Mariel Fernández (44) fue electa como intendenta de Moreno en 2019. La primera gestión que tiene en el gobierno local la encontró frente una cuádruple crisis: la recesión económica, la crisis habitacional, una estructura municipal deteriorada y la pandemia de coronavirus. La experiencia es novedosa: en un conurbano bonaerense tradicionalmente dominado por varones, Fernández es una de las pocas mujeres que se impusieron en la PASO ante sus pares del peronismo. Y es la primera dirigente que llega ese cargo electivo después de formarse políticamente en los movimientos sociales. Su gestión también es poco usual: estatiza servicios públicos y, en una localidad jaqueada por las ocupaciones de tierras, pacta acuerdos con los propietarios privados que tienen tierras ociosas para entregárselos a cooperativas agroecológicas.
Tal vez por su origen, a la intendenta de Moreno le cuesta menos apoyar a Máximo Kirchner en su camino hacia la presidencia del PJ bonaerense que encabeza hoy el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez. Ayer fue la fecha límite para el cierre de listas del partido a nivel nacional, que renovará autoridades el 21 de marzo, aunque las conversaciones siguen abiertas en lo provincial. Para que haya recambio, la mitad más uno de la actual conducción justicialista tiene que renunciar -tiene mandato por un año más-, pero hay resistencias. Entrevistada por Infobae, reconoce que el diputado nacional de La Cámpora genera “dudas” y oposición en otros jefes territoriales del peronismo provincial. Defensora de las elecciones primarias, sin embargo, admite que “el verticalismo ordena” en el Frente de Todos. “Es un pedido del Presidente”, define y ahí “se acabaron las discusiones”.
- ¿Cómo se prepara un municipio como Moreno ante una segunda ola de contagios? ¿Tienen resto para resistirla?
- Nos estamos preparando para una vacunación masiva. Cuando arrancamos la gestión estábamos frente a un brote de sarampión donde la mayoría de los casos eran de Moreno. Hacía 4 meses que no se vacunaba en nuestro municipio, y en un mes lo resolvimos. Entiendo que la vacuna china es más fácil de manipular que la rusa, y nos permitirá hacer la vacunación masivamente. Estamos a la espera, mientras más velocidad le pongamos va a ser mucho mejor.
- Hace poco se inició una campaña muy importante para fomentar la inscripción de la vacunación. ¿Hay confianza en los barrios populares para aplicarse la vacuna? Existe cierto recelo sobre la seguridad de la inmunización.
- Te digo la verdad: ese debate en Moreno no está. Más bien, la gente está buscando cómo inscribirse, al menos en Moreno se quieren vacunar. Nosotros tenemos distintos puntos de inscripción y lo vamos a intensificar en los próximos días cuando lleguen más vacunas. Por eso estamos extendiendo facilitar para los que manejan menos tecnología. Con Daniel Gollán hablamos de ir casa por casa cuando la vacunación sea más masiva.
- Próximamente se van a renovar las autoridades del Partido Justicialista. En la provincia de Buenos Aires hubo una puja muy fuerte entre los distintos sectores para quedarse con la conducción del partido, entre ellos, Máximo Kirchner.
- Son pujas de poder que existen en política, pero también hay espacios de diálogo. Los intendentes tuvimos instancias con nuestro presidente, donde estuvieron gobernadores y también Máximo. El Presidente fue claro que él va a ser el responsable del partido a nivel nacional, y está pidiendo que Máximo se haga cargo del partido a nivel provincial. Ahí se acabaron las discusiones. Me parece que Máximo está cumpliendo un rol muy importante en la política, es una persona que tiene buen dialogo con los distintos actores y buen trato con el Presidente. Todos sabemos que es el hijo de la vicepresidenta también, y eso es importante. Yo realmente creo que Máximo puede aportar muchísimo a la unidad que siempre estamos manifestando todos.
- Los intendentes históricos del peronismo -sobre todo los de la Tercera Sección electoral-parecen muy celosos de su territorio y con desconfianza a que una persona joven y de La Cámpora, como Máximo Kirchner, asuma la conducción del PJ.
- Sí, a mí me pasó lo mismo que, siendo una mujer que proviene de un movimiento social, de repente sea intendenta. Son hechos nuevos que van apareciendo en el escenario político, lo que genera movimientos y dudas. Lógicamente el partido es un terreno de disputa, pero no veo que en este momento sea un conflicto importante. Hubo cuestionamientos a que Máximo se haga cargo de la provincia, pero ya en la última reunión que tuvimos con el presidente todos respetamos su conducción, y el peronismo al final se alinea para que pueda asumir. Es un pedido del presidente.
