Este jueves al mediodía en la Casa Rosada tuvo lugar una cumbre de los principales dirigentes del Frente de Todos. El presidente Alberto Fernández almorzó con su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y el titular del bloque de diputados oficialista, Máximo Kirchner.
Durante el encuentro, que duró cerca de dos horas, hubo tres ejes temáticos: el plan de vacunación, la suspensión de las PASO y el control de los precios. Son las tres preocupaciones que tiene el gobierno nacional por estos días y que marcan la agenda política y la discusión con Juntos por el Cambio.
El tema que está más candente es la suspensión de las elecciones primarias por única vez en el contexto de pandemia. 19 de 24 gobernadores del país están de acuerdo en darlas de baja cuanto antes. La mayoría de ellos se lo expresaron cara a cara al gobierno. El último fue el correntino Gustavo Valdés, que junto a Gerardo Morales, de Jujuy, intentará convencer a la oposición que la suspensión es el mejor camino.
Durante la comida se analizaron tres escenarios posibles en lo que respecta a las PASO. El primero fue postergar la fecha de las elecciones y hacerlas el último domingo de septiembre. De ser así, las elecciones generales pasarían al último fin de semana de noviembre. En el Gobierno asumen que en la segunda mitad del año más de la mitad del país estará inmunizada y el escenario sanitario será otro.
La segunda posibilidad que evaluaron fue unificar las PASO y las elecciones generales el mismo día. Esta opción es la que tiene menos chances pero igual fue discutida. Creen que de esa forma se concentraría todo el movimiento de gente durante un domingo y el riesgo de contagio disminuiría al hacerlo con protocolos controlados.
La tercera opción es suspender las PASO. Esta última es la que alientan la mayoría de los gobernadores, sin distinción de partidos. Ese esquema de opciones se discutiría con los gobernadores de todo el país en los próximos días.
Otro de los temas centrales que se trataron durante la reunión fue el esquema de vacunación que tendrá la Argentina de aquí en adelante y en base a la cantidad de vacunas que el Gobierno esperan que lleguen en los próximos tres meses.
Una de las novedades fue el aumento en la cantidad de vacunas que la Argentina dispondrá entre febrero y julio. En principio, según los acuerdos cerrados con Gamaleya, Astrazeneca y Covax, el Gobierno iba a disponer de 51.431.000 de dosis. Pero ayer el ministro de Salud, Ginés González García confirmó que serán cerca de 60 millones.
El cambio en la cantidad se debe a que el Gobierno hizo uso de una opción que estaba en el contrato con Rusia para ampliar la compra de dosis a 10 millones más. Finalmente, el gobierno nacional comprará 30 millones de dosis de la vacuna Sputnik V.
También analizaron el impacto positivo que tuvo el Gobierno, en materia sanitaria, durante los últimos cuatro días. La publicación de la revista The Lancet publicando la eficacia de la Sputnik V fue un alivio para el oficialismo. A esa buena noticia ayer se sumó la la confirmación de que Aztrazeneca enviará 1.200.000 dosis anticipadas a partir de este mes. Esas dosis se sumarán a las 22.400.000 que el Gobierno ya tiene aseguradas en el contrato firmado.
En el almuerzo Alberto Fernández les contó a los comensales que las gestiones por la vacuna china elaborada por el laboratorio Sinopharm están avanzadas y que podrían concretarse en el corto plazo. La discusión sigue girando alrededor del precio. El valor actual de la vacuna es de 20 dólares por dosis. Es la más cara que la Sputnik, que se pagó 10 dólares la dosis y que la desarrollada por Astrazeneca, que vale 4 dólares cada dosis.
La vacuna de Sinopharm ya es analizada por la ANMAT para recomendar su aprobación. El Gobierno negocia la compra de 1 millón de dosis pero pretenden que lleguen antes de que termine febrero. En la Casa Rosada buscan obtener la mayor cantidad de vacunas posibles entre febrero y marzo para poder darle volumen al proceso de vacunación. Según la información relevada por el ministerio de Salud hasta el 1 de febrero, la cantidad de personas vacunas con la primera dosis asciende a 283.791.
En lo que respecta al control de precios, el tercer tema importante que estuvo sobre la mesa en la cumbre peronista, todos coincidieron en la necesidad de controlar la inflación en el primer semestre del año para tratar de que el aumento de precios no degrade el salario. Por el momento el Gobierno seguirá con el programa precios cuidados y precios máximos como principales herramientas para controlar los precios en las góndolas.
Para profundizar el tema, el Gobierno convocó para la semana que viene a una reunión a los gremios y los empresarios. La intención es discutir un acuerdo de precios y salarios, y empezar a transitar una negociación para evitar que la inflación se desmadre, el consumo se caiga y la economía vuelva a paralizarse, como sucedió durante gran parte del 2020.
En el peronismo entienden que la recuperación de la economía y la vacunación van por caminos paralelos, pero son complementarias. Mientras más gente se vacune, más actividades se pondrán en marcha y más personas podrán salir a trabajar. Los temas ocupan el centro de la agenda presidencial para la primera mitad del año.
La intención del oficialismo es abroquelarse frente a la embestida de la oposición en cuatro temas centrales: la inflación, la inmunidad, la inseguridad y la impunidad. El Presidente y los principales dirigentes del Frente de Todos tienen en claro cual es la agenda que tiene Juntos por el Cambio para marcar la cancha. Por eso afinan una estrategia para discutir, tema por tema, en los primeros meses del año electoral.
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