Debido al estado de salud del señalado como testaferro del empresario Lázaro Báez, Néstor Marcelo Ramos, la Justicia argentina desistió de continuar con su pedido de extradición desde Suiza y solicitar su indagatoria por videoconferencia o, incluso, viajar a ese país para interrogarlo en ese país, en el marco de la causa de la llamada “ruta de dinero K”.
Se trata del enigmático abogado argentino titular de Helvetic Services Group, la sociedad vehículo suiza a través de la cual el empresario Lázaro Baéz compró la financiera “La Rosadita” usada para fugar y lavar USD 33 millones. De 57 años, nacido en la provincia de Córdoba, Ramos tiene pasaporte italiano pero reside en Suiza desde principios de los 2000.
El desistimiento de la extradición fue informado el juez federal Sebastián Casanello por las autoridades suizas en un oficio enviado a al Departamento Federal de Justicia de ese país, en base a lo dictaminado por el fiscal Guillermo Marijuán luego de recibir el informe médico sobre el estado de salud de Ramos en octubre pasado, con un cáncer avanzado y “un pronóstico sombrío e incurable”.
Su indagatoria había sido solicitada por Casanello en 2016 - pero nunca pudo ser concretada. El titular del Juzgado Federal Nro. 7 dio por probado que su empresa Helvetic Service Group funcionó como una sociedad vehículo y fachada para que Báez, sus hijos y su entorno lavaran al menos USD 33 millones, fugándolos al exterior y reingresándolos en bonos de la deuda argentina. Las maniobras de blanqueo fueron realizadas desde fines de 2010 hasta principios de 2013, a través de una red de empresas offshore que controlaba cuentas bancarias en Suiza. Entre ellas, Helvetic Services Group, creada en Suiza y utilizada como “sociedad vehículo” en la maniobra para ocultar quien era el dueño real de dinero. Según documentos que constan en la causa, Helvetic Services Group, se convirtió en dueño del 96% de la acciones de SGI.
La citación a Ramos es parte del expediente que no fue aún elevado a juicio de la causa conocida como la “ruta del dinero k”. Nacido en Córdoba, Ramos adoptó la nacionalidad italiana y reside en Lugano, en el país helvético, desde principio del 2000. Desde hace al menos dos años, este empresario atraviesa una enfermedad terminal que no le permitiría afrontar una extradición y estar alojado en una cárcel en Argentina.
De hecho, antes de evaluar acceder a la extradición, Suiza pidió una serie de garantías respecto de las condiciones en que sería alojado y la atención médica que recibiría como detenido en una unidad penitenciaria en nuestro país. Fuentes judiciales explicaron que si bien trasladaron al Poder Ejecutivo ese pedido de “garantías” respecto de la atención a su salud y las condiciones en que sería alojado en prisión, “es un tema que excede a la Justicia ya que depende del Servicio Penitenciario Federal, más en un contexto de COVID-19”.
Frente a este cuadro, Casanello le giró el informe médico que llegó de Suiza al fiscal Marijuán para que evalúe si mantenía vigente el pedido de extradición. Marijuán resolvió “desistir del pedido de extradición oportunamente requerido respecto de Néstor Marcelo Ramos debido a que, en el contexto citado, su concesión se torna altamente improbable”. Y solicitó avanzar con la declaración indagatoria de Ramos “de la forma más inmediata con el auxilio judicial del Tratado de Asistencia Penal entre la República Argentina y la Confederación Suiza”.
Las posibilidades que evalúan en la Justicia local es que Ramos declare por videoconferencia, o que las autoridades judiciales suizas autoricen que Casanello y Marijuán viajen a ese país para interrogarlo personalmente. “Sin indagatoria no se puede avanzar en el proceso judicial. La idea es buscar una alternativa para poder avanzar”, advirtieron fuentes que conocen el expediente.
Para eso, el magistrado y el fiscal apelarán a “los mecanismos de asistencia jurídica penal para lograr la declaración indagatoria de Néstor Marcelo Ramos, para lo cual se solicita la notificación del imputado a los fines de que designe letrado defensor en estas actuaciones”.
En 2019, Ramos había apelado su extradición ante el Tribunal Penal Federal (TPF), la máxima instancia de revisión penal en Suiza. El empresario ítalo-argentino siempre negó que Helvetic hubiera sido parte de una maniobras de lavado de dinero, y dijo no conocer a Báez.
La causa se había iniciado en 2013 luego de las revelaciones del programa Periodismo Para Todos conducido por Jorge Lanata. El expediente cobró mayor impulso en 2016 cuando se conocieron al imágenes de Martín Báez, hijo del empresario patagónico, contando al menos 5 millones de dólares en la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”, según el arrepentido Leonardo Fariña, porque ahí solían ir funcionarios de la Casa Rosada.
Desde 2018, Báez, sus 4 hijos y su entorno -entre ellos, su contador Daniel Pérez Gadin, su abogado Jorge Chueco, Fabián Rossi, Federico Elaskar y Fariña- enfrentan un juicio oral por presunto lavado de dinero. El único que continúa detenido es Martín Báez, en tanto su padre cumple prisión domiciliaria. La sentencia se conocería el miércoles 17 de febrero.
Hoy Ramos sigue viviendo en distrito de Lugano, un distrito del sureste de Suiza, en la región de Tesino, de habla italiana. Está desde hace largos meses bajo tratamiento médico “con drogas experimentales” en su lucha contra el cáncer, según confirmó su abogado suizo, John Dell’Oro, a Infobae.
El 13 de febrero de 2020, la Corte Penal Federal (FCC) consideró que su extradición podría poner en peligro su delicada condición física. “En particular, el estado de salud del persona interesada será tomada en consideración. El FOJ se encuentra actualmente en el proceso de obtener información sobre la posible atención médica que necesita N.R.”, explicó el vocero de este organismo al referirse a Néstor Marcelo Ramos por sus iniciales. “Si el FOJ decidiera nuevamente sobre una extradición a Argentina, el interesado podría recurrir ante la Corte Penal Federal. De ser necesario, el Tribunal Supremo Federal se pronunciará en última instancia”, agregó al explicar el procedimiento en una respuesta por mail a este medio.
Cuando la Justicia argentina reclamó a mediados de 2016 su captura internacional y extradición, 20 Minuti lo encontró viviendo apaciblemente en la comuna de Caslano, ubicada frente al lago de Lugano. Ramos -que para ese entonces montaba una scooter y hacía parrilladas en el jardín - aseguró “nunca había conocido” a Báez ni a la financiera SGI.
Especialista en estructuras societarias que brindaban un andamiaje legal para cubrir sus verdaderos dueños, Ramos fue accionista o directivo de una docena de sociedades radicadas en Uruguay, el Reino Unido, Nevada, Panamá y la isla Niue de la Polinesia, según reveló Panama Papers, la investigación de ICIJ publicada en 2016.
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