“Soy una mujer emprendedora, independiente, mamá de 2 pequeñas locuras que potenciaron mi necesidad de construir un mundo mejor o al menos intentarlo. Militante del Proyecto Nacional y Popular. Trabajando en el Hospital Geriátrico Cnal. Pironio de Rauch, tratando al viejx como quisiera que me traten a mí”.
Así se presenta en Linkedin Antonela Volpe Onreita, una diseñadora gráfica de 35 años que en mayo de 2020 asumió como directora de ese centro de salud para la tercera edad a pesar de no contar con la formación ni la experiencia necesarias para ocupar el cargo.
Fue designada por la administración de Axel Kicillof para reemplazar al doctor Juan Alberto Davancens, médico cirujano, ex concejal, ex presidente del Círculo Médico, ex director del Hospital Municipal y director del geriátrico de Rauch desde hacía 4 años.
Davancens había asumido la conducción del geriátrico en 2016, bajo la gobernación de María Eugenia Vidal. Luego del triunfo del kirchnerismo en 2019, fue “invitado” a dar un paso al costado.
Finalmente, eso sucedió y generó disconformidad no sólo en el sector de la salud sino también en la sociedad. Los principales méritos de Volpe Onreita son ser militante de “La Cámpora” e hija de Italo Volpe e Hilda Onreita, el matrimonio peronista que estuvo al frente del geriátrico desde su creación –a fines de los 70– y hasta 2016, cuando Vidal los desplazó. Primero él y después ella.
De hecho, Hilda Onreita fue protagonista de un escándalo cuando se negó a participar del traspaso de mando y de la asunción del doctor Davancens.
Si bien con el triunfo del Frente de Todos, en 2019, los habitantes de Rauch especulaban con la designación de un nuevo director, nadie se imaginó que la familia Volpe volvería a tomar el poder a través de Antonella, quien hasta ese entonces se desempeñaba como empleada administrativa en el área de recursos humanos.
Su inesperado desembarco, además, supone el retorno a los lugares de poder de La Cámpora, de escasa representación en esa ciudad, donde ya ha conseguido quedarse con la conducción de las agencias locales de PAMI y de ANSES.
Antonela Volpe Onreita se recibió de diseñadora gráfica en Universidad de La Plata en 2010. Según consta en su CV, fundó su propia empresa llamada “Qbonito Almacén Creativo” y cuatro años después sus padres le consiguieron un puesto administrativo en el geriátrico de Rauch. A partir de 2017, y en paralelo con ese trabajo, también se dedicó a la venta de cosméticos de la marca Nuskin hasta 2020.
Pero luego se dedicó de lleno a la militancia y a hacer los contactos políticos necesarios para convertirse en la sucesora de sus padres. De hecho, en junio de ese año realizó un curso de Dirección de Servicios Gerontológicos. Ese es el único conocimiento que acredita en el área en la que hoy se desempeña.
De todas maneras, la joven diseñadora gráfica está muy bien asesorada ya que está secundada por la médica Silvina Bassagaisteguy, como directora asociada, que prestaba servicios desde hacía varios años en el hospital geriátrico y es esposa del concejal del Frente de Todos Diego Grieco, quien también trabaja en ese lugar.
La designación generó una nueva grieta en Rauch. Están quienes la apoyan y la felicitan por su cargo –ya sea por su afinidad política o amistad– y quienes repudian que la hayan puesto al mando del geriátrico por ser “amiga del poder”.
Hoy, el geriátrico que dirige Volpe Onreita se encarga del plan de vacunación. Es que por decisión del gobierno bonaerense, la aplicación de las dosis de las Sputnik V a los pacientes no se realiza en el Hospital Municipal, sino en ese centro de salud.
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