Los problemas de salud del fiscal federal Jorge Di Lello, que se recupera en una clínica porteña de un ACV isquémico, activaron el lobby dentro y fuera de los tribunales de Comodoro Py. Di Lello no es un fiscal más porque tiene la competencia electoral. Su lugar quedó a cargo momentáneamente de Ramiro González, que ya fue ratificado por el procurador interino Eduardo Casal.
González fue designado hace una semana por el fiscal general adjunto ante la Cámara Federal, José Luis Agüero Iturbe, el hombre que reemplazó interinamente al histórico Germán Moldes. Su reemplazo no tiene fecha de vencimiento. De hecho, la resolución dice que terminará cuando Di Lello pueda reintegrarse.
La designación fue ratificada este jueves por el procurador Casal, que viene resistiendo un embate sostenido de un sector del kirchnerismo pero tiene decidido seguir en su cargo. Los primeros movimientos comenzaron en la Bicameral de Ministerio Público, donde llegó a declarar un abogado abogado procesado por trata de personas para tratar de deslegitimar al Procurador. Luego lo amenazaron con una denuncia penal porque se habría negado a tomarle inmediato juramento a dos abogados para que integren el jury de Enjuiciamiento de la Defensa. Todo quedó en la nada.
A fin de año, ante la imposibilidad de correrlo de su cargo, el kirchnerismo activó una reforma de la ley de Ministerio Público Fiscal que le permitiría designar al próximo Procurador con una mayoría especial de la mitad más uno de los senadores, en lugar de dos tercios. Esa reforma está frenada en Diputados. Mientras tanto, sigue congelado el pliego de Daniel Rafecas.
Di Lello sufrió un ACV isquémico hace una semana, aunque no habría tenido otras consecuencias negativas y su evolución sería favorable.
Como suele ocurrir en estos casos, no hay un sorteo. La designación queda a cargo del fiscal general ante la Cámara Federal y luego es ratificada por el Procurador. “Es una elección a dedo pero se tiene en cuenta si tuvo subrogancias anteriores y el volumen de las causas que tiene a cargo”, dijo una fuente judicial.
“El sistema de elección siempre fue igual, nunca hubo conflicto entre nosotros por una subrogancia”, agregó un fiscal con despacho en el quinto piso de los tribunales de Retiro. Sin embargo, otros fiscales aseguran por lo bajo que nunca son tenidos en cuenta para esos reemplazos.
La licencia de Di Lello, por ahora momentánea, activó una serie de movimientos silenciosos en Comodoro Py, donde siempre hay varios interesados en obtener una subrogancia porque significa un refuerzo importante en sus sueldos. En este caso, se agrega el condimento de que Di Lello tiene a su cargo la Fiscalía Electoral. Por ese motivo, la decisión tiene interés para el Gobierno y por todo el arco político.
Hace tiempo que no se da una vacante entre los fiscales de Comodoro Py. El último caso recordado fue en abril de 2019, cuando Gerardo Pollicita dejó la subrogancia de la Fiscalía Federal 8, que desde entonces está a cargo de Eduardo Taiano.
El elegido para reemplazar a Di Lello es Ramiro González, que ya fue secretario electoral en el juzgado a cargo de María Servini, con quien mantiene una estrecha relación.
Seguí leyendo