Romina Picolotti, ex secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, comenzó este miércoles a ser juzgada por presunta administración fraudulenta por haber utilizado fondos públicos para gastos personales o haberlos avalado, entre ellos comidas, compra de bombones y viajes para familiares y amigos, y negó las imputaciones que se le leyeron.
“Niego rotunda y categóricamente la acusación en mi contra. No realicé ni autoricé los gastos relatados en la acusación”, sostuvo la ex funcionaria al declarar ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 6 desde los Estados Unidos, desde donde sigue el proceso por videoconferencia por la pandemia del coronavirus. “Se me acusa de comer bifes de chorizo y sándwiches de milanesa pero los que me conocen saben que soy vegetariana. También de comprar vinos y cervezas cuando no tomo alcohol”, dijo Picolotti en su declaración.
La ex funcionaria agregó se trata de un “proceso injusto y absurdo” por haber tomado medidas cuando estuvo al frente de la Secretaria como una clausura a la empres Shell, la inspección a grandes compañías que contaminaban el Riachuelo, multas a la empresa Papel Prensa por contaminar el río Baradero, frenar la desforestación de bosques nativos y denunciar el avasallamiento de los pueblos indígenas. También denunció que el juez federal de Quilmes, Luis Armella, le propuso hacer negocios ilegales.
Picolotti está acusada de haber realizado o haber avalado con su firma gastos personaless con fondos de la Secretaría. El juicio a cargo del TOF 6, integrado por los jueces Sabrina Namer, Rodrigo Giménez Uriburu y Guillermo Costabel, comenzó con la lectura de la acusación. Allí se sostuvo que la entonces funcionaria realizó gastos de comida y personales, de viajes de avión y de contratación de vuelos chárter para su madre, hijo, esposo, su empleada doméstica y para amigos que no estaban relacionados con la función pública que ocupaba. Entre otros, hubo gastos en restaurantes, de flores, bombones, bebidas alcohólicas y juguetes para los hijos de Picolotti.
Tras la lectura, Picolotti, de 50 años y que trabaja en los Estados Unidos desde 2015 en el Institute for Governance and Sustainable Development, declaró. “Lamento que los integrantes del tribunal tengan que dedicar su tiempo a este sinsentido. Tengo la certeza que después de casi 14 años de proceso voy a salir absuelta. Las acusaciones son incongruentes con mi trayectoria y con mi esencia”, sostuvo Picolotti luego de señalar que el uso de fondos públicos que se le imputan no los realizó porque era vegetariana y no tomaba alcohol. También que la acusan por comidas en restaurantes de la ciudad de Buenos Aires en fechas que ella estaba en otros lugares.
“No acepté el cargo de secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación para comer medialunas o ir a bares como ´Hooters´. Lo hice para llevar adelante una política ambiental seria en Argentina”, sostuvo. “Hooters” era un bar atendido por mujeres semidesnudas y allí se hizo uno de los gastos por los que está acusada. Fueron 77,50 pesos. “Este comprobante posee escrito en su parte superior ‘Muchas Gracias!!!!’ con signos de exclamación, a modo de cómplice agradecimiento por parte de quien concurrió al local e hizo los consumos con dinero público”, sostuvo la jueza María Servini cuando en julio de 2015 envió la causa a juicio oral.
Luego contó su trabajo como ambientalista en distintos países como Camboya y Haití y su lucha contra la instalación de la papelera Botnia en Fray Bentos sobre el río Uruguay, lo que le valió la convocatoria en 2006 del entonces presidente Néstor Kirchner para ser secretaria de Ambiente. “Por primera vez en la historia una reconocida luchadora ambiental asumió el máximo cargo en la materia”, señaló.
Por su trabajo en la Secretaría, Picolotti contó que ella y su familia fueron víctimas de amenazas. “Nunca nos imaginamos que el ataque mas efectivo vendría de la manipulación de un poder legitimo del estado y por ello que hoy sentada aquí. Por osar terminar con el saqueo de los recursos naturales de la Argentina, por no ceder ante los ataques del juez federal del Riachuelo que en una reunión me dijo que le gustaba mi secretaria y que tenia amigos que podían beneficiarse con el Riachuelo”, denunció la ex funcionaria en el juicio.
La referencia fue a Armella, el primer juez a cargo de la causa judicial por la contaminación del Riachuelo designado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación . Luego se conocieron negociados de empresas allegadas al juez con la limpieza de la cuenca y la Corte lo apartó. “No cedí un solo peso a este juez que proponía actos corruptos y delirantes”, dijo Picolotti.
La ex funcionaria sostuvo que “la represalia fue acompañada por una campaña despiadada de difamación en los medios de comunicación” y que la causa es un “ataque despiadado disfrazado de proceso penal”. “Ya es tiempo de dictar la absolución”, le pidió a los jueces. Picolotti dijo que por el momento no iba a contestar preguntas ni de los jueces, ni del fiscal Diego Luciani, ni de su abogado Felipe Trucco.
Picolotti estuvo en el cargo hasta 2008 cuando la entonces presidenta Cristina Kirchner le pidió la renuncia. Ya había dejado el gobierno el hoy presidente Alberto Fernández, quien era jefe de Gabinete y quién había llevado al cargo a Picolotti. La Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable dependía de la Jefatura de Gabinete. Cuando se conocieron las acusaciones, Fernández dijo que se trataba de una operación política. En 2014, cuando la ex funcionaria fue procesada en la causa, Fernández, ya alejado del kirchnerismo, dijo que debía dar las explicaciones necesarias y que la imputación por la que fue procesada era por un tema que él desconocía.
El juicio se realiza por videoconferencia por la pandemia del coronavirus. Picolotti lo sigue desde los Estados Unidos donde vive en el estado de Florida con su familia. Por las restricciones sanitarias el tribunal le permitió continuar allí durante el proceso. Tras la primera audiencia, el juicio continuará el 3 de marzo con el inicio de la declaración de los testigos. Están convocados 70 testigos.
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