oficialismo es acelerarlo todo lo posible. Están en juego dos lugares muy preciados. Para aprobar un concurso se necesitan nueve votos sobre los 13 integrantes del Consejo. Esa mayoría no la tiene por si sola ni el oficialismo ni la oposición. Deber llegar a un consenso o acudir a la rosca política.
Quienes llegan a la Sala I de la Cámara serán compañeros de Mariano Llorens. La Sala II está integrada por Martín Irurzun y Eduardo Farah, quien regreso a principio de mes. Y está muy cerca de ser designado Roberto Boico, abogado de la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa por la firma del memorándum con Irán, quien hoy tuvo su audiencia en el Senado. Cuando finalice el concurso y sean nombrados los nuevos jueces de la Sala I, la Cámara tendrá a sus seis jueces titulares después de 15 años.
Seguí leyendo: