El vuelo de Aerolíneas Argentinas AR1064 partió este miércoles, tal como lo había adelantado Infobae, rumbo a Moscú, Rusia, para buscar 400 mil dosis de la vacuna Sputnik V. Este cargamento solo traerá primeras dosis. En consecuencia, el próximo debería traer la misma cantidad de segundas dosis. Aún no se confirmó oficialmente si esto sucederá la semana que viene.
El avión arribará al aeropuerto de Ezeiza el viernes, pasado el mediodía. En total, serán 40 horas de operación totales entre las 16 horas de viaje hacia el aeropuerto de Sheremetievo, el proceso de carga y las casi 18 horas que insume el tramo Moscú-Buenos Aires.
De esta forma se retoma, luego de 15 días, el envío de vacunas por parte de Rusia. El tiempo de demora coincide con los que el Centro Gamaleya había informado. A partir de este momento, según la información que tienen en la Casa Rosada, no debería frenarse el envío de dosis.
Ocho días atrás, durante una comunicación oficial, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, le aseguró a Alberto Fernández que se estaba aumentando la producción para que la Argentina reciba el volumen de vacunas acordados, en el plazo más corto posible.
Lo que no sabe el Gobierno es la fecha en que enviarán otro cargamento y cuántas serán. La información se actualiza semana a semana y no tienen demasiadas precisiones. Alberto Fernández ya sabe que los rusos no podrán cumplir en tiempo y forma con las dosis acordadas en el contrato, pero lo que le interesa es que, sean la cantidad que sean, lleguen al país.
El contrato firmado con Rusia es por 20 millones de dosis. Pero el ministerio de Salud, que conduce Ginés González García, ya decidió hacer uso de la opción para ampliar la compra a 10 millones más. En total serán 30 millones, producidas por el centro Gamaleya, las que arribarán en los próximos seis meses.
Con este nuevo cargamento de dosis el Gobierno podrá retomar el plan de vacunación, que se había ralentizado por la falta de vacunas. Según la información suministrada por el Ministerio de Salud, hasta el momento hay 337.533 vacunados con la primera dosis y 196.543 con la segunda dosis.
Al país llegaron un total de 820 mil dosis desde diciembre a esta parte. Hay 410 mil de cada uno de los componentes, lo que permite vacunar a esa misma cantidad de personas. Lo que quiere y necesita el gobierno es darle volumen a la campaña de inoculación y para eso necesita sumar dosis todas las semanas.
En paralelo, esperan cerrar las negociaciones con el laboratorio chino Sinopharm para poder contar con un millón de dosis. El objetivo sigue siendo que ese conteiner pueda llegar a la Argentina antes de que culmine febrero. Son proyecciones que no tienen fechas certeras. Los chinos tienen en su poder el contrato y deben terminar de dar el visto bueno para cerrar el acuerdo.
La vacuna china es la más cara de todas las que adquirió Argentina. Las Sputnik V valen 10 dólares cada dosis, mientras que las de Astrazecena cuestan 4 dólares. Las chinas empezaron a negociarse a 30 dólares la dosis y el Gobierno logró que se bajaran a 20 dólares. Hasta el momento, sin contar las vacunas chinas, Fernández cerró acuerdos por 60 millones de dosis que deberían ser entregadas entre enero y julio.
Argentina aún no terminó de vacunar al personal de salud, que es el primer grupo de riesgo, según la clasificación que implementó la cartera de Salud. Son un total de 821.394 personas en todo el país. El paso siguiente será vacunar a las 7.414.866 personas que tienen más de 60 años.
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