El secretario general adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, llamó a un paro general en la rama de recolección de residuos y barrido de la Ciudad de Buenos Aires por el conflicto en la prestación del servicio, que se desencadenó por la intención del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de achicar gastos en el rubro de higiene urbana.
La medida entró en vigencia este martes, desde a las 6. Reclaman el pago de un bono por esencialidad y por “la insistencia” del gobierno porteño en recortar el servicio de recolección de la basura que, según se anunció, impactará en la jornada laboral de los trabajadores del sector con una “rebaja salarial de hasta 20.000 menos por mes”.
A través de un comunicado oficial, se informó que a las 8 se brindará una conferencia de prensa en la empresa de Recolección Urbasur, ubicada en la calle Brandsen 2720.
“El paro es hasta que la ciudad de Buenos Aires baje su soberbia”, definió esta mañana Pablo Moyano en diálogo con El Destape Radio, donde reclamó una reunión con los dirigentes del gremio. “Los trabajadores trabajaron durante toda la pandemia y los quieren premiar con una baja en el sueldo”, agregó.
En otras declaraciones en el marco de la protesta, Pablo Moyano precisó que están exigiendo a las empresas concesionarias de la Ciudad que se comprometan al pago del bono firmado en la paritaria camionera mediante un acta. La demanda incluye a los trabajadores que no están asistiendo a sus tareas por enfermedades preexistentes, factores de riesgo o por contagios por el COVID-19. Y ratificó su pedido de que “la Ciudad se deje de romper (sic) con querer achicar los costos de los trabajadores” y “presionar” a las concesionarias.
La tensión con el sindicato de Camioneros arrancó tras la quita de los recursos de la coparticipación federal definida por el presidente Alberto Fernández. A raíz de la caída de la recaudación, el Gobierno de la Ciudad revisó el gasto público y ajustó en varios rubros del presupuesto porteño. El de la recolección de residuos era uno de los servicios dónde recortar, aunque la decisión estuvo demorada por las negociaciones con el gremio que encabezan Hugo y Pablo Moyano.
En febrero, la pulseada volvió a escalar un peldaño más después de un nuevo cruce y el sindicato hizo llamados explícitos a que se adoptarían medidas de fuerza en caso de no llegar a un acuerdo.
“El Sindicato de Camioneros, tras reiteradas oportunidades de aviso de medidas, toma está determinación a causa del incumplimiento del pago del bono a los trabajadores esenciales, que durante los últimos meses expusieron su salud y la de sus familias, por mantener la higiene de la Ciudad de Buenos Aires, son castigados con la quita de días de trabajo, lo que significa una pérdida salarial”, señaló el sindicato.
En la Ciudad hay seis empresas concesionarias que prestan el servicio de recolección, por el que se abona una suma de $30.000 millones por año. El recorte previsto por el gobierno porteño es una reducción aproximada de $3.000 millones.
Según la parte sindical, ese achique impactará de manera directa en los salarios de los trabajadores de la actividad. La discusión es por el llamado “séptimo día”, el pago de los feriados y la frecuencia del servicio. En la actualidad, las firmas operadoras trabajan todos los días, mientras que los sábados se lleva adelante un servicio reducido del 50% en la Ciudad. En las zonas donde hay mayor turismo o cuentan con una complejidad específica, como los barrios populares, se refuerza el trabajo.
“La recolección de los residuos se hace de lunes a lunes, que es lo que pagan los vecinos a través del ABL (Alumbrado, Barrido y Limpieza)”, dijo Pablo Moyano en una de sus declaraciones sobre el conflicto.
De acuerdo a la información oficial, cada día se generan 8.000 toneladas de basura en promedio. Aproximadamente el 60% corresponden a residuos húmedos y el 40% a materiales que pueden ser recuperados.
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