Distendido por el buen clima que el Gobierno logró en la convocatoria a los principales empresarios de la Argentina que se desarrolló en el Museo del Bicentenario, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas dijo que el objetivo es continuar con el proceso de “desinflación”, “generando compromisos cruzados entre las empresas y sectores de la economía, también los sindicatos, de modo que los salarios le ganen a la inflación y la inflación no esté por encima del 29 o 30% este año”. A la espera del índice de inflación que se conocerá hoy por la tarde, la Casa Rosada puede darse satisfecha porque pudo diluir los resquemores con los que llegó el empresariado a la reunión.
El funcionario aseguró a la prensa en Casa Rosada que “Argentina está viviendo un escenario de aumento de los precios de los commodities que tiene su lado virtuoso, porque genera dólares en el Banco Central que relaja la situación del sector externo, pero al mismo tiempo queremos evitar que eso se transforme en suba precios”. Como ejemplo para equilibrar esa consecuencia negativa, el Ministro puso el ejemplo del fideicomiso que diseñaron con el sector aceitero, por un lado, y el acuerdo que se inició precios accesibles para la carne, por el otro.
También algunos empresarios se acercaron para hablar con los periodistas. Mario Ravettino, del sector exportador de la carne, Iván Czczech, de la Cámara de la Construcción y Daniel Herrero, de Toyota. Los tres coincidieron en algunos conceptos como “economía sana”, “estabilidad de precios”, “ni precios cuidados ni precios máximos, sino precios coordinados”. Ravettino, en particular, resaltó que “el Gobierno dijo los puntos que los empresarios quieren escuchar, como la importancia de la seguridad jurídica y la seguridad para la producción”.
“Queremos establecer un acuerdo político y social entre todos los sectores”, dijo Santiago Cafiero al abrir el encuentro. Agregó que “no existe una sociedad que se realice solo desde el Estado, pero tampoco una que se realice solo desde el mercado”. Aseguró que la actividad económica se está recuperando y que “si todo el esfuerzo de las empresas y los trabajadores se va por la canaleta de la inflación, no nos va a servir de nada”. También destacó que es objetivo del Gobierno “hacer más vigoroso el enclave exportador argentino”.
Muy satisfechos por la reunión que el Gabinete Económico mantuvo ayer con todo el espectro sindical, y también el diálogo que el propio presidente Alberto Fernández inició con la Mesa de Enlace, en Casa Rosada destacaron que “en 24 horas el Gobierno mostró que tiene capacidad de diálogo”. “Tomamos la iniciativa de ponernos al frente del drama de la inflación, un problema histórico, multicausal, que fue un verdadero jaque mate de gobiernos de todos los partidos políticos”, completaron.
“Es inédito que un gobierno convoque en 24 horas a empresarios, sindicalistas, dirigentes del campo y a los sectores sociales”, dijeron en el encuentro de funcionarios coordinado por el Jefe de Gabinete, al que asistieron el ministro de Economía, Martín Guzmán, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, el presidente del Banco Central, Miguel Angel Pesce y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, entre otros.
Confiados en que dentro de un marco de acuerdo político “se podrá dar comienzo a la recuperación salarial y frenar la disparada de la inflación”, en la reunión del Gabinete Económico con que hoy se dio inicio a la actividad en la Rosada, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca destacó que “buscamos un método, no una foto, para armonizar precios y salarios”. Además, la funcionaria destacó el crédito de 300 millones de dólares que el Gobierno concretó ayer con la Corporación Andina de Fomento (CAF) para el Plan Argentina contra el Hambre, que fundamentalmente aumentará el 50% del monto de la Tarjeta Alimentar, que administra el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Daniel Arroyo.
El Gobierno busca compromisos cumplibles en materia de precios y salarios, y por esto tomó la decisión de sentar a la mesa de diálogo a los empresarios, y no a las cámaras que los nuclean, salvo casos excepcionales. Si se mira con una lente agresiva, el listado fue armado para que “se vean las caras de los formadores de precios”. Si se mira con una lente dialoguista, “para que puedan dar cuenta de los problemas concretos en cada cadena de valor, buscando alinear exportación con precios internos, asegurando la provisión de insumos en donde están faltando y sentándonos cara a cara para hablar en serio y sin abstracciones”, es la explicación que dio a Infobae uno de los organizadores del encuentro.
El caso más emblemático al respecto es el de Miguel Acevedo, que fue invitado no en su calidad de presidente de la UIA, sino de titular de Aceitera General Deheza, una de las grandes exportadoras argentinas de aceites y granos y también proveedora de una línea de productos en las góndolas. Los líderes gremiales de la producción de materias primas, ya tuvieron ayer su reunión con Alberto Fernández, quien les aseguró que no habrá aumentos de retenciones ni medidas compulsivas contra el sector.
La lista completa de invitados que hizo el Gobierno arranca con Luis Pagani, titular de Arcor, la principal empresa de alimentos de la Argentina; y sigue con Luis Pérez Companc, de Molinos Río de la Plata; Jean Carlo Aubry, de Nestlé; Karla Schelieper, de Mondelez; Juan Garibaldi, de Danone; Joaquín de Grazia, de Granja Tres Arroyos; Mario Ravettino, en este caso como titular de la principal cámara de exportadores de carne (ABC); Alfredo Coto, de COTO; Carlos Blaquier, de Ledesma; Martín Ticinese, de Cervecería Quilmes. Todos ellos dentro del amplio rubro alimenticio, el que más preocupa a la Casa Rosada por su impacto directo en la inflación.
También fueron invitados los industriales Paolo Rocca, de Ternium; Everton Negresiolo, de Acindar; Javier Madanes Quintanilla, de Aluar; el textil Teodoro Taragozian, de TN Platex (con planta en Tucumán, que fue visitada el martes por el Presidente y los ministros Guzmán y Kulfas); los empresarios farmacéuticos Diego Ordóñez, de Dow Quimica/PBB Polisur; Hugo Sigman, de ELEA; Christophe Dumont, de Monsanto/Bayer; los directivos de las compañías multinacionales de limpieza Gabriela Bardin, de Procter & Gamble y Laura Bamator, de Unilever; los empresarios del área de la construcción Sergio Faifman, de Loma Negra; y el titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Iván Szczech.
Por último, el titular de la empresa de indumentaria Jazmín Chebar, Claudio Drescher; el titular del principal proveedor de envases Tetrapak, Javier Quel; el directivo de Toyota, Daniel Herrero; el de Newsan, Rubén Chernajowsky; el de Bridgestone, Martín Castro; el de la chilena Arauco, Pablo Ruival, y de la principal compañía proveedora de envases Rigolleau, Humberto Cattorini. Además de Guillermo Mausel, de la petroquímica Solvay Indupa y Sergio Affronti, CEO de la sociedad estatal YPF.
“Cada invitación es personal e intransferible”, se especificó desde la Casa Rosada en los correos electrónicos que enviaron. Sin embargo, en algunos casos se contempló que envíen a sus CEOs, porque explicaron que no están en el país y las condiciones para viajar se hacen muy complejas en tiempos de pandemia. Es el caso de Sigman (en su lugar vino Gustavo Pelizzari), Pagani ( vino Adrián Kaufmann), Pérez Companc (lo representó Amancio Oneto), Chernajowsky (representado por Luis Galli) y de Rocca (fue reemplazado por Martín Berardi), por ejemplo. Otro invitado a último momento fue el presidente de la COPAL, Daniel Funes de Rioja, el único que habló con los periodistas antes de ingresar al encuentro. “El techo a las paritarias lo pone la realidad”, declaró.
Seguir leyendo: