Cristina y Máximo Kirchner analizaron el escándalo del vacunatorio VIP desde el Sur y se pusieron al margen de la crisis política

La vicepresidenta y el diputado consideraron la reacción de Alberto Fernández y trataron la crisis del vacunatorio vip con los dirigentes partidarios

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Cristina Fernández y Máximo Kirchner se encuentran en Santa Cruz
Cristina Fernández y Máximo Kirchner se encuentran en Santa Cruz

La vicepresidenta Cristina Fernández y su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, estaban en el Sur cuando se desató el escándalo por la revelación de que se montó un “vacunatorio VIP” en el Ministerio de Salud de la Nación. El caso, que desembocó en el pedido de renuncia de parte del presidente Alberto Fernández al titular de la cartera, Ginés González García, fue eje de análisis de ambos dirigentes, que siguieron los vaivenes de cerca pero decidieron mantenerse al margen.

Madre e hijo, que cumplen años a fines de febrero, viajaron esta semana a Santa Cruz para festejar en su provincia de pertenencia. El “vacunatorio-gate”, como lo llamaban varios usuarios en redes sociales, los tomó por sorpresa. Según pudo saber Infobae de fuentes del kirchnerismo, Cristina y Máximo analizaron la crisis y la vicepresidente habló con Alberto Fernández.

El presidente Alberto Fernandez junto al ahora exministro Ginés González García
El presidente Alberto Fernandez junto al ahora exministro Ginés González García

La vicepresidenta a pesar de la reprobación a la gestión que exhibe desde el año pasado, ordenó contener las críticas de la militancia en redes sociales. Buscó evitar así que escale, aún más, la ola de cuestionamientos al Gobierno que ella integra y co-conduce, que ayer por la tarde alcanzó su pico.

El malestar del kirchnerismo y buena parte del albertismo con Ginés González García se arrastra desde el comienzo de la pandemia y se desprende de los múltiples furcios que cometió el ahora exministro durante la gestión. Su ausencia en el cierre de listas del PJ fue la demostración más reciente de la reticencia que provocaba en ambos espacios del Frente de Todos.

Las consecuencias de la decisión del Presidente de correr a González García son desconocidas, pero hay algunas certezas. Una de ellas es que algunos vínculos quedaron resentidos. El diputado nacional Eduardo Valdés, amigo de Alberto Fernández, estaba dolido por la decisión que tomó el Presidente de correr a González García, con quien tenía buena relación. Pero también por su propio corrimiento de la comitiva que viaja a México la semana que viene. Según pudo saber Infobae, fue el secretario de Presidencia, Julio Vitobello, quien llamó a Valdés y al senador Jorge Taiana para informarles que habían sido excluidos de la visita a tierra azteca, por decisión del Presidente, por haberse vacunado.

El senador Jorge Taiana fue uno de los vacunados en el Ministerio de Salud
El senador Jorge Taiana fue uno de los vacunados en el Ministerio de Salud

Valdés y Taiana fueron eje de fuertes cuestionamientos ayer, cuando se conoció que sus nombres integraban la lista de personas que recibieron la vacuna de manera irregular en el Ministerio de Salud junto al periodista filokirchnerista Horacio Verbitsky -quien hizo público el vacunatorio VIP-, empresarios y sindicalistas. Valdés, cercano al papa Francisco y artífice de la “reconciliación” entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, aseguró públicamente que no sabía que estaba haciendo “algo ilegal”. En cambio, alegó que consideraba que la vacunación era un paso obligado previo al viaje con la comitiva presidencial.

El senador Taiana, otro referente que hace las veces de nexo entre el albertismo y el kirchnerismo, quedó en una posición similar a la del diputado Valdés. También se vacunó gracias a las gestiones en el Ministerio de Salud, y quedó fuera de la visita a Andrés Manuel López Obrador. Ayer, cuando se conoció que era una de las caras más conocidas del escándalo, prefirió mantenerse en silencio.

Buena parte de la dirigencia, según pudo reconstruir Infobae, consideraba necesaria la salida de Ginés González García. Sin embargo, algunos referentes estaban descontentos con la reticencia del Gobierno a escuchar las razones de los dirigentes que se vacunaron y adoptar como postura oficial la mirada que los consideró como dirigentes políticos que hicieron usufructo de una vacuna escasa desde una posición de poder.

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