- Siendo una intendenta que compitió y ganó en las PASO, ¿no hubiese sido más conveniente y saludable un debate democrático y participativo al interior del peronismo para definir la futura conducción bonaerense?
- Lo que pasa es que el peronismo no es así (risas). El partido es una estructura bastante verticalista. Y si no lo fuera, el movimiento es tan grande que sería todo muy desordenado. Siempre hay debates cuando nos reunimos, pero nosotros tenemos que respetar la conducción de un Presidente que llegó a ese lugar con los votos.
- ¿Existe alguna posibilidad de ruptura en el peronismo hacia las próximas elecciones?
- No veo un peligro de ruptura. Máximo ayudó mucho para que eso no pase, y por eso puede ser presidente del PJ en la Provincia de Buenos Aires. Él tiene mucho diálogo con Massa y con Alberto. El mundo de los intendentes es complejo. Son actores políticos que en el conurbano tienen muchos votos en las elecciones, donde hay municipios con el peso de una provincia y hacen valer el poder que manejan. Todos somos conscientes que el peronismo no gana si no conservamos la unidad. La prioridad es ponernos de acuerdo y no radicalizar ninguna discusión.
- El año pasado arrancó una discusión en la Provincia de Buenos Aires para reclamar que se autorice una reelección más a los intendentes bonaerenses, lo que pone en entredicho al límite de renovación indefinida de los mandatos. ¿Cuál es su mirada sobre esta iniciativa?
- Se estuvieron discutiendo las dos cosas, tanto la interpretación de que se pueda renovar el cargo por un período más como la reelección indefinida. No me voy a oponer si hay consenso para renovar un período más. Pero mi posición es que no es sano y no está bien la reelección indefinida. La continuación de una propuesta política no tiene que estar basada en una persona. Todo el tiempo se tienen que estar preparando cuadros integrales y de gestión que militen la territorialidad. La historia de demuestra que nuestra sociedad ya no resiste una cosa así, y en las últimas elecciones se expresaron de esa manera.
- ¿Está de acuerdo con sostener las PASO, o deben ser suspendidas o eliminadas?
- Yo creo que son necesarias. El único límite tiene que ser la pandemia, si hay miles de contagios. En Latinoamérica hubo distintas elecciones y hay que ver si afectaron en el número de contagios. El 2020 fue de muchísimo trabajo y la gente está muy agotada en pensar hacer campaña, pero en realidad es muy sano para la política, estoy de acuerdo con sostenerlas. Las PASO fueron la manera en la que pude acceder como intendenta y permitió oxigenar y renovar un poco la política en Moreno.
Estatización, tomas de tierras y el desafío 2021
- ¿Cómo está la situación de las tomas de tierras?
- Antes de asumir hubo once tomas en simultáneo en Moreno, nosotros siempre tuvimos la sospecha de que hubo una intencionalidad política. El año pasado buscamos desalentar las tomas y frenamos más de 130 usurpaciones, sobre todo para que nos den más tiempo para hacer una planificación de la tierra en Moreno. La tierra tiene que ser para generar trabajo, alimentos y suelo urbano que desarrollo barrios, parques industriales o emprendimientos privados que generen trabajo. Fuimos trabajando junto a los privados con tierras ociosas. No puede ser si el privado no las cuida el Estado se tiene que hacer cargo y andar desarmando tomas. Modificamos una ordenanza en el municipio donde le ponemos más condiciones al privado y que, de lo contrario, se genere una vacancia donde el municipio se hace cargo de la tierra. Nuestra propuesta es crear parques agroecológicos donde los privados que tienen tierras en zonas rurales firmen un acuerdo con productores por 10 años, para que en esa tierra se generen alimentos sin agrotóxicos. Ya firmamos también un convenio con el ministro Ferraresi para conseguir 600 viviendas en Moreno, y salió una licitación en la Provincia para obtener 1000 viviendas más de un plan federal que estaba abandonado por el macrismo.
- Observando este año de gestión, es llamativo que hayan estatizado varios servicios. Si algún economista liberal lo mirara desde afuera, diría que la estatización es anticuada o una estrategia que generará déficit en el municipio. ¿Es una buena opción?
- Ese es un discurso de las políticas privatistas que hizo mucho daño al Estado argentino y no fueron nada beneficiosas para el pueblo argentino. Lo que hicimos nosotros en Moreno fue cuidar las arcas municipales. La primera medida que tomamos fue sacar una empresa privada que se llevaba el 31% de la recaudación de las tasas. En esa empresa los trabajadores estaban cobrando el 15 o 20 de cada mes, y a veces ni cobraran en ese plazo. No tenía sentido, era un trabajo que hacían los municipales.
