La polémica que se desató luego de que se conociera que funcionarios y allegados al Gobierno se vacunaron en la sede del Ministerio de Salud de la Nación determinó que Ginés González García fuera forzado a renunciar. En menos de 24 horas, Alberto Fernández nombró a Carla Vizzotti, la ahora ex secretaria de Acceso a la Salud, al frente de la cartera sanitaria. Si bien en el oficialismo consideran que el Presidente tuvo una rápida reacción y ahora apuestan a dejar atrás el escándalo con la aprobación y la llegada de la vacuna china Sinopharm, todavía resta designar el reemplazo de Vizzotti. Y en esa dirección, ya se encuentra bajo análisis el primer candidato: Nicolás Kreplak.
La iniciativa surgió de los dirigentes del Gobierno nacional identificados con el kirchnerismo duro. En tanto, para el albertismo por ahora es solo el primer nombre que se tira arriba de la mesa y están evaluándolo.
Sin embargo, desde el entorno del gobierno provincial descartan ese y cualquier otro movimiento. “El equipo de Provincia de Buenos Aires no se toca”, afirmaron este domingo desde La Plata. A su vez, según pudo saber Infobae, hasta el momento ningún integrante del Gobierno se comunicó con Kreplak para acercarle la propuesta.
En este contexto, aunque el futuro del actual viceministro de Salud provincial todavía es incierto, trascendió que, en caso de ser designado en el puesto que dejó vacante Vizzotti, tendría la puerta abierta para avanzar con la reforma del sistema de salud.
Ese proyecto, materializado en un documento que en 2019 elaboró la Fundación Soberanía Sanitaria, encabezada justamente por el viceministro bonaerense, encendió las alarmas, por ejemplo, de los dirigentes de la CGT, quienes consideran que podría perjudicar a las obras sociales.
A mediados de enero, entre las primeras observaciones de los técnicos cegetistas figuró que dicho documento contiene “más enunciados de buena voluntad que medidas concretas” y que incluso uno de sus ejes es de muy difícil instrumentación: en sus primeros párrafos propone la “creación del Sistema Nacional Integrado de Salud Argentino (SNISA)”, al que definieron como “un sistema mixto con centralidad en el subsector público, de carácter federal, pero fortalecido y articulado en una red nacional, con municipios crecientemente involucrados en la construcción de un primer nivel con capacidad resolutiva”.
En esa dirección, prevé que se deberá “consolidar un marco normativo a través de una Ley Nacional de Salud y -en la medida que sea posible- contar con una Nueva Constitución, incorporando a ella la salud como derecho humano y el SNISA como estructura nacional que comprenda a todas las jurisdicciones y subsectores”. Es decir, admite que para aplicar esas modificaciones habría que avanzar primero con una reforma constitucional porque, de lo contrario, será imposible obligar a las provincias a resignar su autonomía para subordinarse a un sistema “que comprenda a todas las jurisdicciones”.
Más allá de esa dificultad para que se pueda avanzar con la reforma, si es que ese documento de hace dos años realmente refleja lo que pretendería aplicar el Instituto Patria, entre los sindicatos creció la preocupación por la posibilidad de que una iniciativa de ese tipo signifique un intento de apropiarse de los fondos de las obras sociales.
Por lo pronto, mientras se aguarda por la designación del reemplazo de Vizzotti, el Presidente de la Nación se refirió este domingo a lo sucedido con el escándalo del “Vacunatorio VIP”, que le costó el puesto al ex ministro de Salud, Ginés González García, obligado a renunciar en la tarde del viernes.
“Es público y notorio que he debido tomar una decisión ante un hecho reprochable. Lo sucedido en el Ministerio de Salud fue un hecho que aunque excepcional no puede avalarse”, explicó Alberto Fernández en una serie de mensajes que publicó en sus redes sociales.
El Presidente explicó que “aun cuando los vacunados estaban en condiciones objetivas (por la edad o las condiciones físicas) de recibirlas”, no puede “dejar de observar que sobre esas personas se ha montado un escenario mediático de escarnio público y no quiero avalar con mi silencio semejante proceder”.
“Le he encomendado a Carla Vizzotti que protocolice al máximo el suministro y aplicación de vacunas considerando la situación de las personas expuestas por la labor que ejercen. Debemos trabajar para evitar que estas situaciones vuelvan a repetirse”, concluyó el mandatario nacional.
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