Marcelo D’Alessio, el falso abogado que dio pie a una megacausa por espionaje en la justicia, seguirá detenido un año más. Así lo resolvió el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla, al extender la detención de D’Alessio haciendo hincapié en los riesgos procesales y la complejidad de la investigación.
D’Alessio está preso hace dos años, cuando estalló el caso judicial que lo tiene como protagonista y en el que también está procesado el fiscal Carlos Stornelli, el fiscal de Mercedes Juan Bidone, un grupo de espías y policías y personajes del entorno del falso abogado.
La causa aún no fue elevada a juicio oral porque hay decisiones pendientes de revisión en la Cámara Federal de Mar del Plata y apelaciones ante la Cámara Federal de Casación Penal.
Esta puede ser una de las últimas decisiones de Ramos Padilla en Dolores. Es que el Senado ya aprobó su nombramiento para que se convierta en el juez federal de La Plata con competencia electoral y el presidente Alberto Fernández firmó el decreto. Solo falta que se concrete la jura de Ramos Padilla en su nuevo cargo.
“El imputado Marcelo Sebastián D´Alessio se encuentra detenido en el marco del expediente principal desde el 15 de febrero de 2019, hallándose alojado actualmente en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Con fecha 25 de febrero de 2019, se dictó su primer auto de procesamiento, en el que se le impuso la prisión preventiva. Frente al cumplimiento del plazo de dos años de prisión preventiva sin que se haya dictado sentencia a su respecto, corresponde analizar el mantenimiento de la medida cautelar restrictiva de la libertad ambulatoria”, comenzó su resolución el juez Ramos Padilla.
Y por ello señaló: “En atención a la cantidad, la gravedad y las características de los delitos por los que fuera procesado, la escala penal prevista para los mismos, la evidente complejidad de la investigación y del trámite del proceso, así como la subsistencia de los riesgos procesales, corresponde prorrogar la prisión preventiva de D´Alessio por el término de un año”.
A D´Alessio se le dictaron cinco autos de procesamiento por delitos como asociación ilícita en carácter de miembro, extorsión, espionaje, lavado de dinero, cohecho activo simple, tenencia ilegal de arma de guerra y encubrimiento simple. Para Ramos Padilla, “luego de analizar más de medio centenar de operaciones de inteligencia ilegal, se pudo comprobar y desandar el funcionamiento de una asociación ilícita paraestatal que, a través de variadas y complejas acciones vinculadas al espionaje y la inteligencia ilegal, llevó adelante todo tipo de planes y operaciones sobre políticos, empresarios, periodistas, el Poder Judicial y la opinión pública en general”.
Fue entonces que el juez hizo un repaso de todas las acciones que se le atribuyeron a la banda, desde su rol en la investigación por el caso de triple crimen de General Rodríguez hasta se buscó “vincular a un secretario de Cristina Kirchner Pablo Barreiro, se transformara en arrepentido ante el fiscal Stornelli y aportara nombres que permitieran vincular a la ex presidenta, en una causa en la que nunca estuvo siquiera imputado”. El juez también resaltó que la banda planificó “acciones tendientes a perjudicar a personas que incomodaban al fiscal Stornelli en el plano laboral y también en el familiar”.
Se le adjudicaron además maniobras de espionaje que se realizaron en torno a los casos conocidos como “Terrorismo Irán”, “Operación Fantino” –los presuntos informes sobre periodistas del programa Animales Sueltos que tenía D’Alessio en su computadora- y la “Operación Jaitt”, una suerte de contrainteligencia que se quiso hacer sobre la fallecida modelo después de su presencia en un programa de Mirtha Legrand en marzo de 2019. Y hasta se recordó que había pedido informes migratorios del hoy presidente de la Corte Carlos Rosenkrantz.
“Teniendo en cuenta ello, así como el caudal probatorio reunido hasta el momento en la investigación, cabe concluir que la cantidad y el alcance de los planes delictivos que llevó adelante esta asociación ilícita paraestatal, sus vínculos con la Agencia Federal de Inteligencia, miembros del Poder Judicial y/o del Ministerio Público Fiscal de la Nación y provinciales, con miembros de las fuerzas de seguridad e incluso con los medios de prensa, las características del armamento hallado, la acción de la organización en varias jurisdicciones del país y en el exterior, la posible participación o vinculación con agentes o ex agentes de alto rango de las fuerzas de seguridad, el consecuente apoyo, ayuda o dirección de funcionarios públicos al accionar ilícito de la organización investigada, entre otras circunstancias que se constataron en el desarrollo de los planes ilícitos descriptos, permite concluir que el accionar de esta organización puso en riesgo principios básicos e instituciones de orden constitucional de nuestro sistema democrático”, se sostuvo.
En ese sentido, el juez afirmó que “es claro que la gran cantidad y la gravedad de los delitos por los que fue procesado D’Alessio, así como la severidad de la pena prevista en abstracto para sancionar la comisión de esos ilícitos atribuidos, constituyen circunstancias objetivas a ser valoradas al momento de prorrogar su prisión preventiva”.
Mientras tanto, D’Alessio se prepara para enfrentar su primer juicio oral en Comodoro Py. Es por la extorsión hacia el empresario Gabriel Traficante, ocurrida en 2016. La causa existía desde entonces pero en los tribunales de Retiro se activó cuando explotó el escándalo de Dolores. Traficante afirmó que D’Alessio (vecino suyo en el “country Saint Thomas” de Canning, provincia de Buenos Aires) le había pedido el pago de abultadas sumas de dinero –en persona y por vía telefónica- para favorecerlo en la causa de la mafia de los contenedores, donde le avisó que estaba imputado. Le ofreció extraer un sumario criminal y un listado de llamados entrantes y salientes. Y le mostró esas evidencias diciéndole que era un agente de la AFI y que tenía contactos en el poder judicial y en los medios.
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