El 14 de mayo de 1989, con el 47% de los votos, Carlos Saúl Menem -quien falleció esta mañana a sus 90 años- ganó su primera elección presidencial. Por ese tiempo, menos de una década después del retorno a la democracia, la comunicación política recién comenzaba un proceso de profesionalización en la Argentina y los esfuerzos y propuestas creativas de esos años marcaron a fuego una época.
Las campañas políticas de Menem, caracterizadas por slogans efectistas y jingles pegadizos, se transformaron en un testimonio histórico de la realidad política, social y económica de la década de los ’90 y muchas de ellas y sus frases célebres lograron su lugar en la memoria de la sociedad argentina.
“El señor presidente se puso muy cabrero porque Carlitos Menem está siempre primero”, cantaban con una melodía cadenciosa un grupo de dibujitos animados que ilustraban uno de los primeros spots audiovisuales que lanzó el entonces candidato presidencial del Partido Justicialista, que ya había sido gobernador de la provincia de La Rioja en dos oportunidades (1973-1976 y 1983-1989) y había vencido en la interna peronista al dirigente Antonio Cafiero. “Vuelve la alegría”, era el título del aviso.
Lejos todavía de la era del photoshop y los “focus-group”, la campaña de 1989 de Carlos Menem se completó con otra serie de avisos cortos, con imágenes de archivo y contenido muy político, con eje esencialmente en el crecimiento y el “hacer” contra la crisis de la hiperinflación, la devaluación y la deuda externa: la famosa “Revolución productiva”.
Aquella vez, el carisma estuvo del lado del justicialismo y su caudillo riojano, en contraste con un Eduardo Angeloz acartonado y compuesto, a quien finalmente logró vencer por más de 10 puntos porcentuales. “Arremánguese: vamos a crecer /Arremánguese: hay mucho por hacer”, eran otro de los mensajes y un Menem que arengaba al electorado con una frase de Perón: “A esta Argentina la salvamos entre todos o no la salva absolutamente nadie”.
En esa campaña a fines de la década del ’80, Menem pronunció durante un discurso una de sus frases más famosas -“Síganme, no los voy a defraudar”- que rápidamente se volvió spot. En esa misma serie, el candidato riojano apeló también a regodearse del apoyo del star-system argentino con un video en el que aparecían distintas personalidades de la televisión, la música y el teatro: Julio Maharbiz, Alejandro Dolina, Víctor Laplace, Ignacio Quiroz, Hayde Padilla, Isabel Sarli, Gerardo Romano, María Aurelia Bisutti y Ubaldo Matildo Fillol, entre otros.
Otro de los recordados avisos de la época mostraba simplemente una urna en la que varias manos ingresaban sobres mientras vociferaban los motivos de su elección: “Por los niños pobres que tienen hambre, por los niños ricos que tienen tristeza, por la Justicia que hace falta, por el pan en todas las mesas, por los jóvenes sin porvenir, por los viejitos sin presente, por los hombres de trabajo, por los sin techo, por la alegría, por mañana, por la esperanza, por los otros, por nosotros, por la tierra, por la vida por amor: por la Argentina”.
En 1995, Menem iba por la reelección y aunque nuevamente hubo caravanas con el Menemóvil por todo el país, la campaña no tuvo la misma mística que en el 89, aunque sí la misma confianza en el triunfo. Por entonces, mientras su principal contrincante, José Bordón, atacaba al menemismo por los casos de corrupción, Menem apeló a lo que por entonces se conoció como el “voto cuota” y la sostenibilidad del modelo económico.
Por ese entonces apareció un spot con una fórmula que años más tarde se volvería icónica: la enumeración de “conquistas” y logros del menemismo durante su primera presidencia cómo propuesta para su continuidad: “Eliminó la inflación”, “Restableció el crédito”, “Modernizó el país”, entre otras premisas sobre una placa negra con su nombre, con el mismo remate: “Hizo más que nadie. Hará mucho más”.
