“Es toda una mentira, propia de un fabulador”. Así contestaron a Infobae en el entorno de Mauricio Macri tras la denuncia del ex juez Norberto Oyarbide, quien afirmó que el ex presidente le había ofrecido dinero a través de “enviados especiales” para que se corriera de una causa judicial.
De viaje en Qatar por su trabajo como presidente de la Fundación FIFA, hasta el momento Macri ni siquiera se enteró de las acusaciones de Oyarbide, según destacaron sus allegados, para quienes “si esos hechos hubieran existido, este personaje nefasto los tendría que haber denunciado en su momento ante la Justicia: quiere hacer publicidad de su columna radial y llamar la atención ”.
En la columna que tiene en el programa de “Coco” Silly en Radio 10, el ex magistrado dijo: “Mauricio Macri no me compró porque yo no cotizo en Bolsa, pero tuvo toda la intención de hacerlo”. Luego de que el conductor le preguntó si había existido una “intención directa”, Oyarbide aseguró que había sido “absolutamente directa: me pidió que me inhiba en su causa. Yo tuve la causa de las escuchas telefónicas, donde él utilizó como jefe de Gobierno la Secretaría de Inteligencia del Estado con Stiuso a la cabeza... Y después, ya siendo Presidente, no había nadie que se le interpusiera en su camino y tenía todos los aparatos del Estado para llevar adelante su obra extraordinaria”. Allí fue cuando el ex juez denunció que hubo “enviados especiales” de Macri que le ofrecieron dinero.
Este mediodía, Oyarbide fue entrevistado por Chiche Gelblung en su programa de Crónica TV, oportunidad en la que ratificó lo que había dicho en la radio. “¿Macri te ofreció guita para que te corrieras de una causa? ¿Así concreto?”, le preguntó el periodista. “Así, tal cual”, fue la respuesta del ex magistrado, que insistió en lo que había afirmado antes: “Yo no cotizo en bolsa”.
Durante la charla, el juez admitió que quiere trabajar en los medios y aceptó en vivo una propuesta de Gelblung para convertirse en columnista de su programa todos los viernes. Luego, y tras quejarse de que le habían servido una copa de agua y no de champagne, Oyarbide aceptó dar unos pasos de baile al ritmo de su canción favorita, “New York, New York”, interpretada por Frank Sinatra.
Macri y Oyarbide son dos viejos enemigos. En 2010, el ex juez dictó el procesamiento del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, acusado de montar una red de espionaje ilegal sobre dirigentes políticos, empresarios e incluso integrantes de su propia familia. Sin embargo, Macri fue finalmente sobreseído por el juez federal Sebastián Casanello en 2015.
Oyarbide fue juez federal durante 21 años y una de las causas por las que quedó sospechado de vinculaciones con el kirchnerismo fue justamente en la que sobreseyó a los Kirchner de la acusación de enriquecimiento ilícito, en 2009: en sólo cinco meses, tras un peritaje contable que fue cuestionado, el entonces juez sobreseyó a Néstor y Cristina Kirchner sin producir una sola prueba adicional.
En agosto de 2018, cuando declaró en la causa iniciada por los cuadernos de las coimas K, en la que aparece nombrado varias veces en las anotaciones del ex chofer Oscar Centeno, Oyarbide dijo: “Se van a enterar quiénes me apretaron el cogote para sacar las causas de los Kirchner”.
Al presentarse por segunda vez en Comodoro Py ante el fiscal Carlos Stornelli para ampliar su relato, dio más precisiones sobre las presiones que recibió cuando investigó a los Kirchner por enriquecimiento ilícito y contó que se había reunido en un “domicilio de la avenida Córdoba” con el operador judicial K Javier Fernández y con el ex espía Antonio “Jaime” Stiuso, quienes le dijeron que Néstor y Cristina Kirchner tenían “especial interés en que la causa se resolviera rápidamente”.
Oyarbide llegó a tener 47 denuncias por mal desempeño presentadas en el Consejo de la Magistratura, pero presentó su renuncia en abril de 2016, justo después de que aquel organismo lo citó para declarar por haber levantado en 2013 el allanamiento a una financiera a pedido de Carlos Liuzzi, segundo de la Secretaría Legal y Técnica que manejaba Carlos Zannini.
Según fuentes del macrismo, Oyarbide quería seguir en su puesto mientras avanzaba el proceso en contra de él e “intentó hacer gestiones para jugar a favor del gobierno de Cambiemos”, pero al ex presidente “nunca le interesaron esas ofertas ni ese tipo de jueces”. Por eso el entonces juez terminó presentando su renuncia, aunque se abrió un fuerte debate en el oficialismo: algunos creían que Macri debía rechazarla para que fuera destituido, aunque otros opinaban que debía aceptarla porque no había garantías para removerlo ya que los representantes del kirchnerismo, que defendían a Oyarbide, mantenían una fuerte presencia en el Consejo de la Magistratura.
Finalmente, el entonces Presidente eligió aceptarle la dimisión y en su cuenta de Twitter lo fundamentó en los siguientes términos: “Hoy le acepto la renuncia a Norberto Oyarbide como juez federal. Lo hago con doble sensación. Por un lado, tengo alivio porque damos un paso para mejorar la Justicia de nuestro país. Saber que este señor no va a fallar más nos debe dar una gran tranquilidad a todos. Por el otro, comparto la sensación de muchos de las ganas de que pase por el proceso de juicio político que venimos reclamando hace tiempo”.
Macri agregó que “el problema es que sabemos que ese es un proceso largo y de resultado incierto, mientras conserva sus fueros impidiendo que lo investiguen judicialmente, y además sigue siendo juez”. “Por eso decidí dar este paso -se justificó-. Para mí es especialmente difícil porque sufrí en carne propia su discrecionalidad y su arbitrariedad. Pero lo hago con la tranquilidad de saber que estamos dando un paso en la dirección correcta. Un paso más hacia un país con una justicia verdaderamente independiente”.
En junio de 2020, luego de un prolongado silencio, Oyarbide hizo unas polémicas declaraciones en las que recordó un viejo episodio con el ex presidente: “(Mauricio) Macri me increpó en un spa al que yo iba seguido. Un día se apareció envuelto en una toalla y me dijo: ‘Qué pasa conmigo que mi nombre está en todos los diarios’. Entonces, yo le contesté: Yo atiendo en Comodoro Py. Macri de tonto no tiene nada. Me increpó, casi una apretada, pero yo le contesté con mucha mansedumbre”.
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