La última sesión del Senado en Extraordinarias arrancó con breves homenajes al ex presidente Carlos Menem, un fuerte reclamo de Juntos por el Cambio por la vacunación privilegiada a algunos “amigos del Gobierno”, la aprobación de los pliegos de tres nuevos embajadores y la media sanción de la Ley de Consenso Fiscal en la que el oficialismo logró el acompañamiento de una parte de la oposición. Juntos por el Cambio votó dividido: hubo ausentes a la hora de votar y votos positivos y negativos para un acuerdo que acompañaron los gobernadores de la oposición, excepto Horacio Rodríguez Larreta y las provincias peronistas de San Luis y La Pampa.
En el arranque, el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, exigió la interpelación del jefe de gabinete, Santiago Cafiero, y de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, para explicar los casos de funcionarios, amigos y ex funcionarios que fueron vacunados con la Sputnik V sin integrar los grupos designados como prioritarios.
El formoseño alzó la voz y consideró que el ahora ex ministro de Salud, Ginés González García, “fracasó en el minuto uno” de la pandemia. Habló de “la falta el respeto a los argentinos, a los abuelos, a los adultos mayores y a todos los que no tienen la posibilidad de tener ese atajo que tuvieron los amigos del Gobierno” en referencia a casos como el del periodista Horacio Verbitsky; el Procurador del Tesoro, Carlos Zannini; el ex presidente Eduardo Duhalde, su esposa e hijas y su secretario; algunos empresarios y, entre otros, médicos y funcionarios de varios ministerios que accedieron a la aplicación gracias a la intervención de la secretaría privada de Salud.
“Más allá de todo lo vergonzoso hay que buscar la credibilidad en un momento extremo”, insistió Naidenoff que reclamó a los senadores del Frente de Todos que voten a favor de la presencia de Cafiero. “Si no viene el jefe de Gabinete hay connivencia o complicidad, no alcanza con una lista tenemos que saber lo que ha pasado en cada provincia de la Argentina”, subrayó.
Después arrancó el debate sobre el Consenso Fiscal que no firmó la Ciudad de Buenos Aires. No firmó porque el acuerdo obliga a los distritos a desistir de toda demanda judicial y Rodríguez Larreta está a la espera de un fallo de la Corte Suprema por el recorte de transferencias desde Nación.
Sin embargo, hubo senadores de su propio partido que votaron a favor por lo que la ley logró la media sanción con 49 votos, 15 en contra y ninguna abstención. De Juntos por el Cambio acompañaron el riojano Julio Martínez, el mendocino Julio Cobos, el fueguino Pablo Blanco, el correntino Pedro Braillard Poccard, y la jujeña Silvia Giacoppo. Naidenoff, Humberto Schiavoni y Martín Lousteau estuvieron ausentes porque si bien estuvieron en forma presencial en el recinto se retiraron para participar de la conferencia de prensa de Juntos por el Cambio por el escándalo de las vacunas.
Por el oficialismo, el cordobés Carlos Caserio fue el miembro informante. “Este consenso tiene pilares muy importantes en materia tributaria provincial y nacional, se está buscando una armonización que permita recaudar de la manera más eficiente y que facilite la vida de los ciudadanos”, explicó el presidente de la comisión de Presupuesto.
El ex gobernador de Misiones, Maurice Closs, fue contundente: “Quiero advertir que hay ventajas, las provincias recuperan autonomía y se terminan las deudas en dólares. Voy a acompañar esto, ojalá que se cumpla y que podamos volver a crecer para no tener que discutir un nuevo pacto fiscal”.
Entre los principales puntos del Consenso figuran la suspensión hasta el 31 de diciembre de las exenciones y reducciones impositivas pactadas en 2017; se habilitará a las provincias firmantes a tomar deuda en pesos y también, una vez sancionada, se limitará el endeudamiento en dólares.
Uno de los discursos más fuertes fue el de Lousteau, que habló antes de partir hasta el Comité Nacional de la UCR en la calle Alsina, a dos cuadras del Congreso. “Si queremos cambiar la cultura de la apropiación del Estado, todos los que se vacunaron y no les correspondía deben pedir perdón y se deben abrir los datos de todas las jurisdicciones para conocer las listas”, arrancó. Y luego remarcó que “lo que es peor son las justificaciones, porque se apela a la solidaridad, la Ley de Solidaridad, el Impuesto solidario, pero cuando llegan las vacunas la solidaridad se evapora, porque se las apropiaron”. “Es una canallada tan grande que alguien me dijo algo que me hizo reflexionar, esto es lo mismo que cuándo en la guerra de las Malvinas algunos corruptos se apropiaban de lo que iba a nuestros conscriptos”, señaló el dirigente porteño.
Sobre la ley en debate, evaluó que con el consenso fiscal “por un lado vamos a dar piedra libre para volver a subir impuestos sin discutir en que vamos a gastar” en tanto afirmó que la Ley de blanqueo a la construcción es para “bajar bienes personales para un solo sector, no para todos, solo para un sector y sin ninguna explicación”.
“El que necesita un estimulo adicional para volcarlo a la construcción es porque tiene un porcentaje enorme de su patrimonio en negro y estamos dándole y el que tiene eso es alguien que realmente se llevó una parte del Estado”, reprochó.
Antes de la votación, el que se enfervorizó fue José Mayans, jefe del bloque del Frente de Todos. Culpó a la gestión de Mauricio Macri por el endeudamiento, la calificó como “una administración corrupta”, advirtió que “se falsearon datos” y habló de “inmoralidad” y “complicidad” de la bancada opositora. “Ya están listos para volver, con los mismos trolls, la misma agencia de publicidad”, cuestionó y aseveró que “hay niños que se mueren de hambre” por “el fracaso” del macrismo.
En la misma sesión se aprobaron los pliegos de tres embajadores a los que sólo les resta que el Presidente firme los decretos de designación. Se trata de Luis Ilarregui que irá a La Habana, Cuba; Ariel Basterio que tiene como destino Bolivia (dicen que Evo Morales pidió por él) y Sabino Vaca Narvaja que ya está a cargo de la representación en China. Ninguno tuvo votos en contra y en el caso de Basteiro, es la segunda vez que es votado por el Senado para el mismo cargo y por unanimidad.
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