“Es imperioso abordar cambios que le devuelvan a la Justicia el prestigio que unos pocos jueces y fiscales le han hecho perder”, escribió la ministra de Justicia, Marcela Losardo, abriendo así un largo hilo de Twitter.
Entre otras cosas señala que “Argentina necesita jueces que vuelvan a ocupar el lugar que la República les reclama: jueces decentes y capaces, que dejen de servir al poder político de turno, que no cedan a las presiones corporativas y que se dediquen simplemente a impartir justicia”.
También señaló que, si no se abordan las transformaciones necesarias para revertir esta situación, “los títulos de los diarios seguirán contándonos cómo los impunes opositores y sus amanuenses se burlan de nosotros”.
De inmediato, Alberto Fernández, hizo suyas las críticas de la ministra Losardo -una de las funcionarias más cercanas al Presidente de la Nación-, retomando el hilo y agregando un comentario: “Es muy difícil hacer una mejor democracia y una República más sólida con jueces que acuden en socorro de sus mandantes políticos o corporativos. Es imperioso abordar cambios que le devuelvan a la Justicia el prestigio que unos pocos jueces y fiscales le han hecho perder”.
En un primer momento, ante la dureza de las críticas, corrió el rumor de un hackeo de la cuenta de una ministra que es tal vez la figura más moderada y prudente con la que cuenta el cuarto gobierno kirchnerista. Sin embargo, desde despachos oficiales, confirmaron la veracidad de los mensajes de Losardo que se interpretan como respuesta al fallo de la Corte Suprema de Justicia que por unanimidad confirmó la condena contra Milagro Sala por los hechos de corrupción y violencia que protagonizó. Una decisión que causó honda irritación en el Instituto Patria cuyos voceros se hicieron oír en la Casa Rosada y motivaron la reacción de Losardo.
A ese fallo se sumó la decisión de la Sala IV de la Cámara de Casación de pasar la causa por espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri del juzgado de Lomas de Zamora a la órbita de Comodoro Py; otra decisión que también desató la indignación del kirchnerismo.
“Ya es hora de poner ética y rectitud allí donde evidentemente esos valores han sido dejados de lado. Es hora de abordar las transformaciones necesarias para garantizar una buena administración de justicia”, escribió Losardo, aludiendo a las varias iniciativas oficiales para encarar reformas en las diferentes instancias judiciales.
En una referencia directa a la decisión de la Cámara de Casación, otro de los tuits de la Ministra dice: “Ver que un fiscal procesado, que participó en delitos atribuidos a un irregular agente de inteligencia y que está sospechado de presionar con fines de persecución política, sea hoy el encargado de investigar el espionaje del gobierno al que sirvió, causa una profunda indignación”.
También hizo un señalamiento a una presunta connivencia entre el Poder Judicial y la anterior administración macrista y habló incluso de “mesa judicial”: “Hoy sabemos que hubo jueces que acordaban y preanunciaban sus fallos con el presidente de entonces, que jugaban al tenis con él mientras perseguían a sus opositores con argucias legales y que siempre se han negado a hacer público su patrimonio”. Y en otro tuit: “Es más que evidente que quienes gobernaron el país inmediatamente antes que nosotros, consolidaron una justicia que los protege y les evita el deber de rendir cuentas por sus inconductas públicas. La “Mesa Judicial” existió y dio los resultados que sus miembros buscaban”.
“Semejante contexto -siguió escribiendo Losardo-, que se profundiza con detenciones arbitrarias y juicios que se prolongan en el tiempo sin que se obtengan sentencias jurídicas razonadas, hacen que la República se degrade inexorablemente”.
Finalmente, aludió a las promesas de campaña de Alberto Fernández: “El Presidente @alferdez se comprometió a poner fin a los sótanos de la democracia. Así, los servicios de inteligencia ya no operan en tribunales, propuso al Congreso Nacional una reformulación de la Justicia Federal y analiza las propuestas de reforma de un comité de juristas”.
Estas críticas del oficialismo hacia el Poder Judicial no son nuevas. Se inscriben en una escalada de cuestionamientos desde el Ejecutivo y el Legislativo que en opinión de muchos analistas podría derivar en un grave conflicto de poderes en la República.
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