El que pasó fue un día inusual y caótico para el Gobierno. Empezó con un clima triunfal por el anuncio de la creación del Consejo Económico y Social en el emblemático edificio del CCK, se desarrolló entre enojos y reuniones frenéticas, y culminó, hacia la medianoche, con la salida de un ministro y el nombramiento de su reemplazo.
Pasadas las 22, el decreto que oficializa la renuncia del ministro de Salud, Ginés González García, y nombra en su lugar a su viceministra de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, estaba a la firma del presidente Alberto Fernández.
Para mañana estaba previsto que Vizzotti viajara a Rusia para gestionar la compra de vacunas contra el coronavirus. Y aunque la visita oficial sigue en pie, ella no participará. Tras el reacomodamiento en el Gabinete, la viceministra asumirá en la Quinta Presidencial, a las 17, el mando del Ministerio de Salud. En lugar de Vizzotti, irá a Moscú la asesora presidencial Cecilia Nicolini.
La flamante ministra, según informaron fuentes oficiales a Infobae, tendrá potestad para rearmar su equipo de trabajo. En Gobierno estiman que los cambios en la cartera sanitaria se conocerán en el transcurso de la semana próxima. “Carla decide quien sigue y quien no”, explicaron en la Casa Rosada.
Una de las principales dudas es acerca de la continuidad de Lisandro Bonelli, sobrino de Ginés, quien ocupa el cargo de jefe de gabinete ministerial. En Balcarce 50 lo daban afuera de su cargo debido al estrecho vínculo con el ahora ex ministro. Bonelli era la mano derecha de su tío y el hombre de máxima confianza.
Ayer, el presidente Alberto Fernández se enteró del hecho en las primeras horas de la tarde, cuando llegó a su despacho de la Casa Rosada luego de caminar las cuadras que separan la Casa de Gobierno del CCK. El periodista Horacio Verbitsky había confesado en una radio oficialista que se había vacunado en el Ministerio de Salud luego de llamar al titular de la cartera, Ginés González García, y el mundo político empezaba a sacudirse.
La noticia empezó a correr por los pasillos de Balcarce 50 al mismo tiempo en que se multiplicó en los medios de comunicación y las redes sociales. Algunos funcionarios del Gobierno imaginaron el final de una etapa en la cartera sanitaria, que efectivamente llegó cerca de las 17.30, cuando Santiago Cafiero, jefe de Gabinete, confirmó que el Presidente le había solicitado que le pidiera la renuncia al ministro de Salud.
Antes habían empezado a filtrarse capítulos de una novela que tuvo un final negro para el histórico dirigente peronista. Y Verbitsky no fue el único que se vacunó. También lo hicieron el diputado nacional Eduardo Valdés y el senador nacional Jorge Taiana, quienes se inocularon en oficinas del Ministerio de Salud y bajo el control de enfermeros del Hospital Posadas. Los dos fueron bajados de la comitiva que viajaba el próximo domingo a México.
Al enterarse, Fernández se indignó. No solo fue un golpe al corazón del Gobierno, sino que lo sintió como una desilusión por parte de un dirigente con el que lo une una relación de amistad. Le pidió explicaciones a González García a través de un diálogo telefónico cargado de tensión. Las respuestas del titular de la cartera de Salud no lo convencieron.
“Es inexplicable lo que hizo Ginés”, reconoció uno de los dirigentes de más confianza del Presidente minutos después de conocerse el pedido de renuncia. Además de los dos legisladores, fueron vacunados un empresario, tres médicos y el sobrino de González García. El escándalo tomó mayor dimensión con el paso de las horas y caló más hondo en el gobierno nacional.
En el Gobierno ya tenían al ministro de Salud bajo la lupa por las dificultades en la gestión y la reiteradas fallas en la comunicación respecto a la pandemia y el plan de vacunación. La relación entre Fernández y González García era buena, pero había sufrido un desgaste después de tantos discursos disociados.
De hecho, el malestar con las actuaciones y definiciones públicas del ministro excedieron los muros de la Casa Rosada. Sus declaraciones más recientes ante los medios con respecto a las elecciones primarias causaron irritación en la Cámara Nacional Electoral (CNE).
González García dijo días atrás que “no están dadas las condiciones para celebrar las PASO”, pero no explicó a la Justicia Electoral, ante una consulta directa, en qué fundamentos se basaba. Este episodio se sumó a un malestar que lleva meses en los que la CNE vio frustrados sus pedidos de información y no obtuvo respuestas sobre protocolos electorales y vacunación para el personal encargado de la elección en pandemia.
Además, las declaraciones de González García empantanaron las negociaciones el oficialismo y la oposición para postergar las PASO. El objetivo del Gobierno es que las elecciones sean lo más lejos posible en el calendario y las contradicciones complicaron el escenario para lograr un acuerdo político integral.
Después de terminar de hablar con González García, el Presidente definió la salida del ministro junto a su círculo de poder más chico. En el primer piso de la Casa Rosada estaban junto a él su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el secretario presidencial, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; la titular de la Secretaría Legal y Técnica, Vilma Ibarra y el secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi. El albertismo en un puñado de nombres.
La decisión final fue de Fernández. No consultó a Cristina Kirchner, que tampoco se metió en el tema y miró el escándalo por la vacunación desde afuera. El albertismo y el kirchnerismo se entremezclaron solo por los rumores de un día caldeado, en el que el Gobierno perdió una buena dosis de credibilidad por culpa del accionar del ministro de Salud.
Por la tarde en la Casa Rosada deslizaron que la actual secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, era el número puesto para ocupar el Ministerio. Desde el kirchnerismo hicieron girar el nombre del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, como posible sucesor. No hubo demasiado margen para especulaciones.
Vizzotti, que tomó mayor exposición durante la pandemia, llegó a la casa de Gobierno a las 19:57 a bordo de una camioneta del Ministerio de Salud. Subió al despacho presidencial y se reunió con Alberto Fernández. El nombre del reemplazante ya estaba decidido.
En el Gobierno aclararon Vizzotti, hija de un íntimo amigo de Ginés González García, continuará con la gestión del ex ministro. No todo lo que pasó en un año y medio de gobierno fue malo. Al menos, así lo reconocieron puertas adentro de la Casa Rosada. Sin embargo, está claro que empezará una nueva era en la cartera sanitaria.
La renuncia de Ginés González García salió este sábado en el Boletín Oficial. Esta tarde Fernández le tomará a Vizzotti el juramento en un acto pequeño y protocolar. El domingo viajará a México con una nueva ministra de Salud en el cargo. El lunes el Gobierno empezará a transitar el largo camino para dejar atrás el escándalo del “Vacunatorio VIP”.
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