Un grupo de diputados nacionales de la coalición opositora Juntos por el Cambio presentó un proyecto de ley para que este año se vote en la Argentina con boleta única en formato papel. Aducen que si se aplica este sistema en el proceso electoral se simplificará la votación, tendrá menores costos económicos, se ganará en transparencia y también será el más adecuado dadas las condiciones sanitarias del país debido a la pandemia de coronavirus.
“Es el método más sencillo, económico, transparente y de fácil implementación. Reduce el tiempo de votación, los contactos con las boletas y el espacio que se necesita destinar para los cuartos oscuros”, explicó el legislador radical Facundo Suárez Lastra, quien presentó el proyecto en el Congreso Nacional.
Este sistema es impulsado desde hace tiempo por más de 40 entidades de la sociedad civil, entre ellas el Club Político Argentino, la Red Ser Fiscal, Poder Ciudadano, Conciencia, ACDE, ConstiTuya, Transparencia Electoral, CIPPEC y ACIJ entre otras, que desde hace un tiempo abogan por su implementación.
“Está comprobado que la boleta única reduce el gasto destinado a las elecciones por la menor cantidad de impresiones necesarias y permite cumplir con indicaciones sanitarias y de distancia social. Incluso se observó que mediante este sistema solamente el Presidente de mesa y el votante tocan la boleta, se evita la acumulación de boletas y se prescinde de los cuartos oscuros siendo suficiente un espacio que brinde privacidad al votante. Además, se agiliza la votación evitando la acumulación y permanencia de personas en los centros de votación”, se explica en los fundamentos del proyecto de ley.
La boleta única ya se utilizó en varias ocasiones en las elecciones realizadas en las provincias de Santa Fe y Córdoba. ¿Cómo funciona? Según explicó hace unos días en Infobae Horacio Moavro del Club Político Argentino, “cada elector recibe una única boleta, en la que figuran las distintas listas que se presentan a la elección, con un casillero en blanco a la derecha de cada una. Hay una columna para cada categoría de voto. El elector simplemente hace una cruz en cada columna, en el casillero correspondiente a la lista que desea votar. Dobla la boleta sobre sí misma y la introduce en la urna. No se usa sobre”.
Al impulsar esta iniciativa, Suárez Lastra concluyó que “debemos velar por el pleno ejercicio de los derechos políticos y garantizar la integridad de todo el proceso electoral en este año que se presenta tan desafiante. Con este proyecto buscamos sumar un elemento más para garantizar la transparencia y evitar el oportunismo partidario”. El proyecto llega en el momento en que hasta dentro del propio oficialismo se debate si es conveniente que en esta ocasión se efectúen las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) previstas para el mes de agosto.
Este proyecto fue acompañado por los diputados Pablo Torello, Mónica Frade, Gonzalo Del Cerro, Sofía Brambilla, Dina Rezinovsky, Camila Crescimbeni, Gabriela Lena, Gerardo Cipolini, Jorge Enríquez, Alberto Assef y Alicia Terada.
Entre otras ventajas que tiene la Boleta Única de Papel respecto del sistema actual de boleta partidaria, sus impulsores destacan un ahorro estimado en 3 mil millones de pesos en impresión de boletas, sobres y transporte, afirman que evitará un enorme consumo de papel y resaltan sus beneficios sanitarios en el complicado contexto de una pandemia.
En septiembre de 2020 otros legisladores nacionales pertenecientes a la Unión Cívica Radical (uno de los partidos que integra el interbloque de Juntos por el Cambio en ambas cámaras legislativas) junto a la organización Ser Fiscal, que trabaja para fomentar y promover políticas de transparencia electoral, también habían elaborado un proyecto similar para implementar la boleta única en las próximas elecciones nacionales.
Aquella propuesta fue presentada de manera virtual. Casi 300 personas participaron, entre ellas los diputados Gustavo Menna, Roxana Reyes, Lorena Matzen y Martín Berhongaray, autores de la iniciativa.
El proyecto:
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