El régimen populista de Nicolás Maduro y la oposición democrática de Juan Guaidó apenas analizaron el último comunicado del Grupo de Contacto creado por la Unión Europea para encontrar una salida institucional a la crisis económica y social de Venezuela. Unos y otros pusieron foco ayer en la violación sufrida por una joven venezolana cuando concurrió a Balvanera para una entrevista laboral y cuestionaron el silencio oficial del Gobierno argentino ante un caso policial que conmocionó a toda la sociedad de Venezuela.
El sábado 23 de enero, una joven exiliada venezolana chateó por WhatsApp con el dueño de un local de ropa ubicado en la calle Paso al 600. La joven fue a la entrevista convocada por Irineo Garzón, propietario del negocio, y notó que se comportaba de manera sospechosa.
Pudo alertar a la madre. Pero a partir de ese momento exhibe un bloqueo psicológico postraumático. “Solo digo ‘Dios mío, gracias que no me acuerdo nada, no hubiera soportado recordar algo’”, comentó la joven de 18 años.
Con la denuncia de violación en los tribunales porteños y el acusado en libertad, el caso de la joven venezolana cambió la agenda política en Caracas. Desde los referentes más extremos de Maduro al líder de la oposición Guaidó se ocuparon de tratar este asunto penal que derivó en un constante cuestionamiento institucional al silencio del gobierno de Alberto Fernández.
Venezuela sufre bloqueos económicos y financieros de los Estados Unidos, observa con atención el programa regional de Joseph Biden, extrema su régimen carcelario sobre los presos políticos, no tiene capacidad sanitaria para enfrentar las consecuencias del COVID-19 y la inflación y el hambre afectan su vida cotidiana.
Sin embargo, y frente a esta crisis que se profundiza día tras día, los medios de comunicación y la agenda política están atravesados por la violación que sufrió la joven venezolana cuando llegó a un negocio de ropa en Balvanera para pedir un trabajo como empleada de comercio. Y en este contexto, el régimen populista y la oposición –cada uno con su estilo– no hicieron más que cuestionar el inesperado silencio de la Casa Rosada.
Diosdado Cabello es un vocero del régimen populista. Presidente por un día y diputado nacional, cuestionó al jefe de Estado argentino y exigió justicia para la joven venezolana violada en una entrevista de trabajo.
El miércoles pasado, en su programa “Con el mazo dando”, el chavista comenzó: “Hay una denuncia que aprovecho para hacerla. Una muchacha venezolana, migrante en Argentina, de 18 años de edad. Fue a una entrevista de trabajo, y fue drogada y violada en su primer día de trabajo por el dueño de la empresa”.
“Ella logró avisar a su mamá, a su familia. Agarraron al tipo en flagrancia y lo pusieron en libertad porque no tiene antecedentes. Sí, la jueza que lleva el caso tiene antecedentes como cómplice de agresiones misóginas. Ya lo hizo antes con el caso del femicidio de Marianela Rago (...)”, siguió.
Y concluyó: “Ojalá que el gobierno argentino y la Justicia argentina puedan cumplir con el rol que les corresponde, que no se lo impidan los tratados con el Fondo Monetario Internacional”.
Esta no es la primera vez que Cabello arremete contra el gobierno de Alberto Fernández. Por ejemplo, en diciembre, calificó al mandatario argentino de ser una persona “tibia”, y reclamó que Milagro Sala siga encarcelada tras un año de Gobierno kirchnerista.
“Me hizo alguien un comentario... al Presidente de Argentina no le gusta que le digan que es tibio, pero sí le gusta hacerse el loco cuando a Venezuela la llaman dictadura y su canciller cada vez que puede declara contra Venezuela. Ellos saben que aquí no hay una dictadura, aquí ganó un presidente como ganó él allá, y nosotros exigimos respeto”, cuestionó uno de los máximos jefes de la dictadura chavista, acusado de violaciones a los derechos humanos en la ONU.
A este reclamo de Cabello se sumó Juan Guaidó, líder de la oposición venezolana: “Requerimos al Estado argentino, en su conjunto, que haga justicia en el caso de esta joven venezolana y su agresor sea castigado con prisión”, sostiene una resolución con el sello de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.
Antes de redactar la resolución exigiendo una respuesta a Balcarce 50, el líder opositor de Venezuela mantuvo una conversación con la joven venezolana violada en Argentina. “A pesar del dolor, me enseñó de dignidad y valentía. Son momentos duros, buscan justicia. Todos exigimos justicia, pero sobre todo sanar”, manifestó Guaidó.
Y prometió: “No dejemos de alzar la voz, por ella y por los que hoy no pueden”.
En Venezuela se aguarda que Alberto Fernández o su ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, convoquen a la joven violada y expresen su posición al respecto. Una decisión política que hasta noche no había sido analizada en la Argentina.
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