Otro spot de la campaña mostraba a una abuela y a su nieta revisando una caja de recuerdos familiares: la boda de sus padres, su casa natal y las fotos escolares de su mamá. “Con lo difícil que era mandar a los chicos a estudiar, ahora es más fácil. Porque este gobierno se preocupa más por los chicos cómo vos, ¿sabés?”, la instruía ella.
“Abuela, ¿Menem me conoce a mí?”, preguntaba la nena. “Mucho más de lo que vos pensás”, respondía la mujer.
En ese campaña, que Carlos Menem cerró en el exitoso VideoMatch de Marcelo Tinelli, el candidato insistía en destacar su imagen como el dirigente que había resuelto los problemas heredados por la gestión de su antecesor Raúl Alfonsín. “Con Menem por todo lo que hizo, con Menem por todo lo que hará. Vamos con el justicialismo, vamos con Menem y con Ruckauf. ¡A triunfar!”, proponía un jingle rimbombante en otro spot de la fórmula.
Para la campaña de1999, se lanzó el spot conocido como “Mi marido no tiene trabajo”, en el que una mujer contaba todos los logros de la década en la que Menem estuvo al frente del poder, pero se preguntaba cómo podía ser que no se hubiera ocupado del desempleo. La respuesta llegaba mediante un texto que se desplazaba por la pantalla: “Estaba justamente creando las condiciones para que la Argentina pueda generar los empleos que necesita. Y eso sólo sucede cuando el país no tiene inflación, cuando tiene estabilidad, una buena infraestructura y una economía moderna. Es así que vamos a atraer más inversiones, garantizar el crecimiento y vencer definitivamente al desempleo”.
La campaña de 1999 también contó con un spot que quedó en la memoria: “Menem lo hizo”. “Él puede haber no hecho todo, pero que hizo mucho nadie puede negar”, comenzaba la propaganda para luego dar paso a una enumeración de conquistas: “un peso fuerte”, “respeto internacional”, “la represa Yacyretá”, “nuestra telefonía”, “el Mercosur”, “el puente Liniers”, “el Hospital de Niños de Córdoba”, “Puerto Madero”, “la inflación, que con él terminó”, “más inversiones, más exportaciones”, “acceso al crédito” y “la autopista Panamericana”, entre otras. Todas iban acompañadas de un “con el mejoró”, “con él es verdad” o, el más pegadizo, “Menem lo hizo”.
En tanto, en 2003, tras la renuncia de Fernando De la Rúa, los cinco presidentes en 11 días y los dos años de mandato de Eduardo Duhalde, Menem se presentó por última vez como candidato a Presidente. Finalmente, decidió bajarse del ballotage y Néstor Kirchner asumió, luego de haber obtenido el 22% de los votos en la primera vuelta.
Para esa campaña, los spots televisivos fueron “La tercera presidencia” y “Vamos Menem”. En el primero, Menem hablaba mirando directo a la cámara, como si estuviera mirando “a los ojos” a los argentinos. En su mensaje, afirmaba: “La voluntad del pueblo me ha puesto en el primer lugar para sacar a la Patria del abandono en el que está. Así que, a pesar de lo que dicen algunos, algo bueno debo haber hecho. Tuve errores, claro, pero me desespera que los errores que vengo a corregir son los mismos que ellos vienen a cometer. No podemos permitir que nos impongan otro Presidente débil, al que puedan manejar, suceder o derrocar”. “Ustedes saben lo que hice bien y yo sé lo que voy a hacer mejor. Es todo lo que necesitamos saber para que esta tercera presidencia sea una de las más importantes de la historia”, concluía, pidiendo nuevamente que lo acompañaran en las elecciones. En el segundo, simplemente se mostraba a hombres y mujeres en distintas situaciones laborales, gritando con emoción “¡Vamos Menem!”. Aquella fue su última campaña presidencial.
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