Acompañado de su actual pareja, Lázaro Báez escuchó ayer el veredicto por la causa de “la ruta del dinero K” desde la casa donde cumple con prisión domiciliaria. No se sorprendió con la condena: sus abogados ya le habían anticipado que no había margen para ninguna sorpresa. Pero el empresario no esperaba una pena de 12 años, la misma que había pedido el fiscal Abel Córdoba. “Lo habían convencido de que iba a rondar los 8 años”, dijo a Infobae una fuente que conoce la interna familiar. Pese a la dura condena, que considera un mensaje político para un sector del Gobierno, Báez no tiene previsto romper el silencio.
Apenas terminó la lectura de la sentencia, Báez habló ayer con sus abogados y comenzaron a hacer cálculos. Fue una charla técnica, muy lejos de una descarga emocional. En pocos días, el empresario cumplirá 5 años de detención, sumando el tiempo que estuvo en la cárcel de Ezeiza y los meses que lleva en una casa de la provincia de Buenos Aires. Ahora solo aspira a bajar el monto de la condena en la Cámara de Casación, la primera instancia de apelación.
Báez, el empleado bancario que terminó siendo millonario de la mano de los Kirchner, fue condenado a 12 años de prisión por el delito de lavado de dinero agravado. En total fueron casi 60 millones de dólares, entre la maniobra de las cuentas en el exterior (55 millones) y la compra de un campo en Mendoza.
“Fue desproporcionada la condena en relación a otras causas por lavado”, se quejó uno de sus abogados. La defensa irá ahora detrás del voto minoritario de la jueza Gabriela López Iñíguez, que pidió una pena de 7 años y 6 meses para Báez, muy lejos del criterio de los otros dos jueces.
No fue la única diferencia entre los magistrados. Néstor Costabel y Adriana Palliotti votaron por tener en cuenta tanto la obra pública, que se juzga en el juicio de Vialidad, y la evasión como los delitos precedentes del lavado de dinero. En cambio, López Iñíguez optó solo por el delito tributario, dejando otra puerta abierta para las apelaciones del empresario K.
Las diferencias entre los jueces quedaron expuestas en la sentencia pero los detalles recién se confirmarán con la lectura de los fundamentos, el 26 de abril.
En la charla posterior con sus abogados, Báez también se sorprendió por la absolución de Fabián Rossi y Daniel Pérez Gadín por la compra del campo “El Carrizalejo”, uno de los hechos que se juzgaron en el juicio. “Estaba probado que ellos lo compraron para Lázaro y solo él fue condenado”, cuestionó uno de los defensores.
El empresario lamentó ayer la pena de 9 años para su hijo mayor, Martín, el único de los acusados en el juicio oral que sigue detenido en un penal, aunque en los últimos meses fue trasladado y mejoró sus condiciones de detención.
Báez aspira a que la situación de Martín se alivie en los próximos días. “Tiene la preventiva vencida. No se justifica que siga detenido, el juicio ya terminó, no puede entorpecer la investigación”, dicen sus abogados, que ahora buscan obtener una excarcelación o al menos una detención domiciliaria. Esa decisión está en manos del Tribunal Oral Federal 4, que hace poco tiempo prorrogó la preventiva de Martín hasta la primera semana de marzo.
El hijo menor del empresario, Leandro, siguió la lectura del veredicto desde el estudio de sus abogados, Roberto Herrera y Alejandro Baldini. Hace un mes se alejó de Río Gallegos, donde había protagonizado varios episodios confusos, y tiene previsto quedarse a trabajar en Buenos Aires junto a sus defensores, al menos por un tiempo.
La condena para Leandro, a 5 años de cárcel, fue una de las mayores sorpresas para toda la familia. Sus abogados aspiraban a que fuera acusado por una participación secundaria, al igual que las dos hijas de Báez, pero finalmente el tribunal entendió que era “partícipe necesario” de la maniobra y lo ubicó en el lote de las condenas más altas.
Antes de escuchar la sentencia, Leandro recibió un llamado telefónico de su padre. Es parte del acercamiento que tienen desde que llegó a Buenos Aires. De hecho, según pudo saber Infobae, Leandro visitó hace pocos días a su padre para festejar su cumpleaños. Fue un reencuentro familiar después de un largo distanciamiento por diferencias sobre el manejo de la causa judicial.
“Leandro se acercó al padre por pedido de su mamá, fue a visitarlo con su cuñada y los hijos de ambos”, contó una fuente de la familia.
La situación de Báez no se modificará en lo inmediato: seguirá cumpliendo con la prisión domiciliaria, mientras transita el largo proceso de apelaciones, que podría durar al menos dos años. Mientras tanto, el empresario seguirá participando del juicio de la obra pública, aunque en poco tiempo tendrá otros juicios orales.
Todas las condenas y absoluciones
1) Lázaro Antonio Báez, 12 años
2) Jorge Oscar Chueco, 8 años
3) Daniel Rodolfo Pérez Gadín, 8 años
4) Jorge Leonardo Fariña, 5 años
5) Martín Antonio Báez, 9 años
6) Leandro Antonio Báez, 5 años
7) Melina Soledad Báez, 3 años
8) Luciana Sabrina Báez, 3 años
9) Walter A. Zanzot, 5 años
10) Julio Enrique Mendoza, 6 años
11) Claudio Bustos, 4 años y 6 meses
12) Eduardo César Larrea (absuelto)
13) Walter Santiago Carradori (absuelto)
14) Fabián Virgilio Rossi, 5 años
15) Federico Elaskar, 4 años y 6 meses
16) Juan Carlos Molinari, 4 años y 6 meses
17) Mario Lisandro Acevedo Fernández, (absuelto)
18) Daniel Alejandro Bryn, 3 años
19) Juan Ignacio Pisano Costa, 2 años y 6 meses.
20) Sebastián Ariel Pérez Gadín (absuelto)
21) Alejandro Ons Costa, 4 años
22) César Gustavo Fernández, 5 años
23) Jorge N. Cerrota, 2 años y 6 meses.
24) Christian Martín Delli Quadri (absuelto)
25) Eduardo Guillermo Castro, 5 años
26) Martín Andrés Eraso, 4 años y 6 meses
27) Juan Alberto De Rasis, 6 años
Seguí leyendo: