Por provincia, por ciudad, por edad, por género, por dosis, por grupo. El presidente Alberto Fernández mandó a desarrollar una aplicación digital, que ya está disponible, desde donde monitorea en tiempo real, las 24 horas, el ritmo del avance del plan de vacunación nacional. El alcance de esa campaña, junto a la situación económica, tiene un impacto clave en la estrategia del Frente de Todos para mejorar la imagen de la gestión en el segundo año de gobierno, cuando también se celebran elecciones de medio término.
El programa, llamado Nomivac -el nombre responde al título “Vacunación Nominal”- fue desarrollado por programadores del Departamento de Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud por pedido del primer mandatario. Solo tienen acceso, además de Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el titular de la cartera sanitaria, Ginés González García, y sus viceministros. Los funcionarios pueden ingresar desde sus celulares, tablets y computadoras, pero también proyectan los gráficos las 24 horas en pantallas instaladas en sus despachos. La aplicación se actualiza cada 12 horas en dos “cortes”, como se dice en la jerga de análisis de datos. Uno, a las 6 de la mañana, y el otro, a las 6 de la tarde. El Presidente y el jefe de Gabinete siguen con atención los datos sobre la aplicación de vacunas en paralelo al tema adyacente principal: la adquisición, transporte y distribución de dosis de la vacuna desde el exterior hacia las provincias.
El desarrollo del sistema, que precisa de la contribución de cada provincia, fue consensuado el año pasado en el Consejo Federal de Salud (Cofesa), el órgano integrado por los ministros de Salud de todas las provincias que se transformó en uno de los ejes principales de la gestión de la pandemia. Los datos son cargados por las autoridades provinciales, en base a los registros de los centros de vacunación en instalaciones públicas y privadas. Unas 11 provincias tenían sistemas propios previos -Buenos Aires, San Luis, Misiones, Córdoba, Santa Fe, CABA, Formosa, Chubut, La Pampa, Mendoza y Tucumán-, que fueron conectados con el nuevo programa para que la información se transmita automáticamente. El resto de las jurisdicciones sube los datos directamente.
A través de la app, los funcionarios pueden conocer quiénes son los sujetos vacunados con la primera dosis, quiénes con la segunda, así como el momento y el lugar de aplicación. También el grupo al que pertenecen, de acuerdo a la clasificación de aplicación de la vacuna que dispuso el Ministerio de Salud a fines del año pasado, para definir el orden de vacunación. El criterio se estableció de acuerdo con la exposición a la enfermedad, por las funciones estratégicas que tengan o por los riesgos que presenten.
El personal de salud fue ubicado en primer lugar según su nivel de exposición; le siguen los adultos mayores de 70 años y quienes viven en establecimientos geriátricos, los adultos mayores de 60 años; el personal de las Fuerzas Armadas, de seguridad y de servicios penitenciarios; los adultos de entre 18 y 59 años que presentan factores de riesgo; el personal docente y no docente de los niveles educativos inicial, primaria y secundaria; y las poblaciones estratégicas según cada jurisdicción, como habitantes de barrios populares, personas en situación de calle, pueblos originarios, personas privadas de libertad, migrantes.
En base a esos grupos, el Presidente y el ministro González García analizan los datos en tiempo real, para saber qué ocurre en cada ciudad, provincia o por género. Por ejemplo, relevaron que es mayor la cantidad de mujeres inoculadas (la explicación en Salud es que la cantidad de mujeres abocadas a roles sanitarios es superior a la de hombres, parte de un fenómeno internacional denominado por los expertos como “feminización de la atención de salud”). Algunos datos son publicados para acceso público y de la prensa; otros se mantienen en reserva. Por ejemplo, la cantidad de dosis distribuidas a cada provincia. En el Ministerio de Salud aseguran que esa información debe ser provista por cada jurisdicción.
El seguimiento en tiempo real de los datos de la vacunación de la Casa Rosada a través de la nueva herramienta se produce mientras aparecen denuncias por irregularidades en la distribución y aplicación de vacunas en distintos puntos del país. Desde que comenzó la vacunación, el 29 de diciembre, los primeros reclamos ocurrieron en la provincia de Buenos Aires, donde algunos intendentes, como Martín Yeza, de Pinamar, se quejaron por la demora en la llegada de vacunas. Las acusaciones más recientes tuvieron lugar en Tartagal, donde hubo un escándalo luego de que fueran inoculadas personas que no se encontraban entre los grupos prioritarios antes mencionados, sino periodistas o dirigentes sociales fuera de la edad de mayor riesgo. En diálogo con Infobae, desde Salud consideraron que son casos aislados de errores o “avivadas” que pueden ocurrir en cualquier sistema de vacunación, aseguraron que no recibieron denuncias formales al respecto, y minimizaron el impacto.
El derrotero de la inoculación de la población es un dato clave para el gobierno nacional en el contexto del año electoral legislativo que se celebrará a partir de octubre -si es que no se modifican las fechas y se postergan, superponen o suspenden, como busca una parte del oficialismo. Según los análisis que hace el Gobierno, el éxito del plan es central no solo a los fines obligatorios de la gestión, sino también, en paralelo, para la imagen del oficialismo frente al proceso proselitista que se inicia en marzo.
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