Como segunda medida recuperamos la recolección de residuos, que era un servicio carísimo y malo desde hace 25 años. Teníamos 400 basurales a cielo abierto, es algo que nos va a llevar tiempo resolverlo. Cuando se vencía el convenio con la empresa privada hicimos una propuesta mixta con el sindicato de Camioneros. Todos nos decían que no se iba poder hacer y era arriesgado. Me reuní con Hugo y Pablo Moyano y les conté la situación de Moreno de que era imposible de pagar el servicio. Copiamos el esquema del municipio de Avellaneda con una cooperativa de Camioneros, mientras el municipio se hace cargo de la infraestructura. No solo estamos ahorrando el 46% sino que mejoramos el servicio con seis recorridas a la semana en todos los barrios de Moreno. En mi barrio San Norberto, en la zona de Cuartel V, la recolección pasaba una vez por mes y tenía que dejar la basura en un canasto todo ese tiempo.
Lo último que hicimos fue el estacionamiento medido que estaba a cargo de una empresa privada con domicilio en Estados Unidos. Era una situación insólita, por lo que dimos de baja ese convenio. Empezamos a trabajar en una propuesta más barata y hacer un servicio municipal. En la primera semana pudimos recaudamos lo que la empresa le daba al municipio en un mes. Hasta ahora todas las cosas que estatizamos funcionan muy bien.
- El Frente de Todos llegó para resolver la crisis y las consecuencias económicas de la gestión de Mauricio Macri. Hoy hay más pobreza, indigencia e indicadores laborales deteriorados. ¿Faltan otro tipo de medidas?
- El desafío que tenemos es que la plata no se vaya fuera del país y la inflación. En Argentina el alimento está industrializado totalmente y concentrado, junto con la comercialización, en pocas empresas. Es un problema que unas pocas cadenas se estén llevando la plata fuera del país y aumentando los precios. Yo soy parte de los movimientos sociales, este sábado se hizo una intervención masiva de control de precios, pero creo que los cambios más profundos es que el Estado pueda tener una intervención mayor en la producción y la comercialización. Hay una especulación con los precios internacionales y trasladarlos a los precios locales. Es necesario tener empatía y una mirada solidaria con la alimentación del pueblo argentino. Es una locura que, en una de las tierras mas fértiles del mundo, la gente se tiene que ajustar y contar las monedas para comprar el alimento de todos los días. Es un desafío fortalecer las economías regionales, tenemos productores cercanos a Moreno en Pacheco, Suipacha, Navarro, Lujan y General Rodríguez que necesitan ayuda para generar alimentos. Tenemos que juntar fuerzas, porque se tocan intereses muy enquistados de muchos años, pero si no pasa no habrá soberanía alimentaria.
- ¿Considera que el Gobierno tiene que enfrentar más a esos empresarios e intereses “enquistados”?
- Hay que intervenir. El control de precios es un paliativo, pasan los años y sabemos que no es una solución. En algún momento hay que tomar esa decisión y tratar de que los empresarios entiendan. Yo no puedo entender que los empresarios no tengan un poco de amor por su país. Es su pueblo el que pasa hambre, son los niños de nuestra comunidad que no pueden consumir los alimentos básicos. Tendrían que tener empatía sino tendrá que haber intervención del Estado para garantizar un derecho básico como es la alimentación.
- ¿No nota que hay una cierta decepción en los votantes del Frente de Todos que perciben que su situación económica está peor?
- Creo que nos olvidamos rápido de las cosas. Las personas se olvidan rápido de lo que fueron los años del macrismo, con las industrias y comercios que cerraron y miles de personas que se quedaron sin trabajo. La pandemia tal vez hace que se olvide. Creo que los sectores medios son menos comprensivos, que apenas se ven afectados se ponen de muy mal humor y no ven que estamos en una pandemia y que, en comparación de otros países, Argentina la viene llevando muy bien. Han estallado gobiernos por los aires, en otros países de Latinoamérica hubo gente en la calle durmiendo con tubos de oxígeno para llevárselo a algún familiar. Donald Trump perdió las elecciones y fueron muchos gobiernos que entraron en crisis. Por supuesto que la situación es complicada. Los sectores populares como están más acostumbrados a atravesar estas crisis, hasta hay más comprensión de lo que se está viviendo.
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