El ministro de Salud, Ginés González García, se presentó este miércoles ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados para brindar información a los legisladores sobre la compra de vacunas y el plan de vacunación contra el coronavirus.
Al ser consultado sobre las razones que impidieron alcanzar el acuerdo con el laboratorio Pfizer, a pesar de que fue uno de los primeros con los que el Gobierno entabló negociaciones y de que en Argentina se realizó un estudio clínico con 3 mil voluntarios, el ministro aseguró que la intolerancia de la compañía “fue extrema”.
En ese sentido, detalló que las complicaciones surgieron a raíz de la ley aprobada por el Congreso que reglamentaba la compra y aplicación de las vacunas en el marco de la emergencia sanitaria.
“Esa ley tuvo un pronto despacho, creo que salió por unanimidad. Y hubo un agregado al proyecto original, que estaba en la potestad de los diputados, vinculado al tema de la negligencia que hizo que cuando les remití una nota para querer firmar el acuerdo, Pfizer me dice que con ese artículo no lo puede firmar”, explicó el ministro de Salud.
Concretamente, se refirió al artículo 4 de la ley 27.573 que faculta al Poder Ejecutivo a incluir “cláusulas que establezcan condiciones de indemnidad patrimonial respecto de indemnizaciones y otras reclamaciones pecuniarias” pero con “la excepción de aquellas originadas en maniobras fraudulentas, conductas maliciosas o negligencia”.
“Obviamente, les mando una carta diciendo que aparecían nuevas condiciones en la negociación, que me parecía una cosa muy difícil”, continuó el ministro, e insistió en que Pfizer puso su mayor énfasis en el tema de la negligencia. “No querían que directamente estuviera la palabra”, agregó.
González García luego explicó que pidieron ayuda a la Secretaría de Legal y Técnica para ver si existía alguna forma de adecuar la ley a las necesidades de Pfizer a través de la reglamentación de la ley. Pero esta alternativa no resultó viable sin modificar el espíritu de la ley.
“Queríamos adecuarnos a cualquier condición, siempre que no significara resignar soberanía o cambiar las leyes”, dijo.
Por otro lado, el ministro especuló con que se trató de “una estrategia” de la empresa para no comprometerse a hacer una entrega ya que no tenían las vacunas suficientes. En ese sentido, señaló que han tenido problemas y retrasos en muchos países.
“Lamentablemente, Pfizer se comportó muy mal con nosotros y no tuvo ninguna correspondencia con la actitud que nosotros tuvimos, primero en hacer el ensayo clínico, ley específica”, concluyó.
Esta mañana, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) anunció que recibió los primeros informes de la vacuna china desarrollada por el laboratorio Sinopharm y comenzó su análisis para realizar la recomendación para su aprobación en Argentina. La llegada de esos datos al ente se da en paralelo al avance de las negociaciones que lleva adelante el Gobierno con China.
Es que Alberto Fernández está a un paso de lograr un acuerdo con Xi Jinping por la provisión de 30 millones de dosis de esa vacuna china contra el COVID-19. Alberto Fernández ya logró que Xi bajara el precio de cada vacuna (30 dólares por unidad) y que haya una entrega urgente de un millón de dosis en febrero (dos dosis, una vacuna). Pero Sinopharm exige a Balcarce 50 que se abone cada uno de los cargamentos antes de su salida desde Beijing.
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