Ricardo Antonio Guerra fue primer suplente en la lista por la que Carlos Menem accedió a una banca en el Senado cuatro años atrás. Hoy juró para ocupar su lugar tras la muerte del ex presidente el pasado 14 de febrero. Quien le tomó juramento fue Claudia Ledesma Abdala, al frente de la sesión Preparatoria, que reemplaza a Cristina Kirchner porque a su vez está a cargo del Poder Ejecutivo Nacional hasta el regreso de Alberto Fernández. En un palco siguieron la ceremonia Zulema María Eva Menem y el histórico secretario Ramón Hernández mientras en otro palco se sentaron el ex gobernador Sergio Casas y la actual vicegobernadora Florencia López, quien podría haber asumido en lugar de Menem pero renunció para continuar con su rol provincial. La bandera fue izada a media asta por José Mayans, jefe del bloque del Frente de Todos que viajó a Buenos Aires desde Formosa por primera vez en diez meses.
La primera intervención de Guerra fue para homenajear a Menem, como también lo hicieron los otros dos senadores por La Rioja, Clara Vega y el radical Julio Martínez, histórico adversario del peronismo.
Guerra, varias veces ministro de Economía riojano, prefirió leer su homenaje. “Honor y responsabilidad son los sentimientos que me embargan”, dijo sobre su asunción pero más que hablar de Menem hizo referencia a su tarea la que, prometió, estará “en línea de las metas y políticas nacionales cuyo gobierno defiendo y me siento parte”.
El interbloque Federal delegó en Vega el homenaje. La senadora habló en nombre de Carlos Reutemann y Juan Carlos Romero, que prefirieron que los representara ella como riojana a pesar de que ambos fueron gobernadores peronistas durante la gestión menemista. Vega lo describió como “el último caudillo carismático de la política argentina que ha marcado un antes y un después en el destino de este país”. Mientras Zulemita se secaba las lágrimas, la riojana agregó que Menem “soñó con una Argentina grande, inserta en el mundo y trató de hacer todo lo que estuvo a su alcance para lograrlo”. Y recordó el día en que volvió después de recuperar la libertad, preso en dictadura, y cómo corrieron los riojanos a la plaza para celebrar su primer triunfo electoral. También recordó los “embates y ataques” sobre todo después de dejar de ser presidente. Y lamentó que por la pandemia y su enfermedad no se haya podido celebrar sus 90 años el año pasado. Hasta defendió el indulto firmado por Menem “para que no haya más divisiones en el suelo argentino”.
Julio Martínez, radical, depuso sus históricas diferencias, recordó cuando Ricardo Balbín despidió a Juan Domingo Perón, destacó la historia política de Menem y habló de la interna contra Antonio Cafiero. “He sido un leal adversario del doctor Menem durante 45 años”, señaló y recordó que acompañaba a su padre a las elecciones “para que nos gane Menem”. “Cuarenta y cuatro años nos llevó ganarle en La Rioja, era una persona de un carisma inigualable, una empatía con la gente envidiable y digno de reconocer”, lo elogió a pesar de ser más joven.
“Cafiero era gobernador de la provincia más grande y tenía el apoyo de la mayoría de los gobernadores. Sus allegados le decían a Carlos ‘aceptá la vicepresidencia que te ofrece, no tenés el aparato, te va a ganar’. Y él le decía ustedes no saben nada, no saben lo que está pasando con la gente, ustedes no recorrieron el país, ustedes garanticen los fiscales que yo lleno las urnas de votos”, destacó y recordó una entrevista a Cristina Fernández en la que ella contó “que quería apoyar a Menem y Néstor Kirchner a Cafiero, y Néstor ganó la discusión y apoyaron a Cafiero”. Después destacó el pacto que hizo el fallecido senador con su antecesor, Raúl Alfonsín, para la reforma de la Constitución.
“Ha conservado el gran cariño y afecto de los riojanos”, consideró y agregó que “supo de lealtades y traiciones”, entre las que señaló al kirchnerismo y al peronismo que se alineó detrás de los nuevos gobernantes. “Se alineó la mayoría del justicialismo riojano con las nuevas conducciones, ahí hubo momentos difíciles para él, la calle Carlos Saúl Menem volvió a llamarse Laprida, el estadio Carlos Menem volvió a llamarse estadio municipal, bajaron sus cuadros, quedaron pocos amigos, pero gracias a Dios que al final de su vida lo reivindicaron y en 2017 fue candidato por todo el justicialismo y fue el candidato porque fue el que mejor medía de todos”. A Guerra le dio la bienvenida. “Lo conozco desde niño de Chilecito”, contó.
“Carlos Saúl Menem, descanse en paz”, se emocionó Martínez después de mencionar a la ex esposa de Menem, a sus hijos, nietos, a su hermano Eduardo, a su sobrino Adrián Menem e incluso al secretario histórico del dos veces presidente, Ramón Hernández. Zulemita lagrimeó y estiró su mano para tomar la de Hernández, sentado a su lado.
El cuarto homenaje fue del aliado Adolfo Rodríguez Saá. Fue el único discurso, además del de Guerra, de un hombre de la bancada del Frente de Todos. “Fue un personaje inigualable”, subrayó.
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