A la espera del decreto presidencial que incluya el proyecto de ley de Ganancias en las sesiones extraordinarias, que según supo Infobae será publicado en el Boletín Oficial del día de mañana, el oficialismo ya arma una agenda para coordinar las visitas de distintos expositores a las reuniones de comisión: el ministro de Economía, Martín Guzmán; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, podrían exponer a partir de la semana próxima o la siguiente. Pero además prometen convocar a la Cámara baja a los representantes de la CGT y las CTA y de gremios que, si bien celebraron el anuncio de exención del pago a los salarios y jubilaciones por debajo de los $150.000, reclaman ampliar el beneficio.
A las extraordinarias sólo le quedan 11 días, por lo que el oficialismo ya descarta la media sanción este mes. De todos modos el arranque formal sería la semana próxima con reuniones informativas. En paralelo deberán comenzar las negociaciones respecto a la renovación del protocolo de funcionamiento en pandemia para que se pueda sesionar en forma mixta (con un porcentaje de diputados presentes y quienes integran grupos de riesgo conectados a distancia) y lo mismo debería acordarse para las comisiones. El protocolo venció el 12, después de que se aprobaran la Ley de Sostenibilidad de la Deuda, los beneficios impositivos para la construcción privada, el incremento progresivo para la ciencia y el pago por única vez de una compensación a los familiares de la tragedia del ARA San Juan.
En ese mapa legislativo se planifica el debate fuerte para los primeros días de marzo de manera de llevar el proyecto al recinto en la segunda semana de sesiones ordinarias. El Senado será la Cámara revisora y el oficialismo no tiene allí inconveniente para la sanción de la ley.
En Diputados casi todos los bloques anticiparon su respaldo. En Juntos por el Cambio consideraron que la iniciativa aportará un “alivio fiscal” para más de 1.200.000 asalariados y la votarán a favor. Similar posición tiene el interbloque Federal que insiste en una reforma impositiva integral.
Sin embargo, Juntos por el Cambio insistirá en ampliar el beneficio a los autónomos y también solicitará fijar las escalas a futuro para que el impuesto no quede retrasado respecto a las subas de los haberes en contexto de inflación. Por ejemplo, plantean actualizaciones semestrales que en el oficialismo no estarían dispuestos a aceptar.
El reclamo de sindicalistas de peso genera mayor presión sobre el Gobierno aunque desde el massismo recuerdan que antes de la presentación fue el propio Sergio Massa quien sondeó a los gremios para contemplar sus pedidos. Por eso el piso será subido a $150.000, lo que baja a la mitad los aportantes, el equivalente a $40.000 millones que dejarán de tributarse.
El líder de Camioneros, Pablo Moyano, remarcó su rechazo total al impuesto sobre los salarios; su padre Hugo Moyano habló con Massa y su hermano Facundo Moyano, diputado nacional del Frente de Todos, presentaría un proyecto alternativo para que se exceptúen del impuesto los adicionales como viáticos y horas extras. También los gremios reclaman por el aguinaldo.
“Desde 2016 vengo presentando proyectos para sumar exenciones a ganancias. Ahora con el impulso de Sergio Massa, y el trabajo conjunto del bloque vamos a lograr una iniciativa superadora para que menos argentinos paguen este impuesto”, señaló el diputado marplatense.
En Diputados también está pendiente de debate un proyecto de ley para modificar el monotributo y otro que apunta sostener las arcas de la AFIP con el aporte de Ganancias de las empresas. En este último caso se busca dejar sin efecto la baja de alícuotas del año 2017 y compensar así parte de lo que se dejaría de recaudar cuando se sancione y entre en vigencia la ley propuesta por Massa.